Te hablo a ti, eres
el miedo que anda suelto
igual que un perro familiar, atado
únicamente a sus recuerdos,
tienes los ojos tristes
o es que miras
a través del celaje de la niebla,
un momento y enseguida
estaré contigo en ese lago
de la memoria, todo
lo volveremos a inventar, daremos
vueltas y más vueltas al asunto
hasta que todo cuadre.
Luego podremos
seguir en paz nuestro camino.
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