Ese corazón
que aún sin latir ya hacía cuentas,
calculaba el calor, la fuerza lenta
del torrente sanguíneo, la tabla
de multiplicar por dos de anatomía y ciencias auxiliares,
el alma ardiendo aún en el telar del aire
dibujaba futuras constelaciones sensoriales, laberintos
de humanidad esclava o sometida a riesgo
de malformación en la tiniebla,
ahora
todo el misterio se mostró a la luz
y alcanzó el umbral definitivo de esta indecisa realidad,
-era mejor imaginarlo-.
Zona B:
Un país artificial, nacido de la mala conciencia tras muchos años de colonialismo. Algo pequeño que acabó adquiriendo el tamaño desmesurado de una amenaza universal. ¿Qué busca Israel si todos sus ciudadanos caben con holgura en su territorio? Le bastará con la desaparición de Palestina o irá después por Líbano, Siria o cualquiera que se oponga a su ambición expansionista?
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