Aficionados al versículo
Al amanecer quedaron
las puertas entornadas, los ojos
vueltos a la historia
que quedó a medio contar,
debajo iban los sueños
encerrados
en prisiones de alambre,
aún se escuchan gorjeos
de pájaro menor, las voces
exacerbadas del destierro,
(no creáis que me he olvidado
de los fieros arcángeles
que custodiaban la portada).
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