Importa ahora
que os fijéis en el sencillo mecanismo
que hará abrirse la tienda de campaña por presión,
no como una flor, no con la lentitud de los boletus
que surgen a la orilla de los pinos, se abrirá buscamente
con la eficacia del resorte que tranforma en herramienta
un objeto sin perfil, se toma por los bordes
en actitud de ofrenda, se mantiene en la línea de distancia
que aconseja la seguridad, se palpa con amor cada centímetro
de este metal articulado que comprime la explosividad del muelle,
un simple escaramujo resume al natural la curvatura
feroz de las espinas, reduciendo su agresivo aspecto
a advertencia didáctica, tenedlo muy en cuenta,
la tienda en sí es una tela sin vocación de ayuda,
no crea hogar ni fortalece vínculos,
podría incluso usarse como alfombra
cambiando el logotipo comercial por el reclamo familiar
de bienvenidos, pero eso ahora no es así, la tela tiene un sucio
color de camuflaje y ha de servir no para acoger a seres desvalidos,
no, será nuestro cubil y servirá para ocultarnos
y darnos tiempo a calibrar con precisión la mira telescópica,
tú segurás aquí, de incógnito, el dedo acariciando
el curvo terciopelo de las espinas del rosal, como el gorrión que mira
con hambre insatisfecha el granito del sal
sin asustarse por el ruido asordinado de la detonación,
lejos, muy lejos de esa joroba diminuta
que hace palpitar el corazón de la colina, sin saber lo que a mil metros
ha ocurrido, ocurrirá o acaso esté ocurriendo.
Zona B:
También existe el deporte asesino del mirón, el que se asoma en la distancia al espectáculo de los bombardeos y las columna de polvo y humo. Ellos sólo escuchan exposiones, no los alaridos de las víctimas que caen heridas y mueren lentamente bajo los escombros. ¡¡¡JUICIO AL GENOCIDA Y SUS CPMPINCHES!!! ¡¡¡BOICOT AL ESTADO SIONISTA!!!
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