Depender de la fábula
Huí, sufrí, caí de bruces,
alcé mi frente ante el enigma y ese
olor a palabra preguntada
con melodiosa picardía, con regusto
a cocina ciega, sin salida de humos
me hizo ver lo oscuro sobre la encalada piel del muro,
pero algo percibí
moviéndose detrás como una estrofa órfica
y, de repente, acerté a distinguir cola de rabo,
ese minúsculo detalle hizo caer por la pendiente
a la esfinge cantora
cuya voz rememoro cada día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario