Debí decirte,
debí forzar la posición, soltar el aire,
-invocando tu ausencia-
y repetir una y mil veces el mensaje,
ya sé que no es lo mismo hablar que llevar a cabo la encomienda,
rasgar la seda de una anunciación entre columnas,
soltar la fuerza y que se expanda como un aire hacia dentro
con el poder oscuro del oxígeno y purifique la sangre densa,
no secreto, no culpa, las ventanas
de par en par, el aire libre, las campanas
con su voz encriptada y los gorriones
intentando una inútil traducción.
Zona B:
Lo malo de la historia es que se lee cuando ya ha sucedido y de un mal guion sólo perdura el escozor de la tragedia. Pero eso lo perciben sólo las generaciones posteriores. Hagamos lo posible por evitar un final así. Si Israel reclama su derecho a defenderse, el resto del mundo debe hacer lo mismo.
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