IV
Le volvió a visitar en sueños Ludivina,
la niña muda que se ahogó en la alberca y que él seguía viendo caminar
entre las hierbas altas como un vapor sonoro,
ella nunca llegó a hablarle pero sentía su dedo anestesiado
rozando los cristales en los remansos olorosos del sanmiguel,
su brazo siempre con la guirnalda de violetas
prendida con espinas a la piel, ni sangre ni dolor, apenas algo
de indiferencia en la mirada o un reproche por la carga
sin resolver de los misterios, él hablaba con ella o presumía
de manejar los tiempos sin la pausa diferencial de la gramática,
lo anterior sucedía en el futuro y este se anticipaba a sensaciones
que ni siquiera estaban ocurriendo, se acostaba aquí y se despertaba
en mitad del campo, con el olor agreste del hurón, las bayas
del endrino o del majueto sirviéndole de parco desayuno
antes de acudir a misa y esforzarse en los espinosos trabalenguas
que se declinaban en las clases de babel,
casi todo goteaba de los libros como de un agostado manantial
y de una brutal enciclopedia con tapa dura y pulgas muertas
entre sus páginas, que se empeñaba en repetir un génesis
sin demiurgo creador, aunque plagado de inquisición y apocalipsis,
una segunda entrada bajo los arcos de la escuela
con caras repetidas elevadas de nuevo a los altares
de una pagana devoción,
en aquel mismo lugar donde dormía la veta de cinabrio,
su veneno enfermaba a las cabras y hacía que su leche
se tiñera de rojo, como sangre.
Zona B:
Sonó la voz del genocida, con resonancias de ogro comeniños en la soledad de la asamblea de la ONU. Ese parece ser el futuro del pueblo hebreo por haber renunciado al distintivo que diferencia al ser humano de la máquina. ¡¡¡JUICIO AL GENOCIDA Y SU GOBIERNO!!! ¡¡¡BOICOT AL ESTADO SIONISTA!!!
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