domingo, 30 de junio de 2019

Hollando ruinas verdes





Me entretuve en el óvalo
que dibujaba el viento, 
la voluta enlutada
por el claroscuro del acanto,

pienso en los héroes 
con los que Homero juega
a las tabas haciendo libaciones
sobre sus huesos mondos,

mejor suerte la suya
que la de los que hicieron 
el viaje de regreso 
a sus ítacas negras,

sus muertes siguen siendo
memoria viva, mientras alguien
acuda a la batalla 
con un libro entre las manos.


sábado, 29 de junio de 2019

Pintar el quicio de verano





Es propósito firme
descorrer la cortina este verano
para que las cosas entren
como viento en las venas 
de la domesticidad,

algunos días nacen
con la pereza dentro, doblegados
por la subida de las doce,

cualquier hora
merece celebrarse, demos 
cuerda al reloj de la impaciencia.

viernes, 28 de junio de 2019

La guerra de los libros





Unidos en la estantería, 
entrechocando codos ya que no
las manos, hoplitas firmes
para ordenar incendios húmedos
con olor a resina,

la escritura se tuerce
igual que los caminos cuando intenta
llegar a la verdad, es esa
la guerra interminable, pones
piedra sobre piedra y todo
se queda en nada.

Yo lo veo así: cualquier muralla
enciende los deseos de atacar 
y puede arder durante siglos
la memoria de Troya,
como las zarzas de la biblia.

jueves, 27 de junio de 2019

Cualquier prisma con luz





Un nuevo color
se ha colado en el espectro 
de tu longevidad, ahora
lo verde ondea en alto
aunque bascule
hacia aleaciones secundarias
hijas de un sol que daña los pigmentos
antiguos de la piel.

Guárdate de él, es rencoroso
con quienes desmontaron
los artificiosos argumentos
del caleidoscopio juvenil.

miércoles, 26 de junio de 2019

Barras y estrellas




                                      En Matamoros, México, hacia el mar.


Tradúceme al inglés
ese silencio de agua, la pequeña
laguna del pulmón sin aire,
la palabra anegada
que no llegó a anidar
jamás entre los juncos,

no mires al sinónimo venial, 
río bravo
de orillas enemigas, tuércele
el cuello a esos patitos
de infancias amarillas
antes de que articulen el spanglish
de la conformidad y queden
prisioneros de las barras
que impiden acercarse a las estrellas.

martes, 25 de junio de 2019

Los arenales móviles




Llega el tiempo
de doblar la voz a alguien
que nunca dijo nada,

pensaba en alto, como el viento
obligado a pasar por la ranura
de la improvisación,

dejó en la arena 
unas huellas borrosas, algo
de espuma blanca y la sospecha
de un idioma de signos esgrafiados 
en un hueso de sepia.




lunes, 24 de junio de 2019

Blog de Álvaro Valverde: Marzal y Cabrera

Blog de Álvaro Valverde: Marzal y Cabrera: "Los poetas podrían ser animales tan esquivos como el más esquivo de los animales. Como el más esquivo de los hombres. Sin embargo, es...

Quinta del sordo





Mi mayor ambición
es convocar silencios,

dejar al aire, al agua y a los pájaros
la enseñanza escolar de los sonidos,

en ese esfuerzo
radica todo mi saber

y algún día
será mi único lenguaje. 

domingo, 23 de junio de 2019

Diciendo nombres al azar





Se acerca proponiendo enigmas
o nuevas formas de mirar,

es el nombre de las cosas, torpe
y afligido porque sólo
acaricia la piel o roza 
la interior madera de una inteligencia
perezosa y muda,

nada dice
de la lógica negra
del sol contra materia 
que da sombra y define contornos,

la luz está tan dentro
que no hay noche posible cuando rasga
la piel y aflora
temblorosa la voz recién nacida.

En ese instante
cualquier nombre es posible.

sábado, 22 de junio de 2019

Alturas de águila




Una lengua distinta la que trae el verano, 
dice las cosas en caliente como rosas de fragua,
huele al agua con que asustan 
al acero candente,

acaso la tormenta sea su  interjección perfecta
se escucha al yunque por encima incluso
del repicar de las campanas,

viene el viento del sur y a veces llueve
condecorando al polvo con medallas
de un oscuro latón como si hiciera
homenaje al color de los adobes,

nada como esperar a que se mezcle
la luz del día
con el olor de las violetas. 

viernes, 21 de junio de 2019

Ojos que no siguen reclamo





Parte en dos esa linea horizontal,
que se vea el verdor y el amarillo
del maizal distante,
las cercas no consiguen
reducir la niebla a esclavitud,

tienes entre tus manos ese libro
que habla de inventarios y de ausencias,

cruzar los campos, abrazarse
al vacío de la longevidad, subirse
al monte de la infancia dando
el singular rodeo que conduce
sin merma hasta el misterio
del polen inicial.

Ni siquiera
tienes que descubrirte ante el capricho
de la pretendida autoridad.

jueves, 20 de junio de 2019

Cuadro no salido de pincel





Miré aquel campo y comprendí al pintor,

el cuadro daba los primeros pasos
en el aire, igual que el sol en la mañana
de junio, tuve
la iluminación y todo
el azul exprimido se me puso
como veneno en la garganta,

grité verano y la tormenta
se instaló en el aire a la manera 
giratoria de la noche de estrellas de van gogh,

el verde tiende
a marchitarse el amarillo sufre
en la oscuridad y deja
las mieses apiladas a la espera
de la carreta del enterrador.

Por suerte este museo nunca cierra.


miércoles, 19 de junio de 2019

Memorial de ruinas





Mínima cueva esta
en la que ahora te refugias,

el pasado pende
como telaraña de los techos
decorados con ciervos y caballos, una
lanza larguísima señala
los límites del aire
donde ya no se puede respirar
y el sol redondo 
viene cuesta abajo, recordando
el tormento de sísifo,

ahora puedes
cuajar el tiempo como el queso
azul de los pastores, saborearlo
a navaja y a pan con el acervo
vino que te brinda el horizonte,

pero no te olvides de envolverlo
en la leyenda verde del acanto
para que la ruina sea completa.

martes, 18 de junio de 2019

El toque a muerto


                                               
                                              Ahora el pájaro no vuela, pero está en el aire para siempre.
                                              Se nos fue Antonio Cabrera.


Aquí acostumbra
a suceder así, las sombra
amarilla de la campana se abre paso
en la explanada de las doce, justo
antes del vermú, un toque lento
y saturado de tristeza

quién, preguntas,
nadie sabe nada 
hasta que el toque se detiene
y los vencejos vuelven a llenar
el aire con sus apuestas arriesgadas

de pronto todo el aire 
sabe a regaliz o acaso sea
que alguien está segando
en los prados repletos
de pimpinela grana.



lunes, 17 de junio de 2019

Vuelos vuelos vuelos




Me paro a pensar
en ese lado blando del recuerdo
y regresan todas las imágenes
como dardos sobre una diana de juguete

no aparece sangre
ni temblor ni apenas miedo, sólo
inquietud por si fallara
las puntería y se dañara la pared

tantas carnes abiertas
al dolor pero una sola 
para enjugar la cuchillada

la cesta
con albérchigos verdes se parece
a un nido grande de vencejos
todos chillando con voz ácida 
porque nadie les trae el desayuno

domingo, 16 de junio de 2019

Jornadas tan frías junio arriba




Me enfrento a la distancia
miro lejos 
y todo vuelve a ser chiquito
como en la infancia hambrienta

-arriba en las montañas todavía nieve-

cojo una manzana verde 
para recordar al sabor agrio
de la prohibición y vuelven
los calores del hielo con el alma
en puro sabañón 

qué lejos queda todo
y cómo duelen 
los dedos ateridos cuando quieren
alcanzar el llamador de bronce
tan helado 
como el recuerdo de las voces muertas.

sábado, 15 de junio de 2019

Unos moldes vacíos





Vuelve a ser el adobe 
esa presencia universal,

¿quién convoca 
a cuadrícula industriosa
a tanta tierra 
bastardeada con almas muertas
de espigas y canciones?

dicen que ya no hay vida
suficiente en el barro rural
por eso es tan intenso el chapoteo
de pies que ya no aspiran
a romper horizontes,
sino a enturbiar el agua, estos mueren
en sus pasos inmóviles y buscan
una secundaria inmortalidad 
en nuevos usos verticales
de lo que nació para camino.

viernes, 14 de junio de 2019

Las hiladas antiguas del rosal




No tiene espinas esta
cóncava semilla enrojecida
del escaramujo, tampoco sueña
con el blasón bastardo del rosal,
entrado ahora en carnes, 

una pregunta, sí:
cómo ha de ser la herida cuando llega
a manifestarse en pleno
la sensación de plenitud,

no todo
es dolor en el acto 
de describir la piel rasgada, sigue
primando ese color de yema verde 
con sabor a acedera,

y sobre todo
su columnal empeño
por mantenerse erguido cuando suena
el miserere gregoriano y se amortiguan
las últimas bengalas del crepúsculo. 

jueves, 13 de junio de 2019

Primera salida





Dale tiempo a ese 
desaconsejado caminar, la duda arrastra
escrupulosas remembranzas
de un pasado entre libros, 
una vigilia espera a los enigmas
de la oscuridad cuando te duermes justo
a la hora canónica del alba y no has tenido
ni tiempo de alabar a dios,

no vistas todavía
esa pagana desnudez, que corra  
el aire por tu piel como un insecto
de minucioso escepticismo, luego
podrás ponerte la coraza
de todos los saberes -tu hidalga estirpe-
y salir al corral a velar armas,

dale tiempo suficiente a la locura.

miércoles, 12 de junio de 2019

Lugares a los que nunca llegas




En estas latitudes
la llegada de junio es forastera,

también yo llego así, sin prendas
de vestir adecuadas ni herramientas
para segar la hierba o defenderme
de la embestida del silencio,

sufro cada mañana
la puntualidad del sol, la niebla
alzándose despacio -su virtuosa
pereza en el paisaje- como si algo
grandioso fuera a suceder.

Pero todo aquí
sucede en línea recta, sometido
al riguroso escorzo de la aguja
huérfana del reloj de sol.



martes, 11 de junio de 2019

Lo que él te diga




Un personaje interesante
ese que aparece en los carteles
de la marquesina de autobús,

apunta con el dedo 
al corazón mismo del desorden
igual que la mirada
de los jubilados al abismo 
de esa obra ruidosa que no deja
de buscar infinitos,

en ambos casos falta el aire
que hace que las cosas huelan a algo,

acaso un pie de foto
podría hacer creíble 
su fantasía maliciosa:
no te tomes
en serio mi sonrisa, 
es toda la maldad que vive en mí.

lunes, 10 de junio de 2019

Algunos días





Algunos días danzo
con el sonido de las conchas
que salieron del mar,

pero mi danza tiene
corazón flexible como el paso
de quien sólo camina.

El pensamiento vuelve
al principio de todo
lo mismo que la hierba
tras el descalabro de la segadora.

domingo, 9 de junio de 2019

Todos pasaremos por la feria




Estoy atento
a esa llama que arde, esa
vela insegura contra el viento
de la tormenta inmóvil,

me están leyendo
versos no escritos, me preguntan
si estoy bien y pienso
si el bien y el estar serán asientos
que un acomodador amable
me hubiera reservado
para la función de noche,

viene cargado el ruido de dolor
como si fuera
respiración de herida y a lo lejos
el polvo que levantan las pisadas
hace alusión a los que sólo
son literatura, los dejados
de la mano de dios entre los libros.

Vuelve a limpiar ese cristal
por si pudiéramos ver algo.

sábado, 8 de junio de 2019

Casi nadie comienza por Homero





Aún sigo preguntándome
tantos años después cómo pudieron
atar al mástil al altivo ulises,
ellos, los cegados con cera,
los negados al placer del canto,
los forzados del remo que tuvieron
que poner agua por medio, ellos
vieron los ojos giradores
del prisionero, la membrana
caudal de las sirenas, nunca 
sus cuerpos de mujer ni las promesas
de eternidad de aquel regreso,

sesenta y tantos años,
y como entonces
sigue humeando a los lejos
una memoria que confunde
la troya que arde con la llama
del doméstico fuego de penélope.

viernes, 7 de junio de 2019

En los jardines verticales





No huele a sal como los aires
del mar, pero a veces arde
con llama quieta, entretenida
en contemplaciones secundarias,
la celulosa tiende
a un rancio coloquial, amable
por su mansedumbre sedentaria,

así es la estantería
donde pernoctan en penumbra libros,
papeles huérfanos, fantasmas
de historias no contadas aún, 
ácaros y polvo sobrados de épica,
no huele a Hesíodo,  aunque a veces
podría recordar a Homero
por su historicidad dificultosa,

esas cosas
imprescindibles que a menudo
se burlan de nosotros ocultando
su presencia entre los electroduendes
con que llenamos nuestras vidas.

jueves, 6 de junio de 2019

Los ciclos sin milagros




Tengo muy cerca el roble alto
al que un rayo convirtió en estatua
de sal en la memoria,

su cuerpo blanco, su coraza
de plata empobrecida por el aire
del rencoroso invierno,

es mi árbol, por mudo, por inmóvil,
por ser el más visible 
entre emboscados semejantes,
por su inutilidad sin sombra, 
sin raíces, sin pájaros que pongan
un consuelo sonoro a tantos años
de estación diferida.

Las hachas siguen respetándolo
o acaso teman enfrentarse
al escepticismo de su alma.

miércoles, 5 de junio de 2019

Huellas de ocre y carbón





Escondidos en esa cercana zoología de los recuerdos
nos atrevíamos a seguir huellas confusas, 
hurtábamos al sol nuestras escenas familiares
y en las cavernas del rubor sacrificábamos
cualquier vestigio de inocencia

por eso los más débiles
levantaron murallas religiosas
tras las que oficiar la astucia y la barbarie
de los desheredados, ellos
olisquearon la sangre y encalaron
de bermellón ceremonial nuestros dinteles

hacer el corro en las praderas 
en torno al sortilegio de las llamas
aumentaba nuestra dependencia
del huidizo animal que cada noche
regresaba a la cueva acompasando
su respiración con nuestros sueños.




martes, 4 de junio de 2019

Mirar afuera




Hago como que no lo veo
pero ahí está, 

lo malo de ser niño es no saberlo
hasta que te has hecho mayor,

salvo que el tiempo se arrepienta
de sus caprichosas elecciones
y te permita reducir a escombros
las cárceles antiguas donde dicen
que siguen asomándose unos ojos
tras los barrotes de la niebla.

¿Quién podrá decir si es ese barco
el que te traerá de nuevo a tierra?

lunes, 3 de junio de 2019

La pausa en la laguna





Siéntate a mi lado
que me roce el color 
amarillo de tu ropa, viene
el aire con ganas
de jugar, de revolcarse
por la hierba crecida,

¿cuándo
se sabe si es tormenta
o pura diversión el arrebato
de las ramas de junio?

abajo, por el valle
siguen pasando vacas,
como esas nubes verdes
sacadas a puñados de la alberca
donde cantan las ranas,

dame tiempo, que pueda
saber que estoy despierto.




domingo, 2 de junio de 2019

Esas piedras con geoda



Aquí el tictac del día, sólo
sístole mecánica, debes
oírlo como tiempo no armónico,
simple recordatorio de las horas
perdidas o sin gente,

mira fuera y cuenta doce,
es el tiempo ladino que se esconde
de ti, que suena
a rueda activa dando vueltas
sobre un eje de oscuro pensamiento,

no esperes 
que al llegar traiga la luz
o que la encienda 
en tu dormido interruptor, es una
niebla que espera, miedo alado
que huye a pie de la costumbre,

y que al pasar saluda.

sábado, 1 de junio de 2019

Atrezzo para después de la riada




A tan alto listón, cotización en alza,
sucede así
cuando se te ve como valor
no como sueño,

muestras el metal más duro de tu aleación, 
arriesgando la vida entre los dientes
de sierra que han de triturar
lo inmaterial que queda en ti.

Tu oído se acostumbra al tintineo 
de las monedas al nacer
del gran vientre mecánico, el que sustituye
al cuño maternal

en ese idioma métrico
del que se ha extirpado la emoción
se escuchará tu llanto.