viernes, 8 de abril de 2022

Tubos de forja en la collada de los vientos

 

Sigo a la escucha,

nada suena como tu voz,

los tonos altos los recibo

como gotas de lluvia, los más graves

con estremecimiento, tengo

fijos los ojos en la luz

que declina al oeste, 

tarde, muy tarde ya para buscarte nombre,

si hemos cubierto la distancia

entre la fragua y el altivo mirador

es que nunca fue necesaria

la mano del herrero para hacerte

sonar con esa voz tan inhumana,

¿o quedarás en instrumento

capaz de aprovechar los recovecos 

de la casualidad para que el viento

saque de ti un lenguaje?

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