Cerró la puerta sin echar la llave,
-para qué, si era posible que jamás volviera-
la arena recibió sus pies descalzos,
me espera el mar, pensó, y sus labios sonrieron,
más tarde, cuando el sol llegó a lo alto
el mar le pareció un horno de plomo
y comprobó que el mar jamás espera, se limita
a hacer pasar el tiempo por su ampolleta de cristal
convirtiendo los días en arena.
Zona B:
Se siente solo, pero su soledad le hace cada vez más peligroso porque conoce el poder de su defensa: las armas y el dinero y se atreve a lanzar sus amenazas como si fuera el cobrador del frac ante un cliente que se atrasa. ¿Estamos reeditando los mensajes de siglos ya lejanos en los que el judío prestamista era capz de llevar hasta el extremo su exigencia, amparado tan sólo por las normas manipuladas de la usura? ¡¡¡JUICIO AL GENOCIDA Y SU GOBIERNO!!! ¡¡¡BOICOT AL ESTADO SIONISTA!!!
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