Camino del arroyo Repenedo
hay unos huertos alargados de tierra negra y olorosa
flanqueados por la sombra de los chopos,
todos tras una valla de horcajo y llata
con una portillera de barrotes,
ayer iba subiendo por la vereda antigua
que descuelga una ramal hasta el arroyo
y encima de una llata estaba ella, la culebrilla verde,
la que anuncia la lluvia con su canto
y que sólo los afectados por la luna pueden oír,
yo lo he sentido como el temblor de una membrana
y he notado que el mundo se quedaba quieto
a la espera del tímido milagro que habla siempre bajito
diciendo que es posible una manera
de cultivar criaturas inmortales en este minifundio.
Zona B:
Mira con atención la foto recurrente de Ana Frank, sus ojos inundados de preguntas, aún antes de conocer la barbarie de la sed y el hambre, antes de caer en manos del sistema genocida. Compárala con las imágenes de ahora, niños y adultos palestinos con la acusadora muestra de sus huesos soportando sólo piel. Y emite un juicio. Nada más.
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