Unos días antes de la destrucción
llegó a la puerta principal de Troya
un extraño caballo, lo cabalgaba el humo
ritual de los oráculos y dejaba en el aire
el acre olor a creosota que suele confundirse
con el del miedo o el sudor,
en las calles seguía sucediendo la insensatez de la costumbre
como si el fantasma de la guerra
fuera sólo una sábana colgada en los tendales del suburbio,
unos días más tarde
llegaron dos serpientes hijas de la mendacidad
y ahogaron a Laocoonte y a sus hijos
por negarse a montar aquel caballo
hecho con las maderas de un naufragio.
Zona B:
Remember me, repetía el espectro a un perturbado Hamlet. No olvidemos al pueblo palestino, que está siendo extrminado y no tiene nada que ofrecer, salvo su desesperación ante la indiferencia. ¡¡¡JUICIO AL GENOCIDA Y SUS COMPINCHES!!! ¡¡¡BOICOT AL ESTADO SIONISTA!!!
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