domingo, 28 de octubre de 2018
Ni espuela ni freno
Sorprende esa sedosa
erosión de las horas, tanta
lágrima encerrada en el cristal
sin llanto
para una escena tan de sobra.
Urge detener el deterioro
de la no edad futura, lascas
de simbólica cerámica
para inscribir dos fechas solamente
y dejarse llevar. Ya todo
lo que puede ocurrir ha sucedido,
lento -según se mire- y reverencial
desde esa óptica cegada
por el protocolo de un estilo
en su etapa final, tan manierista.
Llueven
los números históricos
reblandecidos
por siglos de esmerado cocimiento
sin una sola estela para
conmemorar nuevos cumpleaños.
La vida es sabia, voto a tal.
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