miércoles, 31 de agosto de 2022

Los círculos perplejos




Leo,

surco el agua con un dedo,

pregunto a veces por la congruencia

a los círculos que van surgiendo alrededor,

qué significa ser, cómo se mira lo que es,

cómo se acerca el pensamiento a lo existente,

luto a luto van quedando atrás

las formas agotadas, se acelera la contemplación

con ansia sabedora y no da tiempo 

a verlo todo y confirmarlo,

faltan vidas o sobran emociones

cuando todo pasa tan veloz como los árboles

crecidos en los bordes

de las carreteras secundarias.


martes, 30 de agosto de 2022

Épsilon o eta

 


                             (Evanäscente)


Hoy en clase

no me obligó el dictado,

tu pereza me dio mañana libre

y pude divertirme con palabras

de nueva creación,

no sabes

lo consolador que puede ser

encontrar en la tierra el balbuceo

de la lombriz, alfarera de letras, 

su movimiento

de pausada torpeza inaugurando

un alfabeto de materia y barro,

la mirada

interpreta los signos y pronuncia

con reverencia un nombre: 

épsilon de rabia viva,

o la ortografía secundaria

de eta revestida de femenina esencia.

Pudo haber sido así, pero no quise

cultivar esa tierra donde todo

puede llegar a florecer

con la gracia mojada del bautismo.

lunes, 29 de agosto de 2022

La pieza vive sola

 


La pieza vive sola,

se emancipó hace tiempo y mira

con asombrada placidez la marcha

cronometrada de la máquina,


una

chispa de luz se ha colocado

como vanguardia partisana

sobre un ángulo cromado de su caparazón,


quiere parecerse al surtidor

que brota de la mística vorágine

con que Bernini cinceló el orgasmo

del mármol blando de santa Teresa.

domingo, 28 de agosto de 2022

Un efecto

 


Saltar del trampolín y hacerle

un agujero al agua para el aire,

lo azul pervive con su fe

como si todo fuera líquido y bastara 

con agitar las manos y los pies

para llegar al otro lado

donde las líneas paralelas

de la piscina se consuelan

disimulando la distancia.

sábado, 27 de agosto de 2022

Una música de fondo

 


Hoy sigo apreciando esa cicatriz que alude

con pretendida heroicidad al tiempo ciego

de la cobardía y el temor,

secó la sangre el viento y la memoria

dejó de hablar de plácidas batallas

al estilo de Uccello

donde nada cruento sucedía,

las heridas nacían ya cerradas

y el dolor ausente se suplía

por una música de fondo, 

como el miedo mirado en un espejo.


viernes, 26 de agosto de 2022

El alma cúbica de lo negro

 



Lo negro se alza en promoción

y se afirma en la ventana sin reclamar paisaje,

vela por la intimidad de la habitación en pausa

o por las almas trémulas de todos los objetos

encerrados dentro, 

                                        qué fuerza

sobre la cal del muro

tiene el rectángulo afirmativo que se asoma 

con arrogancia al mundo, nada,

nada más que una ofrenda

para los ojos, pura creación inerte

cantando las alabanzas de sí misma.



jueves, 25 de agosto de 2022

Olores de un mal siglo

 


Como un mal siglo 

se ha ido secando junto a la pared

colgando de cadenas, sólo huesos

y la ironía de los dientes

que siguen insinuando una sonrisa,

se ha ido evaporando,

ni siquiera el mal olor nos habla

de abominables cosas, luces

de tea inquisidora, hoces

de muerte cereal y espigas

decapitadas y molidas

como harina maldita,

se oyen voces, harapos de conversación

en castellano antiguo,

nos seguirán a todas partes

los cargos de herejía,

dioses hay, aunque prefiero

crepitar entre llamas.

miércoles, 24 de agosto de 2022

Una mañana

 


Una mañana delicada,

el aire dócil y sin ruidos,

de repente un disparo, 

los pájaros se asustan

y los perros ladran,

mi corazón encabritado

ha gritado en silencio

una imprecación y el vidrio

de la luz se precipita

sobre mí como una lluvia

de múltiples aristas. 

martes, 23 de agosto de 2022

Sonidos de arrecife

 


Ahora vuelvo a oír esos sonidos

que tanto temo,

le pregunto a quien conmigo va 

si debe sentir miedo un alma libre, 

él me contesta

que no hay temor que llene por completo un alma,

pero deja la puerta abierta por si hubiera

que achicar la abundancia

antes de que llegue

a superar la línea del rebosadero.

lunes, 22 de agosto de 2022

Sigo buscando nombre para él

 



Lo negaba todo

especialmente si se trataba de comida,

ni el frío ni la soledad le concernían,

sólo el hambre, a la que describía

cruzando las pupilas y dejando en blanco

la moraleja del final,

los momentos de fuego se recuerdan sólo

por las quemaduras y, si acaso,

por el olor a chamusquina,

solía decir salta siempre hacia delante

aunque oigas un sonido de agua,

mejor el agua cantarina

que la piedra callada,

sorprendía con su conocimiento canallesco

del ángulo inocente

y puedo aseguraros

que no había leído el Lazarillo.

domingo, 21 de agosto de 2022

Cónicas urbanas (++)

 


Esto es lo que ocurrió,

quisimos demostrar con un discurso razonado

la anatomía femenina de una casa manchega

partiendo de un tendal de ropa con olor a tiempo,

en él colgaban armas de uso diario,

herramientas para humanizar el barro

junto a fantasías reservadas 

para el combate cuerpo a cuerpo

con la doncella que amasaba el pan,

también el suave olor a sombra

de las paredes encaladas con un toque

discreto de azulete, pañitos de croché para el botijo

y huesos funerarios de persiana

por donde espiábamos el mar,

un recurrente bozo de inmortalidad nos permitía

compartir en silencio los temblores

de un televisor binario que regurgitaba silogismos,

ganando al tiempo las apuestas

sobre las voces con ronquera crónica

en una garganta de mujer, 

un viejo libro del quijote

bostezaba su ausencia en la repisa donde sólo

había figuritas de cerámica,

en esas

estábamos, eternos en mirar

y ciegos en administración de resultados,

dos flores pequeñas se asomaban

como gorriones al balcón, con ojos

oscuros y visiones claras entre albahaca y alhelí,


no guardes rencor a Apolo, él desconoce

la hondura de tu desazón y puede que también sus dientes

hayan llegado a la corteza de esas frutas

todavía en agraz,

él sólo señalaba hacia la niebla 

y allí estaba Madrid, enlutecida,

en bragas blancas de canalé,

tapándose los pechos y aspirando

el humo negro de los coches como vestido

para poder bajar al bar, mirarse en el espejo

con normalidad y alzar el vaso de cerveza

lleno de lágrimas por fuera.

sábado, 20 de agosto de 2022

Con L. Glück en el andamio




Arriba,

en el andamio con la señora Glück,

subiendo materiales inertes para que el edificio

no pese demasiado y sea posible llegar al cientoveinte,

marearse en el exceso de lo vertical y protegerse

con la red anudada de la conversación con uno mismo,


desde aquí nos queda más cerca el horizonte

y los dolores en el brazo derecho, el que maneja

ladrillos y cemento, -no pinceles-, no son tantos

como cuando escribo, dice, las palabras

duelen como un parto, anuncian resurrección 

donde antes hubo muerte, de esto los médicos poco saben,

acostumbrados a medir temperatura 

asociada siempre con dolor y aquí ya nada duele, 

sólo siento el hueco de la sensación, una alegría

tan llena de cansancio que podría quedarme

dormida a estas alturas del andamio,

a un paso de alcanzar la curvatura

con que la luz declina hacia colores

no calculados por el arquitecto.


viernes, 19 de agosto de 2022

¿Cómo serían los desgarros sin el recosido de la infancia?

 

Así es el aire por aquí, 

jugando entre lo mágico y sacrílego, 

baja del norte con la furia

de las tijeras de podar,

las pobres ramas del manzano

por tierra, llenas de prometedor verdor,

no sabe a nada su sangre verde

y esa mala costumbre,

la de lamerse las heridas,

no aporta más que el sabor pastoso del dolor,

se poda un árbol

y la vida se ausenta unos segundos,

pero regresa luego como un himno

tras el apagón de las tinieblas.


El aire sigue burlando las esquinas,

mezclando sueños con recuerdos.


Cómo serían los desgarros

sin el recosido de la infancia?

jueves, 18 de agosto de 2022

Nadie dice nada

 



Cómo hay que mirar

cuando alguien cubre tu cara con la sábana sin decirte nada 

y no permite

que tus ojos pregunten -ya cerrados- 

por el siguiente paso del ceremonial,

la persiana aún consiente ese rumor de líneas blancas

sobre el sudario,

nadie dice nada 

y todo lo presente se disculpa -está de sobra-,


tus ojos -ya cerrados- se preguntan

por cómo han de mirar y nadie dice nada,

acaba de apagarse la pantalla y una línea recta

marca el curso al asustado río de la vida,

y nadie dice nada,


si pudieras mirar al exterior

verías el número familiar de tu autobús

girando en la glorieta

como si preguntara por la dirección 

de ese lugar que llaman paraíso,

y nadie dice nada.


miércoles, 17 de agosto de 2022

Si llamáramos cielo a lo que es aire

 


Así es el cielo por aquí,

vidrio de necesidad o de capricho,

prisión residencial de un dios de plomo 

o de un plumoso vendaval, un fuego 

verde en los árboles tempranos

o rojo y amarillo en el otoño

según vista a nogal, cerezo o arce,

según suene la música

o el silencioso pulso de los pájaros,

lluvioso y hosco o lúcido y jovial,

según la diagonal con que las gotas

de lluvia hagan cortina 

o desnuden al sol de su arco iris,


el aire nuestro que se filtra

como daga benigna en los pulmones,

cirujana o viral, purgante o séptica

para hacernos sentir reyes o esclavos, 


así sería el cielo por aquí

si llamáramos cielo a lo que es aire.

martes, 16 de agosto de 2022

+ Crónicas urbanas

 



Tal vez se tarde demasiado

en descubrir la humillación de la calzada

de adoquín militar, con vías de tranvía surcándole la piel,

ir desde el solar de tierra

al centro suburbial de la ciudad y hacerse

fotos efímeras en los escaparates

de las tiendas de ropa, así abría

mi posición al enemigo

que dormía en mi cama enmascarado 

en la aspereza de unas sábanas de lienzo sin domesticar,

así cubría con dificultad las parasangas

de aficionado a la distancia

devorando caminos en los libros

a los que había que despegar las páginas con abrecartas,

cada día

un zij zaj de trinchera y cada hora

un recordatorio avergonzado 

del recitado gregoriano que resumía aquella guerra,

resurrecciones, natalicios, bodas de rusticidad urbana, 

lenguas resistiendo el esmerilado del decir 

y todo por poder alzar las manos cada mes

con el muérdago denso que amansaba

la toxicidad de las comidas 

y nos permitía acostumbrarnos

a pagar a plazos el esfuerzo

de morir un poco cada día.

lunes, 15 de agosto de 2022

No habita entre nosotros



Recorro con mis dedos el espacio

que la luz del cristal dejó vacío

siguiendo la dinámica del sol,

en la pared se reflejaba

con líneas caprichosas un milagro

de la entraña del vidrio, algo

que no se ve y requiere

de la luz fugitiva para darse 

a conocer, como si fuera

el verbo primordial que se hace carne

sin llegar a habitar entre nosotros.

domingo, 14 de agosto de 2022

En el acto académico de la graduación



De allí viene el ruido, se adivinan

unas patas de ciervo entre el matorral,

los árboles escuetos colaboran más con él 

que con el cazador

que ojea entre numerosos elementos,

suena arriba el águila, aunque no se ve,

vive sola la imaginación, sin ramas, alta, 

casi tan alta como el viento,

-abajo suena un tétrico gaudeamus-,

ha olvidado en casa la carpeta

con el guion, la escarapela y las gafas de cerca, pero

en sus manos duerme su pesado sueño un rifle 

con ojo telescópico, 

vita nostra brevis est, breve finietur,


vino a buscar algo o sólo 

a colaborar silbando con el azar,

hasta alcanzar el frío color de las violetas

y quedarse dormido entre matojos, musgos y pezuñas?



sábado, 13 de agosto de 2022

no eran flores de ritual

 


                                     (Eva recuerda)


Imagino que no era su intención felicitarme,

traía en la mano un ramillete de amapolas mustias

cogidas en la ira de los campos aún sin cultivar,

no eran las flores de ritual, sensibles a los cambios

de humor o a las apuestas

por el rigor del protocolo y buenas formas,


acaso iba buscando mi mala desnudez,

la que habla sin palabras del pecado

que la sabiduría cometió al hacerme

ingenua a la vez que resabiada,


era el séptimo día, un cumpleaños

aún no codificado en las casillas

del calendario por venir,


le di las gracias y sostuve

con impertinencia su mirada,

él pareció espantarse alguna lágrima 

no de compasión sino de furia,

y se alejó con un portazo.



viernes, 12 de agosto de 2022

Igual que un árbol



                       (En agosto de 1937 un niño presenció cómo un avión caía

                       entre las vacas que cuidaba)


El cielo dio su fruto igual que un árbol,

le llegó la madurez inesperadamente

con humareda y ruidos interiores

como a los pájaros enfermos,

y asustó a los animales que apacentaban en el valle

su ignorancia de vuelos y motores,

cayó el avión 

y su conciencia de culpabilidad

incendió los rastrojos, 

era agosto, cuando los metales arden

y en las eras el grano resplandece

mostrando con dolor su insuficiencia,

un niño vio volar la guerra tan cerca de su alma

que ya no pudo liberarse

del terror oxidado que la chatarra deja en el invierno.


jueves, 11 de agosto de 2022

El arpón dorado

 



Armado simplemente

con el arpón del bourbon

Hemingway salió a mar abierto

y en precario equilibrio 

sobre la embarcación decide

enfrentar su furia solitaria

con la espada de un enemigo imaginario,

a tierra sólo trajo

la espina descarnada de un gran pez

pero en el malecón perdura

su leyenda multiplicando el pan.

miércoles, 10 de agosto de 2022

El hermano cojo de Caín

 


Por aquí pasó en los años

blanquirrojos del final de los ochenta,

humo y cerveza en santa bárbara, 

e infección en el lagrimal que le valió el apodo

de judas verde y lloroso,

aupado por sus citas con error, andrajos

de latín fermentado, tantumergos

a Lenin, (me prestas unos pavos),

fórmula y ensayo para lucir ante las ninfas

que cultivaban faldas aun muy cortas

para su abultada timidez, eran todos caminos

para llegar a roma

a través del túnel visceral de Gramsci,

o para competir con la potencia

de otros alcoholes más violentos

y radicales que los propios,

su nombre se quedaba desnudo entre ramajes

de angélica desidia y en las mañanas

eternas de resaca confundía día con dial

sintonizando aromas musicales

de fantasmas envueltos en sábanas con semen y sudor, 

demasiadas liturgias y lecturas

con masticación insuficiente le dejaron

un traumatismo conceptual locomotor 

como él llamaba a su cojera, 

aunque ir de lado era su forma

de no llegar del todo a ningún sitio.

martes, 9 de agosto de 2022

Contrabando de ideas

 


Una adivinanza

no es buscar un final atando cabos

aquí y allá, debajo

de la carcasa de la caracola sigue viva

la carne sin cocer de una aventura

mental, el mar no sabe

a blandura salina, pica tanto

que hace olvidar el sabor acre

del enigma enunciado,

pero su veneno sigue ahí

entre sonrisas y desánimos,

y al final te rindes, no sin antes

aventurar nuevos finales

que aumentan el enfado de la esfinge.

lunes, 8 de agosto de 2022

Pasmo

 



Se podría decir

que con ese nombre se recorre

de una sola vez la superficie

con que la metáfora muestra los fenómenos

más extraños del mundo,

el aire viene y va, no mide

las dimensiones reales ni valora

la trascendencia de las cosas, mira

más allá, pensando

en los materiales necesarios

para albergar el alma de los mitos

que nos dejan sin habla.

domingo, 7 de agosto de 2022

En la cultura del engaño

 


Aquí todo es adorno, los jarrones

exhiben la decoración de su cerámica

sin una sola flor, les basta

con dejarnos ver su utilidad

como vacío poblado de rumores,

y aunque ellos se pensaron

como sustitutos de la prevalencia

del prado con sus flores libres

nadie los echará de menos

como destino preferente 

de ese artificio de aroma y de color,

son tan sólo una posibilidad

que no aspira a cumplirse.

sábado, 6 de agosto de 2022

Zarpa el carguero

 



Intentaba resumir en el escorzo de sus ojos

la maniobra del barco, una estela gris

sobre el irisado del gasóleo,

la voz de las gaviotas, los atisbos de sal

de unas olillas inocentes

golpeando los costados, 

                                               mira

hacia tu derecha, no a la luz,

eso te hace bizquear y borraría 

la estela gris y las gaviotas y las olillas inocentes,

concentra en los olores tu atención, la brea

recalentada, las especias

fermentando de sueño en la bodega,

mejor dejarlo así, no puedes

usar más que los ojos, ni siquiera

el incendio multiplicador en la mirada

que hace que todo tiemble cuando alcanza

el umbral del no retorno y suena

el bramido ventral de la sirena.

viernes, 5 de agosto de 2022

Minoico

 



Dimos crédito a episodios increíbles,

                                             inverosímiles,

                                             o absurdamente obvios,

                                             semejantes

a los sillares sin cemento que se usaban

en la antigüedad para mostrarnos

el espacio cerrado entre paredes,

como si se tratara de una fiera salvaje y peligrosa,

Cnosos se quedó sin minotauro

pero permanecen las murallas

que redujeron el terreno

a un complicado laberinto

del que somos incapaces de salir.

jueves, 4 de agosto de 2022

No curaré tu mal

 


No curaré tu mal,

lo tuyo es incurable porque huele

a santidad antigua o a secreción de místicos vapores

mezclados con la sangre de un martirio

de leyenda dorada,

tomaré una gota y analizaré su viscosidad,

el grasiento tacto entre los dedos

de los portantes ramos olivarum,

si la rueda gira sin chirridos

la tortura será sólo espiritual,

sin efusión de sangre y dejará en el aire el magnetismo

que hace levitar a los enfermos

con exceso de lastre y gravedad.


miércoles, 3 de agosto de 2022

Punto y coma

 



Eligen un lugar menor, al fondo

de la caligrafía desolada, sellan

con su aparente exceso cada fórmula

desarrollada en surco, no veneran

los arabescos de la tradición y siempre

imitan el palpitar de los adioses

que se dan repetidos, uno encima

del otro como el monte y la nube,

el insecto y la flor,

arrebatadamente innecesarios

para demostrarnos la eficacia

de lo que surge de rebote confundido

con el aroma de la casualidad.

martes, 2 de agosto de 2022

Un trozo de cerámica

 


Para ser hoy así, 

tan firme en tu calidad de trozo, 

antes tuviste que aceptar el reto de la destrucción, 

entrar en la parálisis de una vida de objeto 

que renuncia a su lugar en la cocina,

también has renunciado

al alto nicho donde las cerámicas

nobles se revisten tibiamente

de un halo de divinidad, tuviste

que afrontar el ciego pánico

del choque con el suelo, como el astro que cae 

y se transforma en fracturado firmamento

de brillos aplazados,

compartir la miseria 

de las migas de pan y hacerte

un hueco en el silencio subterráneo

para que los siglos ciegos del futuro

puedan leer el braille de la antigüedad.

lunes, 1 de agosto de 2022

Sirio, la gran flor en el prado nocturno

 


Ellos ya conocen esta alquimia

que transforma el vaho respirado en flores,

algunas tan pequeñas como el grano

de polvo azul molido en el mortero,

si os animáis a salir al campo

podréis jugar con esa magia táctil

que hace brotar entre la hierba

las margaritas monacales de la duda

mezcladas con violetas de la afirmación

entre cantos litúrgicos y coplas

de simbología pastoril,

podréis sentir cómo discurre

la creación por vuestras manos,

echarle un pulso a dios en su terreno

y regresar a casa

con tiempo de sentarse ante la puerta

a contemplar a Sirio pastoreando

un rebaño de pálidas estrellas.