sábado, 4 de mayo de 2024

Le daban miedo los espejos y para evitarlos recurría al autoengaño de la fábula que es mirar la realidad a través de infinitos filtros curvos que la desnudan de fiereza y la convierten en algo blando, sin ángulos ni aristas, aunque profundamente repulsivo

 



Lo mismo que una rana

producto de un desdén de fábula, 

se toman los extremos de una cuerda y se convierten

en el semicírculo final de la rayuela, cielo,

casa o moraleja, cuenco de manos que reclaman 

su ración regular de fantasía, ella alza unos ojos

de acostumbrado aburrimiento, mira

con insistencia el rictus de unos labios de princesa

y ruega a la bondad, a la estulticia, al tópico

que se produzca el beso y se consiga la transustanciación,

de sangre fría a calentura, de crucigrama

en códice miniado al digital cantar de gesta 

que no ha de recurrir a la coyunda del papel y la tinta

para que el héroe vuelva a cabalgar, 

el nuevo ser usará yelmo con ranuras

para proteger los ojos de la luz y nunca, nunca

sabremos quién está detrás de esa mentira.



Zona B:

Mirad hasta dónde puede llegar el poder del sionismo: es capaz de obnubilar a un candidato USA y hacerle perder las elecciones por no atreverse a poner freno a su salvajismo genocida. 

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