Ya nadie le acompañaba al mar
y llegó a convencerse de que el agua
no importaba ya tanto, lo importante ahora era la sal y el yodo
y olvidarse de aquel montón de camarones
que empezaban a oler, las perlas no importaban,
ni los corales arrancados en atolones alejados,
ahora era la sal, parar el miedo blando del pescado pudriéndose,
no había ni gaviotas disputando el maloliente harapo
en las costillas de la barca atrapada en las rocas de la playa,
y por más que pensaba no había nada más,
su memoria acababa tras el recodo del puntal
como si se hubiera quedado sin oxígeno
en una inmersión muy prolongada,
huesos de piedra negra y légamo
trayendo aquí también la pudrición y renunciando
a respirrar el aire puro.
Zona B:
Pudiera ser que la reacción del mundo haga reflexionar al pueblo hebreo, (no a sus dirigentes que seguirán el único camino que su maldad les ha dejado abierto: hundir su vida en la vorágine de imágenes sangrantes y acabar en prisión enloquecidos por el horror). Acaso sea el pueblo el que comprenda que el futuro no puede ser la lucha permanente de unos contra otros, que la vida se acaba pronto y casi no da tiempo a disfrutar de tantas maravillas. ¡¡¡JUICIO AL GENOCIDA Y SU GOBIERNO!!! ¡¡¡BOICOT AL ESTADO SIONISTA!!!
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