lunes, 25 de abril de 2022

El sueño del falsificador

 


Duermo con el plano del templo

debajo de la almohada, cuatro líneas maestras

cercadas por un peristilo 

de puntos negros, un rectángulo 

de sagrado silencio que se impone

al crujido enfermizo del papel. 

Hasta esta periferia

nunca llegó con suficiencia

el caudal de creencias y sestercios 

para justificar la construcción de un ara

a un diosecillo secundario,

yo mismo dibujé los planos y los guardo

debajo de la almohada para darles 

el deterioro con que la antigüedad

adorna a las mentiras memorables.




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