Permanece su olor,
un aire lento de parábola bíblica
leída en alto por un escolar, las pausas de la voz,
el ruido del papel pasando página,
yo creía escuchar también la conversación
de la samaritana que nadie más oyó, pero que muchos
tal vez imaginaron, el roce musical del cántaro
al apoyarse en el brocal, como el aviso de la campanilla
del mendigo leproso que da los buenos días a distancia,
es buena la confianza desconfiada
de quien calma la sed del forastero, atando el burro
a la argolla común sin preocuparse
de tener a la vista los serones donde están sus pertenencias,
y es buena la sensación de alivio
cuando la historia acaba sin relumbrón ni moraleja
igual que los crepúsculos, bebiendo un sorbo de agua.
Zona B:
Podría ser el tiempo el que borrara las marcas del dolor y permitiera que una nueva piel creciera sobre todas las heridas. Pero nadie se atreve a detener a quien altera las manecillas del reloj poniendo al tiempo a su favor y usándolo para eliminar a su contrario. ¡¡¡JUICIO AL GENOCIDA Y SUS COMPINCHES!!! ¡¡¡BOICOT AL ESTADO SIONISTA!!!
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