miércoles, 31 de enero de 2018

Caribdis

Al otro lado
se alza también el árbol, la farola.
Intercambian sus guiños
y establecen
un diálogo sin voz: las luces, ella,
el rumor y los aromas, él.
También, a veces,
se ve a lo lejos la espaciada pausa
entre colores del semáforo,
el descarnado cíclope trilingüe
con una antorcha temporal
cegándole los ojos.

No saben otra lengua, desconocen 
otra emoción, pero consiguen
que la noticia salte al otro lado:
Nadie ha escapado en verde, Nadie debe
cruzar el mar en ámbar, Nadie puede
quedar parado en rojo sangre.

Ni llantos ni sirenas
han podido enjaular esa leyenda
que sigue dibujándose en el mar.

(Las aceras flotantes,
fingiendo el cabrilleo de las olas,
se deslizan
entre el rumor de las acacias). 

martes, 30 de enero de 2018

La nada y ¡zas!

Mira 
las ubres de la nada.
palpa
su textura vítrea, fofa
y a la vez turgente,

roba
su leche, ordeña, 
mama
su acidez  esencial,
nominativa y sola  

y dile 
a dios que ya está bien.

Luego apaga
la luz del primer día, 
que se note
el nítido portazo.
¡Zas!

lunes, 29 de enero de 2018

Van a morir

Enciende el cielo ya 
y cierra la ventana. ¿No ves
que el aire arrastra ese clamor, retumba
con un estrépito de balas? Queda
la muerte recostada bajo el techo
del almacén, esconde
su huesudo perfil entre los sacos
de forraje y arena y sólo atiende
a quien le muestra las encías. Ella
no sabe sonreír, -no puede
retener el aire-, silabea
los nombres con ceceo, dice:
todoz eztoz zerán miz invitadoz,

ellos olvidan de repente la sonrisa,
pretenden esconderse tras el orden
de unos dientes perfectos, sólo
la lengua parpadea
tras el claroscuro regular
de la balaustrada. Carguen, ar!

Ellos van a morir, se dejan
llevar por el tam tam del corazón,
se eriza el vello, sube
la nuez, qué frío, tragan
saliva o hiel, los ojos
ni siquiera miran, sueñan
con el jardín de infancia y manan,
manan
algo caliente y rojo
justo antes del rojo y frío amanecer.

domingo, 28 de enero de 2018

Otro amor

Ella ya vive en ti, te llama
por un nombre distinto, sólo
usado en soledad contigo, sube
como reina a tus hombros, juega
a ser pequeña y dócil o se planta
con insolente rebeldía, inventa
juegos ingenuos o palabras
nunca antes pronunciadas, luces
que hacen arder instantes de alegría 
o te llenan de dolor,

se coge de tu pelo, ciega
tus ojos con su voz, te dice
recto, sin miedo, así, adelante,
un paso más, y luego
se oye su risa como un lento
crujir de dientes, como
un palmoteo de furor sus manos
descarnadas, ciegos crótalos
celebrando un amor que tú no sabes,
un crepitar de llamas, chispa a chispa
hasta el calor final de la ceniza.

sábado, 27 de enero de 2018

Así, desnudo

Desnudo antiguo, da lo mismo
Praxíteles o Fidias, puro canto
rodado con la arista
dormida o al acecho, como el arco 
restallante de Diana, todo
lo que imaginas vivo y combatiente
se ve, se palpa el toque resultón
de Armani, huele
a la distancia calculada, hielo
entre cristales de Behemia y algo
de no sé qué. 
                         Y sin embargo
es difícil vestir de dios al mármol,
dominar el impulso poderoso
del músculo entre sedas, lana, tul,
tocar la piel sin dueño de Afrodita
que se gusta en espejo, cachemira
virgen, la línea torpe o dura
que no salta a los ojos y huye
del secreto guardado en el cristal,
perfectamente dibujado, preso.

Todo esto a ciegas, antes
de que fuera inventado el huso, el hilo
únicamente el de la araña, llimpia
la piel de protección, de púdicas
hojas de alivio vegetal curando
nuestras heridas naturales, antes
incluso del cendal de nubes
en el que el pudor palidecía, todo
detrás, debajo, en su lugar, tranquilo. 

viernes, 26 de enero de 2018

Un cuerpo

A ese bulto -ciego aún- le das
primero un no lugar, un reino
donde rendirle sumisión visual,
las formas hacen religión, adoran
en ritual primitivo lo que acaba
de nacer a los ojos y lo esculpen
en mármol o humo.
Y tras la adoración ya palpas cuerpo, 
das crédito al vacío y lo rellenas
de pensamiento o te limitas
a avivar el fuego -aún no pira-.

Más tarde sacrificas
en él una costumbre: todo
lo acostumbrado acaba por arder
como los días cálidos de agosto 
consumidos en lenta procesión 
o en piras patronales.

Al final nada escapa
al carnaval del fuego, todo es humo
del holocausto pirotécnico o música
de ruidosa liturgia en torno al ídolo
llevado por el viento.

jueves, 25 de enero de 2018

Ese cielo

Mira ese cielo, turbio
de luz, harto de estrellas, se hace
pasar por techo y duerme
a la intemperie, tan contento,
sin asumir su condición
de desahuciado de si mismo.

Le dejas solo una mañana
en las postrimerías del invierno
y se pone a llorar, duda y se llena
de borreguitos blancos.

O de repente se hace
luz dormida, nieve.


miércoles, 24 de enero de 2018

Migraciones

Esas aves altas que al pasar
dejan el aire tenso, teflón rayado
con la impronta nocturna y virgen
de una emulsión de plata, traen, son
noticias lentas del recuerdo.

A veces se alinean en agudo,
abren el aire con rigor de flecha
semántica, detenida, sólo una ala
parece batir, flecos que impulsan
la progresión de esa noticia
traída de tan lejos, dicen:
allí está, quedó dudando si seguirnos,

¿merecerá la pena o sólo
es realidad lo que allá queda
pegado a su quietud de piedra y hace mutis
cuando las migraciones alzan
el telón ancestral de la memoria 
y todo se contempla tras el párpado
nublado, olvidadizo
de lo que no se ve o atrás se queda?

Y esa placa azul, polarizada
de ambición fotográfica, cargada
de eléctrico aleteo, bate, bate
hasta cuajar la forma de una grulla
y mostrarla, ejemplar: ahora
es más que una ave mensajera, tiene toda
la efímera potencia de la imágen, 
ala sonora que habla siempre
de algo lejano, más allá
de su pretendida semejanza con el aire
que nunca pudimos respirar.

martes, 23 de enero de 2018

Sus grandes manos (un dia Oteiza)

He aquí la figura nacedera:
hay un expectante corazón, un cuadro
enmarcando el espacio, unos
rectángulos ansiosos parecidos
al cubo que soñó el origen, 

dice
unas palabras en euskera como
blasfemando hacia la nada y sufre
el cataclismo de las manos
armadas de buril, uncidas
a la arcilla del sábado, esa
nunca alzará vuelo, esa
no cantará, será pájaro lento,
pondrá huevos
en ángulo menguante, casi
copiados en el triángulo de dios.

Y, de repente, zas,
pondrá sobre la pálida materia
una huella de tiza, creará el hueco
que ha de albergar la forma
para, al final, hacernos
tragar de golpe el espejismo
de una engañosa realidad.


lunes, 22 de enero de 2018

Con leves indicios

Pudiera haber un auge de señales
de sentido variable,
se acumula en pirámide la fruta
gráfica y el aire,
como un paraguas reversible, se abre
en el sentido cónico del verso:

tan alto volará que habrá pasado
de no lugar a espacio interminable
y todo -tan de repente- irá subiendo
a la dificultosa galería
de una azarosa creación.

domingo, 21 de enero de 2018

Pronost

Y ¿cuál la profecía
que se insinúa como alarde
de jerga polisémica?

En ese
críptico mensaje cabe
cualquier enfermedad o lotería,
-su ruido es un rosario-,

la duda es sólo cuándo o cómo,
nunca
qué, a quién o para qué.


sábado, 20 de enero de 2018

Qué come un centauro

Mirado así
lo vegetal no engorda, pero puede
hacer crecer el mito como ocurre
con la repetición. Ya los antiguos
criaban a sus héroes con raíces
sacadas de la entraña fértil
de una cultura matriarcal, lactancia
herética en la forma, aunque sumisa
con la dogmática nutricia. Una palabra
acabada de inventar abría
la marcha, como el pan, y la leyenda
le hacía el coro entre ensaladas
de un amargor estimulante.

Cuando, verbigracia, Edipo
se dio de bruces contra el cactus
de sus remordimientos
se quedó sin paisaje, no porque sus ojos
dejaran de sentir la brisa fresca
de un oráculo aún sin decifrar
sino por una falta puntual de perspectiva
que la moral carnívora provoca 
en los veganos más rabiosos.

Él nunca supo
que su fatal puntualidad era debida
-ah, ley compensatoria-
a la cojera provocada por unos coturnos
demasiado inclinados hacia el melodrama
de la moral y sus abismos
y no al ritmo trepidante
del fatum disfrazado de casualidad.

Y atentos al detalle: nunca Sófocles
-y apenas de pasada el circular Homero-
hizo mención a dietas: ni centauros
atónitos ante un pesebre lleno
de suculentas inmundicias ni manadas
de cerdos a la mesa
de Circe, ya Ulises de regreso
al rutinario paladar de Ítaca. 

viernes, 19 de enero de 2018

Soñar con ello

Me he perdido, estaba
en un tramo lento de lectura
frente al recodo
donde el sentido de una frase
se sienta a descansar. De pronto
el sol se oculta y aparece
una sombra gris sobre la página,

todo
lo que apuntaba hacia el rojizo
y lento atardecer se desvanece 
sin darme tiempo a recobrar el hilo,

el cárabo,
contagiado de eclipse,
telegrafía su orfandad, valiéndose
de su visión nocturna y las letras
sorprendidas por un escalofrío
se agrupan en enjambre. 

No sé
lo que ha pasado, pero
podría ser que el sueño me dejara
atónito y confuso ante un crepúsculo
coyuntural de las palabras.


jueves, 18 de enero de 2018

Cada vez que sale el sol

Ahora debes decidir
si lo importante es el sentido o esa
sensación de naufragio que te deja
el vaivén de las olas, llegas
a tierra y crees
que la quietud te estorba, dale
curso en tu interior a ese debate
como si fuera
una inyección de lógica, pero
sin presumir de diccionario, todo
previo al rigor gramatical, nada
de traducciones, nada
de rodrigos bizarros que apuntalen
algo ruinoso u opinable, nada
que deba darse por supuesto,
tú decides, agua
frente a barro ileso y navegando
o hundimiento en el omnia primordial.

Que se te oiga decir
"Yo no quiero oír más alarmas de incendios
cada vez que sale el sol".

miércoles, 17 de enero de 2018

Hilo hablado

Porque el mundo con violencia nace
deducimos que es esa la manera
de cambiar la apariencia de las cosas,
así la nada plana acoge los relieves
que anuncian la diversidad
con ruido y con temblor,
el todo
se va configurando entre puntadas
de hilo hablado, las palabras
hacen doblegarse a lo que es duro
y lo someten a un esquema
en el que, a menudo, no se encuentra
ni cómodo ni reconocible, pero,
ya se sabe, las palabras 
nunca buscaron la comodidad
de las cosas nombradas sino sólo
una aproximada concordancia
entre su ser y su sonido. Sin embargo
la poesía busca
-con éxito menor, parece-
hacer más cómoda esa forma
de configurar las relaciones
entre vista, palabra y realidad.

Quien mira y nombra debe amar aquello
a lo que apunta el gesto interrogante
previo a la definición y, sobre todo,
debe dejar que la eufonía alcance
el precario equilibrio entre lo neutro
y la afirmación individual.

martes, 16 de enero de 2018

Manual de uso

Abierto el libro, entrecerrado
el cielo, mira
y no des crédito, replica
con tu risa floja, vuelve
la espalda a los espejos
que nunca dicen nada, pacta
con esas luces empeñadas
en negar las formas una
tregua nocturna y a lo sumo
transige
con la verdad ambigua, 
que ella,
desde su histriónica cojera,
sea la procaz protagonista
de nuestro censurado carnaval.


lunes, 15 de enero de 2018

Flor de otoño

Quién susurra a tu oído,
flor de otoño, ruina dócil
de una antigua belleza,
quién proclama, irreverente,
este galimatías de las formas
pujantes, aunque muertas y guardadas
entre algodones ácimos por esa
titubeante llama de la fe,

acaso el viento laico
y lagrimal del invierno llene
de ausencia tu coraje, viva
aún entre el ocaso
de los colores vivos,

                                  oro
cargado ya de edad y de quilates
de ambigua ley, aunque empeñado
en mantener a flote las empresas
más ruinosas del mundo.

domingo, 14 de enero de 2018

Raíz de nada

Qué sonido es ese de la luz
que no se deja oír, que sólo
colorea las cosas y las hace
corpóreas y sutiles.

Miro
la distancia iluminada donde
con pausa se ha instalado el mundo,

allí arde
como un ascua de memoria
ese instante perpetuo 
de la creación.

sábado, 13 de enero de 2018

Chute

Ahora
que conoces el tono de mi voz
déjame que te hable 
a la manera de la piedra de afilar, asidua
a mármoles lacónicos o mudos.

Una palabra es apenas algo
para abrir boca, aperitivo
que en lugar de saciar despierta el hambre.

Podría
ser esa cosa bífida que asoma
como burla en los labios, simple
mímica de ofidio, dispensadora de veneno
en el arrabal del corazón, con la sintaxis
intramuscular de los colgados
que se inventan idiomas
a medida de su necesidad.

Por miedo
a las afonías prolongadas uso
los indicadores de madera para
que mi lenguaje llegue
indemne al cruce de caminos. 

viernes, 12 de enero de 2018

Pítica

Ese 
puntual matacaballo
que llega por ahí con vértigo,
como pidiendo mas profundidad,

ese
recado de sirena o nieve
que vence la distancia como
florida progresión de mancha
sonora
             
              o ese
repique de metal
ubicuo y lento como
voz de presagio, acaso
me traiga la noticia
de que un día no lejano
podría ser feliz.

jueves, 11 de enero de 2018

En imprecisos términos

Caminamos despacio hacia el final,
huimos o avanzamos cautelosos
hacia el poliedro blanco, el él refulgen
como señales las palabras mudas
que quisieron ser voz y adoctrinarnos
sobre la inasible realidad.

Aquí abajo
todo es oscuro, con sonido
de bordón continuo semejante
al inconsútil hilo de la vida.

Nada vendo, nada ofrezco, porque nada
hizo nido en mí y ni siquiera
mi voz os llegará con un sentido
afirmativo y singular, testigo
de experiencia y de convencimiento.

Contra el vértigo de la miarada
estos ojos en blanco y un temor
que siempre acaba en cicatriz.

miércoles, 10 de enero de 2018

Hlvanando historias

Giró en vuelo rasante
sobre las cabezas, -zas, zas, zas-,
y, como una hoz o un haz de luz,
segó las diferencias, dejando todo
en planitud, lo mismo el alto tirio
que el menguado troyano,
como si tablas fuera
su ineludible sino, Aquiles lejos ya,
subiendo a pie la cuesta
de la inmortalidad, con síntomas
de una ridícula cojera, Paris
en brazos de la niebla, soñador,
como si nada.

Yo, mientras, a la espera,
apuntando los días en la arena
como en esquela funeral, hasta tenerlos
todos alineados a los remos
de este cóncavo ferry que ha de hacernos
surcar el tiempo de rizadas olas.

martes, 9 de enero de 2018

Debajo de las ruinas

Y ahora
un momento de pausa, una
mirada al hierro, como 
obligándole a velar sus armas,

es preciso un golpe
en el metal dormido para
que sueñe por nosotros
mientras vencemos el insomnio. 

Nada nuevo se me ocurre
y risa
me da que alguien pretenda
hacer arder de nuevo la ceniza.

lunes, 8 de enero de 2018

P. Rosetta (el comienzo)

Seguid la estela del punzón,
que sea traducida toda huella
anaglifa o cuneiforme y hable
con incisiva voz o con herida
la luz rasante,
                          deje
al descubierto cada sombra
semántica de lo que el escriba
pensaba al ir sembrando
de dudas la tablilla.

domingo, 7 de enero de 2018

Arda yo en esa pira

Él apuesta por eso
que está más alto, dice
cien por cien y prende
la llamita de aceite.

Esa 
sí que es una apuesta
a ser o nada, el doble
de la mitad o todo 
patas arriba.

Enfrente queda
el reducido mundo
del que ve lo que mira
nada más, del que desecha
lo innecesario y lo hace
flotante espuma.

Arda yo en esa pira. 

sábado, 6 de enero de 2018

Tierra de campos


                                               (Para MCA. en homenaje)

Por poner un ejemplo:
numeramos los himnos que cantaron
las sagradas voces, esos arcos
de palomar románico sonando
a campana solar,

sus citas fueron siempre
verbigracia y apócope
de lo eterno -no resumen-,

levantaron
el emblema feudal de la llanura
consagrada a avutarda

y aún deciden
el dibujo final siguiendo el vuelo
nupcial de las grajillas, como un hambre
casi imposible de saciar.

viernes, 5 de enero de 2018

Al oeste

Esa ocupada distancia
donde enraízas, árbol
de intraducible sombra,
esa
agraz sabiduría que no suple 
la oscuridad de la ceguera,
esa
manera acuosa
de contar historias, lado
de acá de huerto, río
frontero dibujando
una serpiente vegetal,
escoba
que ha de poner un freno
al festival de polvo del desierto,
ese
pudor original de la ignorancia
en plena desnudez, las hojas
de parra acusadoras, 
esa
falaz memoria,

¿ y dices
que aquí anidó el milagro
de aquel sueño ajardinado?

jueves, 4 de enero de 2018

Cal viva

1

Cuando miro el espejo
no consigo explicarme
cómo te lo montabas, magistral,
escurridizo juan de yepes,
siempre sin ancla, siempre
mirando a las alturas de perfil,
como un ojo de gallo
liberando un sutil quiquiriquí.

2

Y tú, teresa,
vuelve en ti, regresa y mira
tus monjitas obreras devanando
letrillas de canción, maitines
para noches de luna, 
baja rauda, bruja
sobre mística escoba, que ya nada
queda arriba por barrer y abajo
-mira siempre debajo- apenas
un sartal de rosario al hilo
de volanderas pelusillas
de pubis de ángel. (No fiarse)


miércoles, 3 de enero de 2018

A tercera lágrima

1

El ojo es ver,
camino el pensamiento,
deja
vapor teñido y cielo raso
como colofón, y luego
pasa el tren haciendo
su oscurecido comentario.

2

Después llega el punzón
como palabra dicha
sobre cera propicia, sólo
la abeja es digna
de semejantes diagonales.

3  

Oíd, oíd:
no es oro
todo lo que en bolsa sueña.

martes, 2 de enero de 2018

Casi todo, casi nada

Qué río 
tan caudaloso para cauce
tan austero, casi todo
en la palabra nada, casi todo
lo visible puesto en pie, debajo
de la luz conjurada, dado
en ofrenda, sometido
al amor primitivo de las formas
recién creadas.

Ellas
se dejan ver, querer, se entregan
a quien ni siquiera sabe
que le han sido confiadas.

Casi todo, apenas nada,
"no es necesario
que echemos de menos algo
para que nos falte".

lunes, 1 de enero de 2018

Rendir memoria

Para eso está el imán
de la fotografía, marcando el paso
a la memoria boba.

Lo mejor es volver, imaginar:
estará allí esperando, vive
aún sobre nosotros, nunca
mezcló su sombra con el polvo
iluminado del atarderce
y sin embargo estaba
siempre atento a la magia
del rayo verde,
negando con el gesto, despidiendo
cualquier señal de amor, por imposible
que pueda parecer
en este tiempo desdoblado.

Nos queda ahora la tristeza
de su fundido en negro, ciegos
a su mermada voz, atentos
a su escritura prodigiosa.