Qué extraño el reino de los átomos,
ellos no conocen la conciencia de lo inferior,
suponen que el mundo es un hermano
mayor que ha sucedido sin yuxtaposición ni esfuerzo,
como ocurre con ellos, sin amor ni maternidades interpuestas,
verlos así, desnudos,
sin esperanza de juntarse con otros de su especie,
eternamente condenados a una guerra
de protón a electrón,
Rómulo y Remo amargando la vida a su madrastra,
y todo porque a alguien se le ocurrió censarlos
con ese nombre tan ingrato.