martes, 23 de octubre de 2018

Frutos tardíos




La vacada deja 
un temblor en la tarde, quedan
temblando las esquilas, tiemblan
los abedules y los álamos,

que nadie borre esa caricia
del aire quedo ni el recuerdo
del humo, sólo
porque alguien ha quemado
mi casa y me ha dejado
como regalo la intemperie.

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