miércoles, 20 de diciembre de 2017
Incienso laico
Acaso fue un tabaco
fumado en clandestinidad,
o un magro cuerpo
sometido a devoción y llama
no del todo ortodoxa el que brillara
en hoguera de extrema inquisición
acusado de un rubio exagerado.
Algunos
llamarían a eso sanbenito,
-aunque nada
de santo se oficiara en el ritual-.
Mejor llamarlo vicio entre algodones
o constante viciosa, para que los jueces
no sientan tan en vivo
la morbosa atracción de los aromas
a carne chamuscada y desestimen
como agravante consentido
el vegetal embuste administrado
a una feligresía ya muy harta
de santo azufre y fumarolas
de fervorosa prédica.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario