Una visión anuncia
la tahona del frío del invierno,
se fundirá el verano como un hielo en el agua
y el otoño apenas tendrá tiempo
para restregar los ojos y mirar, el cielo
ya se ha lavado de calima, llovió ranas y manchó de barro
la camisa azul de la calar, no quedan cuervos en el aire
y su graznido suena a idioma antiguo
que algunos interpretan como silencio vengativo,
se sabe por la pulsión meteorológica que reina el cero,
que ya no hay frío ni calor, sólo recuerdos que coinciden
con un código ordinal que nadie entiende.
Zona B:
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