Una ciudad nocturna,
sus arrabales buscan otra edad,
no quedarse en el apeadero de los años,
no recuerda su nombre, junta letras
a las que el óxido da un color de fuego,
y así es, algo arde bajo el puente,
y el abecedario mira confiando en esa luz temblona,
no le da tiempo a organizar un verso, algo
que se memorice fácilmente, el amor asonante de la luna
haciendo de pupila en las arcadas,
son ventajas visuales de la escarcha
sobre hierba quemada, no le da tiempo a recitar
y el agua paralizada bajo el hielo mira
con los ojos de Ofelia cómo se pasa la vida,
como se viene la muerte, tan callando.
Zona B:
Un cordón de hierro les alejará del mar y el desierto con hambre acabará con los que logren salir con vida tras el fuego. (Profecías laicas)