He bajado hasta el río,
a esta hora en la orilla hay sombra de sauces
y la juventud del agua se renueva
con lentitud de salmo,
pienso en las vacas de José,
las siete espigas de la prosperidad con el hambre asomando
por encima de la tapia, me ladran unos perros,
siento un miedo telúrico a los perros
como embajadores de un mal domesticado,
y dejo de pensar en vacas,
ahora sólo pienso en alejarme
de ese gris maleficio que se ha vuelto familiar.
Zona B:
Terrorismo es todo aquello que se emplea para producir terror. Tanto Hamás como Israel emplean un terrorismo de respuesta. La Historia ofrece pruebas del terrorismo de Israel desde el comienzo, allá por el 47 del pasado siglo: expulsión del pueblo palestino, matanzas y apropiación de territorios, pasándose por alto las resoluciones de la ONU. La incursión sangrienta del terrorismo de Hamás y la captura de rehenes sirvió en bandeja a Israel un motivo para acometer este brutal genocidio que ahora ha decidido continuar hasta la aniquilación total de lo que debería haber sido el estado palestino. Usar la sed y el hambre como armas de guerra es terrorismo y bombardear escuelas y hospitales es terrorismo. La actitud del estado sionista es la mejor fábrica de terroristas que pueda haber. O ¿es que el derecho a defenderse sólo le asiste a Israel?
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