El agua sabe a eso
que los soldados llaman paz,
por eso tú la bebes pensando en los soldados
que luchan contra el sol y en los segadores
que siguen con la hoz de antaño
y llaman al botijo con un nombre
como si fuera un niño, le suben hacia el sol
y se hacen sombra con él ante los ojos
y parece que se lo afrecieran a los dioses,
los mismos que les hacen trabajar de sol a sol,
igual que a los soldados, lo mismo que a los bueyes,
o como al burro de la noria que nunca deja de girar.
Zona B:
Ya hemos llegado a la fase central de la dialéctica que intenta definir ese concepto brutal de genocidio. Tadavía no se ha alcanzado el acuerdo semántico sobre lo que es o no exterminio, borrado étnico, masacre, o simplemente borrón y cuenta nueva, pero ya la sangre empieza a aparecer como un testigo al nadie logra hacer callar. Después empezarán a temblar las manos que señalaron al pobre fugitivo como diana para francotiradores. Y al final el horror nos valverá un poquito más humanos, aunque no hará cambiar nuestra fiera condición. ¡¡¡JUICIO AL GENOCIDA Y SU GOBIERNO!!! ¡¡¡BOICOT AL ESTADO SIONISTA!!!
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