jueves, 29 de julio de 2021

Generaciones diferentes


Rige el tono de la piel

así como la espiga oculta en las ranuras del cerebro,

y tiene algo que ver con la prontitud del nacimiento,

cuando la edad progresa, se entretiene

en añoranzas, busca en el aire parecidos

con su fatigoso avance, siempre

pensando en los iguales que pusieron

suelo al camino, dividiendo en dos los valles 

con la plata del río,

ocupando espacios que antes nadie quiso ocupar,

y sin embargo

su lenguaje coincide cuando quieren

diferenciar el bien del mal usando filtros

que se empañan con la edad y enturbian

la visión de jóvenes y viejos.





Escribo a lápiz

 


El adorado lápiz,

el preferido de los dioses,

ellos riegan su cedro, 

suben sus pulsaciones cuando cierro

en torno a él los dedos y abro

con asombro los ojos esperando

lo que él suele dictar, 

muerdo tibiamente ese perfume

oriental, tan añoso

como la edad indómita de homero,

sueño alguna vez con él cuando me alejo

del aceite de su alma de grafito,

su luz compite con la polar circunferencia

en la que el sol gobierna

las incontables horas de labor que dura un sueño.

miércoles, 28 de julio de 2021

Desde arriba

 

El alma se encarama

en la dificultad, nos pone altura 

para que esforcemos la mirada

y alcancemos a ver lo no visible,


desde arriba, en la percha

como un halcón de fuego,

nos enviará mensajes

de pluma y pulsación para que demos

fe de que vivimos.

martes, 27 de julio de 2021

Mirador de El Pando

 


Nos asomamos al mirador que da vista al embalse,

allí pasta una manada de caballos semisalvajes

haciendo realidad el exorcismo de las cráteras griegas, 

unas lanzas enmarcan su perfil y unas sinuosas grecas

alzan una civilizada cerca en torno,

sus ancas de brillante almagre

rivalizan en el charol de la cerámica

con los guiños de las armas

de los hoplitas que se pliegan

sobre sí mismos en respetuoso acatamiento 

del óvalo menguado que la leyenda les dictó,

(qué lejos ya la guerra

que disfrazó la muerte de heroísmo),


luego, al bajar hacia el agua,

una brisa marina entre  los montes

nos hará ver a ulises regresando

con pesadumbre a ítaca, a sabiendas

de que nunca las sirenas volverán a cantar

para quien ha tapiado sus oídos

con la rutinaria cera de los días.

lunes, 26 de julio de 2021

... hasta perder la cuenta

                        

                          Para Ana, peldaño arriba


El cristal

coronando la araña

traslúcida que refleja el ébano

dormido de la mesa,


unas copas haciendo

sonar como cadenas de oro

la ingravidez de las burbujas,


y una celebración que suma

como si fueran golpes de reloj los años

que va cantando el carillón

hasta perder la cuenta.

domingo, 25 de julio de 2021

Cierro ahora los ojos


Cierro ahora los ojos, viene

cuesta abajo el mar del trigo,

el oro viejo de la corricasa 

y la pelambre albina de la avena loca,

la hoz dibuja el signo de interrogación

recordando los tiempos en que dudar era un delito

y el sol nunca jugaba con los hierros

abrillantados por el uso, viene

mermado el mar, las olas

tumbadas tras el paso 

de las cuadrillas y los haces

acantilados bajo el signo 

familiar del almiar, casa maciza

de sueños comunales,


después venía la trilla y la disputa

entre el oro y el viento que dejaba

una alargada estela sobre la alfombra de la era

mirando siempre al sur, como nosotros.


sábado, 24 de julio de 2021

Tan fácil lo difícil

         

                (Irene Vallejo, su presencia)


Vigila el junco

sus límites y encuentra 

que el infinito se divisa

desde su atalaya verde,


un abanico

de flores grises le corona,


suele decir sí y a veces

cabecea con el viento,

flexible, sabio, tan consciente

de su debilidad inquebrantable.

viernes, 23 de julio de 2021

La perfección


 

Mi zurrón 

lleno de piedras transparentes,

las manos palpan

esa superficie adusta y reconstruyen

la dificultad de su amor silencioso que no siempre

es permeable a percepciones exteriores,

las piedras sólo vuelan

por mandato ajeno y obedecen

a la física plana de la inercia, aunque saben

de aventuras sin plan de vuelo,


sin renunciar al sueño

por si un motor quisiera dar aliento

a su pesada ingravidez,

hablan así, con el silencio entero

igual que los polluelos que se empeñan

en quebrar la dureza de la cáscara

y reinar desnudos sobre el pálido desastre

de la piedra perfecta que fue el huevo.

jueves, 22 de julio de 2021

El lugar de las cosas


Sigo con los ojos la deriva caprichosa

de una pelusa de álamo,

ella no mira abajo ni siquiera tiene voluntad

para oponerse al viento y darle

el nombre de capricho a esa tortura

tan mareante de subir, bajar, 

hacer mil veces un recorrido inútil

para acabar acaso entre las babas

de un perro juguetón que la persigue

confundida con una mariposa.

miércoles, 21 de julio de 2021

Vuelve a rodar ese vinilo

 


Si te comparo con la luna

lo circular se nubla y me remite

al disco de oro con canciones

enloquecidas del pasado,

volverte a oír girando

en el oscuro cielo y compararte

de nuevo con ese punto ciego

de lo que fuera azul y luce ahora

el elegante luto 

de los adictos a la soledad,

arriba siguen los gansos de la noche

transparentando su ansiedad

contra el dorado techo

de ese sueño tan redondo.

martes, 20 de julio de 2021

La llamita que ardía en la cocina

 

Aquel verano tan irregular

del cincuenta y tantos con naranjas 

rodando sorpresivas desde el maletero

de un coche de temor igual que soles

que poblaran de color rubio los sueños,

el dolor meñique fue pintado

con sangre sepia por el daguerrotipo

y en el patio de la escuela 

nunca faltaban las apuestas sobre aquello

que nunca iba a llegar,

el asma blanca de la costumbre

continuó haciendo esfuerzos para que pasase

por el camino tan estrecho el carro de heno,

y la delicia perfumada de la hierba segada

compensaba con creces el sudor,

pero una lluvia inoportuna

vino a romper el vidrio coloreado de la tarde

y sus filos tan desorientados

hirieron con muerte silenciosa

la llamita que ardía en la cocina.



lunes, 19 de julio de 2021

Esperad, ahora vuelvo

 

                                                                    

                             ... veni foras


No es esa vida, la del milagro

reclamado ya por el olor dulzón

lo que se ha perdido,

es el hilillo débil o la difícil conexión

con lo que queda,

hay que retirar la piedra que sellara

la incredulidad, gritarle

al silencio vacío con las vendas

rodeando aún esa figura torpe

e incapaz de esperanza,

y hacerlo con firmeza

contra el cansancio o frente a la duda

de la hora tan tardía,

después de varios días perdidos

esperando volver a ver amanecer.


domingo, 18 de julio de 2021

Toque de doce



Qué oficio tan desaliñado

el de campanero en estos días

en que casi nada suena a bronce, 

deberían dotarle de un uniforme de aire 

que pudiera colgarse

del pico cigoñal de la veleta

para remediar la dignidad agujereada

de la bandera,

abramos la gramática sonora

y repasemos cada caso 

de la declinación activa del tam tam,

atentos siempre a los volteos

descontrolados, a las festivas

arritmias del maquillaje y el disfraz que cubren

de fingida humanidad los laterales de la procesión

festonada de anuncios de alimentos de signo irreverente,

nunca debe oler a incienso

la desbandada de vencejos que persigue

como a jaculatoria el florilegio

de tábanos urgentes en la liturgia del domingo,

ni debiera

ser pasado por alto el albedrío clerical

con que el empleado laico se reviste

para adornar fuera de norma el regulado

y canónico estribillo del dos por dos que cierra el toque,

(se sabe que debiera terminar

como el obturador de cámara, con un clic ajustado

y un fundido en azul como el del cielo).

sábado, 17 de julio de 2021

Katábasis

 

Este es el plan,

mi particular anábasis bajando

desde las tierras altas que trajeron

inquietud a mi alma y periferias con olor a albañal

a mis ojos cegados en el verde campesino,

ya estaban alertados por el borboteo de una sangre 

no vertida aún en prácticas quirúrgicas 

ni asomada a espejo ni soñada

como arroyo escondido o rugidor,

antes hube de pensar en la pendiente

que ha de ser medida con la impedimenta

de armadura y bagajes, hay que darle

tiempo y fuelle a los alardes de la lentitud,

el corazón sabe esperar

pero nunca llega a tiempo si le citas

de largo, has de respetar su ritmo 

de péndulo infinito, por eso duran más sus horas

entregadas a meditación y suelen 

acabar en blanco tras estadios 

de sudor y parasangas de espejismo, 

y qué pasa con esos propósitos de aceleración 

que nunca llegan a nada o se entretienen

mirando en el reflejo de las aguas

la pensativa estela de quien huye siempre

sin abandonar del todo su lugar.

viernes, 16 de julio de 2021

Poco sabemos de eso


Podría parecer

que la quietud deja su huella

en la plastilina de la noche,

que la impronta de los sueños

pone un sello de saurio perezoso

en el légamo blando del temor,


podrás interpretar la oscuridad 

mirando esos relieves dactilares

y avanzar hacia el día 

con la lentitud firme del alba,

certera y previsible,

obligada a triunfar sobre la sombra.

jueves, 15 de julio de 2021

Resignado a las maneras civilizadas del jardín

 

Al final me he visto obligado a regresar,

tanto verde en los ojos hace aguas

y la visión se queda en blanco

imitando el arrastre de las nubes,

y aquí me tienes, resignado

a las maneras civilizadas del jardín,

comparando las arduas diagonales 

de la concepción radial de los arriates

de domésticas flores con la magia

desordenada de los prados, sufro

de concentración, lo que antes me llegaba

a pasos lentos, modulado

por la quietud de los horarios, viene ahora

acelerado por el torbellino del calor,

pretende instalar el olvido entre mis hábitos 

o me somete a juegos nemotécnicos

de los que ha sido eliminado el beneficio

de la distancia y de la perspectiva.


II


Ya no hay tórtolas ni diapasones ácidos

alzando el dedo para comenzar un trino,

los jilgueros han quedado atrás y se columpia

un arrullo gandul de repetición y de pereza

en el abeto desmochado, este es el reverso

sinfónico de todo lo escuchado,

palomas grises y páginas virtuales sollozando

el melodrama semanal y un nudo

mojado en la garganta de muy difícil solución,

salvo que acuda a las angustias

perimetrales de la dehesa donde todo

se mueve más despacio

entre el olor de la resina.


miércoles, 14 de julio de 2021

Sólo son consecuencias de algo desconocido


Salgo al campo, 

la mañana cuelga como una exposición

inestable de gotas de rocío,

todo lo habitual es percibido

como un simple antojo de la mente,

hasta el café que sigue difundiendo

su caliente aroma de ojos a nariz

pretende hacer milagros,

cuando huele a pan el campo se reanima

y puedes ver las cosas ordinarias

retomando su familiar aspecto 

de reses liberadas, en cambio hoy

el olor es a hielo y su resplandor

-que la memoria sigue humedeciendo en pleno julio-

hace que todo ruede con impulso de río,

con potencia de ola y con rugir de mar. 


II


Las creaciones se suceden, igual que rodamientos,

cada mañana un halo,

en cada pensamiento un brillo de niebla condensada,

cualquier cosa oculta su apariencia

para que los ojos sustituyan la monotonía por los ruidos

sagrados del ceremonial,

escuchas campanas y son gotas de reloj escurriendo del musgo,

los helechos se han convertido en celosías

para preservar esos misterios

de las miradas que podrían profanarlos con dedos torpes,

hasta tu piel reclama la crema protectora

contra un sol desvergonzado que se asoma

a los cerros de oriente desparramando hosannas,

sí, el rocío,

la sacralidad del pórtico

a una hora tan temprana.


martes, 13 de julio de 2021

Siguiendo al bardo

 

El viejo bardo 

remataba siempre su escritura

de poemas ciegos con en arrastre

de tinta oscura administrada

con su barba canosa e irregular,

no era su sentir como el de homero

ni sus sandalias recorrían

los caminos heroicos de la desolación,

sus héroes eran las hormigas, los pájaros menores,

la cigarras de hierro y los lagartos

de mil ojos que servían

en las ruinas del templo como arúspices

del intrincado oráculo, su vicio más venial

era el del vino que ofrecía

en amistad pacífica a los dioses del camino

en libaciones silenciosas a la sombra

de tilos destinados a aliviar el cansancio

de burros y viajeros,

en el brocal del pozo permanece

su perfil esculpido y la sentencia

que le obligó a morir en el destierro.


lunes, 12 de julio de 2021

Cardo, corazón morado

 


La espinosa flor que exhibe

su corazón morado entre puñales

como si fuera una estampa

de historia natural perdida

entre fervorines polvorientos

de otra edad, de otro lugar,

de otra memoria.

domingo, 11 de julio de 2021

Ni siquiera en sueños

 

Me despierto en la noche

con la enfermedad de modigliani,

el corazón se tumba

con la rojiza desnudez de sus vapores

flotando sobre el azulejo

doméstico del desolladero,

amable es la violencia del diseño

y la horizontalidad ayuda a descansar de la inquietud,

vosotras, medias lunas, qué animales mansos 

traeréis a abrevar en esta calma, si toda 

la sed se quedó abajo, entre las truchas arcoiris

que mueven con temor el abanico de sus aletas

para ocultar cualquier indicio

de velocidad o de impaciencia.

sábado, 10 de julio de 2021

Una llamita verde

 

En las etapas últimas

buscaba formas en la arcilla

amarillenta del humedal,

por las noches 

llegaba hasta mi sueño

una llamita verde que flotaba

como una píxide votiva

sobre el inventario de las formas,

y, al despertar, las manos

seducidas por la sensualidad del barro

se atrevían a disputar a los demonios

el diseño exclusivo de la creación.


viernes, 9 de julio de 2021

En ristre el cuarto de hora





Un cuarto de reloj por el oeste

subido a cielo no es un cuarto

de esfera solamente,

ni el carillón dormido puede darte 

la alarma contra el tiempo

que acabas de perder corroborando

el paso inexorable de la aguja

de norte a sur, tan cardinal y efímera,


descanse el ristre al otro lado 

del alertado corazón, tan de yahvé,

la guerra detenida sigue 

subiendo como arena numeral

y puede 

acabar coronando el recorrido

antes de que el sol llegue al ocaso.
                           




jueves, 8 de julio de 2021

Los recuerdos dormidos

 

Los escenarios se repiten

pero no los actores, -o ¿es al revés?-

unos callan por amor, los más por miedo

a la inanidad de la palabra,

y los que hablan usan

la cuerda de tender para que el aire

oree los girones de la oscuridad 

que aún les afectan,

en cuanto a mí, he regresado, tuve

los recuerdos dormidos, pero ahora

que ya han alcanzado la dureza

de la vigilia prolongada dudo

sobre la conveniencia de exponerlos

a la vista de todos

recién salidos de la lavadora.

miércoles, 7 de julio de 2021

Conectados a respirador

 


Tal vez se haya alcanzado ya

ese punto de tictac respiratorio

en el que no se necesita iniciativa

para que el oxígeno circule,

sin que eso signifique que el beneficio llegue

a todos por igual,

un aroma a lavanda

hace vibrar las aletas de la nariz

de las enfermeras de hospital,

ellas no conocen el origen

pero ejecutan con precisión de jeringuilla 

la administración de dosis

sin importar que los enfermos

sigan respirando poco a poco

el olor a muerte que los tubos

llevan a cada sala puntualmente.

martes, 6 de julio de 2021

Altiplano


Un día de especial silencio

subo al altiplano que el viento barre con ferocidad,

nada, ni la hierba tumbada,

ni las coronas negras de quemados antiguos

me hablan de las desoladas idas y venidas

de juan benet buscando conchas

marinas en la memoria fósil,

queda, sí, la miseria intemporal

de un paisaje diseñado 

para servir de fondo a las tinieblas

de la semana santa, con los cuervos

poniendo voz quebrada al regocijo

por la llegada del verano.

lunes, 5 de julio de 2021

Un autobús sin conductor

 

Aquella sombra se subió al autobús,

algo sonó a metal cuando su pase

fue chequeado por la máquina

y los pasajeros percibieron

un cambio de presión en los oídos,

la voz que anuncia las paradas

enmudeció y las luces

de la pantalla parpadearon,

luego la eternidad 

redujo a polvo el recorrido

y se vieron cruzando lenta,

muy lentamente las arenas

urbanizadas del desierto.

domingo, 4 de julio de 2021

Libros de tapa negra

 

La vida eterna se asemeja

a la tapa negra de un libro de poemas,

nada de su interior se transparenta,

nadie de los que optaron por entrar ha regresado,

y si un día llega a abrirse por efecto

de un alocado vendaval

la velocidad de paso de sus páginas

hará imposible la lectura

salvo que gocemos de la gracia

cinética de hacer volar

a una paloma encuadernada.





sábado, 3 de julio de 2021

Aire de establo

 

No le molestaba

aquel aire de establo, las boñigas

dando calor a la penumbra y apoyando

una fertilidad comprometida

por igual con el trigo y la cizaña,

por otro lado el amistoso

vapor respirado por las vacas

y su familiar meditación

quedaban siempre a medias

entre el hexámetro de horacio

y el reciclado de fray luis.


viernes, 2 de julio de 2021

Los inquilinos de los cuentos


Incluso dentro de la muchedumbre

del bosque hay luces cabalgando

la independencia móvil de las hojas,

un tembloroso enjambre que podría 

tejer el oro blando de la miel

en torno a la manzana reina

y su leyenda venenosa

o hacer caer en duermevela 

a más de una princesa despistada

que sigue a pie juntillas los embustes

de la luz mercenaria.

jueves, 1 de julio de 2021

Biblioteca nacional

 

He visitado el edificio de la biblioteca nacional,

con dificultad he coronado los últimos peldaños.

-manía de escaleras que a nada llevan-, suponiendo

en cada escalón un solo libro llegaría

hasta el umbral del siglo de oro, entre batallas,

rompeolas y pasillos donde las conspiraciones palaciegas

hacían sus labores de polilla,

todo un arsenal de variaciones 

descoloridas por la levedad de la memoria,

pero no he querido entrar, sobrevolaba

por doquier el escepticismo de los esforzados

a los que nadie curó de sus heridas.