domingo, 31 de marzo de 2024

Poca cosa le queda a esta gente que regresa al pueblo a ver de nuevo ese ritual de la aflicción fingida, unos soldados con el disfraz de camuflaje dando el relevo al escuadrón romano, con escopetas de fogueo y un andar inseguro tras los destrozos del alcohol; pero ya de regreso hasta el aire viciado de la calefacción del coche les traerá el recuerdo de un incienso laico, con olor similar al pegamento

 



Ese mismo sábado,

tocado aún por el dolor de la liturgia, salió al campo,

a ver la hierba reluciente tras las últimas lluvias,

ya nada quedaba del enjambre de voces arrastradas

de la noche anterior, el fraseo que responde 

a la voz del solista llevada por el viento,

no hay alma que resista, 

imaginar la procesión de los centauros,

la cabeza que se deja separar del armazón del cuerpo

y va a instalarse sobre un lienzo planchado en almidón 

con los ojos abiertos a la muerte,

no hay alma que soporte esta estética negra,

por eso él se imagina como la parte humana del centauro

para mirar desde más alto cómo la hierba crece.



Zona B:

Poco a poco el gobierno genocida de Israel se está convirtiendo en el mayor peligro para la paz mundial, atacando a cualquiera que ponga en duda su estrategia. Es difícil entender a qué obedece la pasividad del mundo libre, permitiendo que un estado minúsculo desprecie cualquier resolución que no convenga a su propósito.

sábado, 30 de marzo de 2024

Qué vendes, cantor ciego, llamando a cada puerta, dónde creíste oír esa noticia singular y a qué obedece ese vigor incontenible que te obliga a traspasar cada jornada un horizonte y dormir sólo un rato atormentado por esa misma cantinela; ven, descansa un rato y cuéntame, compartiré contigo mi hambre

 




He llegado a tu portada, 

de afligido románico a dos aguas, 

a la entrada la pileta rebosa de agua negra, 

esa tinta dejará en los periódicos un amplio resumen

de la jornada que termina, he conseguido

llegar hasta el final, tú de sobra sabes

que me ahoga este olor a resina del madero

y pretendes ahora que malgaste mis últimos jadeos

en proclamar tus alabanzas,

mira bien esa foto y haz un comentario,

una esquirla de fuego se ha alojado en mi garganta

y mi pensamiento sabe a hiel, 

tal vez prefieras mi silencio.



Zona B:

Israelíes, miraos bien las manos, acaso seáis capaces de encontrar vuestra "zona de interés" al otro lado de ese muro de humo que os separa de la muerte; ese horror se instalará indeleble en vuestros sueños.


viernes, 29 de marzo de 2024

Estuvo quieto ahí haciendo que temblara el aire, podría ser un pensamiento sin acabar, el vapor que se respira en las mañanas del invierno, o un colibrí desafiando la tentación de las orquídeas; todo un espectáculo, me aturdió mirar arriba y un vahído acabó conmigo en tierra para que pudiera ver con mayor comodidad tanta hermosura

 



Ese grifo

que ya disfruta su vejez, gotea

y habla solo, monosílabos blancos,

hagiografía y soledad subiendo

por la pared vidriada de una cocina ciega,

no llegará muy lejos el río escaso de la desmemoria, 

ya ni acierta a pronunciar su nombre,

y confunde el tamborileo de la lluvia

con las arritmias de una enfermedad 

que hasta el fontanero desconoce.



Zona B:

¿Fue culpa de Hitler solamente o tuvo algo que ver la indiferencia de los alemanes?  ¿Puede llamarse democracia a un sistema que permite a un genocida continuar en el poder? Israelíes, aplicaos el cuento.


jueves, 28 de marzo de 2024

Tras los idus de marzo poca sangre queda ya en los mármoles antiguos, si acaso tiras cárdenas entrecruzadas por la pujanza del cinabrio; mejor usar veneno, mucho más discreto aunque menos teatral, no mancha las togas y permite a Cicerón recitar sin interrupciones su informal tratado de amicitia

 




El gramatical impulso de la primavera, 

viene con el amarillo mirón de los narcisos,

alto, femenino y singular, indeterminado

como la piel de la pradera,

ahora llueve cristal, las vacas usan gafas de sol,

solemnes, pensativas, parecen hablar del tiempo

mientras rumian,

algo de filosofía nunca viene mal, se edita el aire

silbado por los cañaverales, versos gemelos

de distinto tamaño y densidad. como la hierba en los ribazos

mucho antes de que apareciera Whitman

con su guadaña dominguera.



Zona B:

Apenas queda ya horizonte. Después de Rafah ¿cuál será el objetivo, seguir bajando hasta llegar al Nilo y tratar a las pirámides como un refugio de Hamas?

miércoles, 27 de marzo de 2024

Región dormida, con narcóticos adornos para que el turismo permanezca, regada a veces por un caudal de tinta que apenas si destaca sobre el cauce; todo se ha ido perdiendo aquí, salvo esa fe pintada sobre bastidor de pino y tela de sarga o arpillera; en lo que suele llamarse primavera sólo el frío crece y en torno a las iglesias las ortigas humanizan el dolor, dejándolo en prurito, como ocurría ya en otras edades

 



Buena tierra esta para buhoneros santos, 

la madera procesional polícroma y bañada en agua bendita,

                    la cera de una encendida oscuridad toda poblada

                                                     de menesterosos búhos miopes,


de repente te asalta en el camino un santo azul, 

una virgen morada o un arcángel con plumas de gallina autóctona, 

                                 todos llorando la pérdida de algún punto cardinal, 


y arriba el sol parado en el eclipse parcial de la semana santa,

                                    él no conoce el llanto y le encomienda esa tarea 

                                                                     al coro negro de las plañideras,


pero habrá de ser la lluvia con sus lágrimas 

   quien ablande el cartón maché de las corazas del séquito romano

                                                                 pintadas con humilde purpurina.



Zona B:

Un ruego al ejército israelí: cuando decidáis arrasar esa parte de Jerusalén este donde algunos creen que debe estar la capital del estado palestino, colocad un aviso en internet, no lo hagáis de noche, merecerá la pena verlo; debéis buscar un término adecuado para  referiros a los daños colaterales.

martes, 26 de marzo de 2024

Cuánto falta aún para el milagro, para la repetición de la leyenda que cada año se disfraza de catecúmena, se adorna con las flores iniciales y nos deja soñar con la cosecha para alejarse luego de la mano del cierzo, entre fríos y nieblas que aún en mayo dejan sin respiración hasta a los árboles

 



Se va acercando, bulle,

primicia y duelo, el zarcillo de un tallo, una

sonrosada intimidad, helecho de meseta

lejos de oscuros mecanismos de biología arcana,

es una sangre vegetal, contiene

azúcares y brillos de alto valor decorativo, 

las cabras ramonean incansables, 

igual que actores secundarios que se asoman

a las bambalinas de la historia, madre

de día, sucursal de sueños largamente acunados,

si fuera espiga y prometiera aparecer con abundancia

y no con esta costra de empobrecido oráculo

que sigue resistiéndose a ser interpretado.



Zona B:

Empieza ya a cansarse el todopoderoso protector y acaso deje solo al genocida para que nadie asocie su desidia con la ejecución del exterminio. A la historia le gusta repetirse para denunciar la necedad.


lunes, 25 de marzo de 2024

Aquí sobran las jaulas, o están prohibidas o vacías, todo el aire para una eternidad amenizada por los pájaros; en ese círculo se habla de saturación, los estorninos del dolor urbano que dibujan una singular condena: has de mirar eternamente cómo se juntan y separan, has de conocer su número, si dormirán aquí o buscarán un bosque con árboles de piedra; Dante no se atrevió con ellos, ni el Bosco, ni Picasso que dibujó sólo palomas solitarias

 



Viven ahí 

adosados unos a otros como sacados de una fórmula,

se les oye respirar con ese ruido que los cardos hacen

al ser rozados por el viento, visten todos igual 

y a veces se confunden con las hierbas

que amenizan el borde del camino, 

nunca aprenderé los nombres de cada uno de ellos,

podrían ser nombrados como números, o no estar señalados

con una identidad postiza como la que otorgan los registros,

en sus ojos se repite el tono gris del plomo hirviente

capaz de producir la quemadura que deja el hierro de la propiedad,

no encuentro la manera de comunicar con ellos 

pero me ronda una pregunta: 

¿de qué color será su dueño?



Zona B:

Podéis abandonar cualquier esfuerzo por convencernos: vosotros no formáis un pueblo, sois el invento de un imperio con enfermedad en la conciencia; ser judío puede coincidir con una fe, no con una nacionalidad y menos aún con una etnia. O ¿acaso no habéis llegado desde países diferentes?




domingo, 24 de marzo de 2024

Con todo ese ramaje arrancado a los olivos aún se elevarán más las sospechas de precios amañados, se hará una encuesta entre los que agitan ramas de olivo frente a los que portan el romero frugal del campesino, que siempre mira más allá de las creencias o que se queda en casa para no tener que desgarrar la paz que flota al natural sobre los campos

 



Vuelve aquí, por favor,

corazón de enebro, no respires ese aire alpino

que tan delgado te hace, dirige ese furor de fuego

sobre tus enemigos y verás cómo sus armas se derriten,

algo de plomo late en sus entrañas disfrazadas de acero,

y esto te lo digo en el lenguaje de los dioses, 

-pueri hebraeorum, qué dolor-,

efectos holográficos de altiva devoción que carecen de carne

y sobrevuelan un altar a modo de columna de humo,

será verdad, -lo haremos-, eso de morir y regresar,

pasar por el estrecho túnel de la oscuridad

y regresar a las tinieblas disfrazadas de brillos coruscantes,

gritaremos hosanna tantas veces que el milagro acabará ocurriendo

con la misma liturgia que propició el rescate de Lázaro,

ya aburrido de tantas noches de silencio.



Zona B:

Regreso a Gaza, ya convertida en no lugar, lo sobrevuelan unas hojas arrugadas de periódico con fotografías de la masacre, "se diría que estamos ante la representación silenciosa de un capítulo cualquiera del escritor suicida Tadeusz Borowski que aquí alcanzó el horror supremo: no distinguir entre víctimas y verdugos". 

sábado, 23 de marzo de 2024

Quedó sin luz la tapa negra; siempre ocurre igual con esos libros del hombre que huye; ves su espalda de poderosa plata y piensas en el protector del clan que se despide, quién quedará en su lugar, hará falta suplirle? o esa imagen es sólo un aviso que siempre ha estado ahí y que a sí misma se renueva

 




No la ves venir,

aunque la piedra ya va de camino,

llegará directa como el sol cuando la nube se desgarra,

no habrá nada que delate cercanía,

ella toma ejemplo de las balas, una eficacia sin adjetivar,

se presentará sin hacer ruido, el ruido es posterior,

cuando se escucha ya ha pasado

y a ti te ve en horizontal, caído de antemano

sobre la parihuela del dolor, arriba queda sólo

la indiferencia de unas luces

que se repiten como si fueran las estrellas

y todo lo demás oscuridad.



Zona B:

Pobre discurso el de un estado que prefiere llamar antisemitismo al deseo de justicia contra un gobierno genocida. ¿Qué quedará de esta vecindad encabronada? Un montón de huesos y una memoria barrida por el viento hacia un mar interior que siempre estuvo muerto.

viernes, 22 de marzo de 2024

Dejó abierta la ventana, se fue cantando con los últimos días de este mes, aún se oyen sus pisadas mezcladas con el tarareo nasal de un yesterday anfibio; poned la mano aquí, sobre la piel poblada de pequeños volcanes en erupción y escuchad a Judas iniciando la anábasis de la mano de Rice y Lloyd Weber

 




Pudiera haber nacido como flor unida a tallo, 

como piedra desalojada de cantera, como chorro de agua

asomándose al musgo de la fuente,

se oyó decir escuetamente: nacerá, y el aire

lo trasmitió como profecía.

una primavera gris desalentada por la niebla

buscaba un nombre para ella, para él, 

será un grumo de lanilla color canela

aupado sobre el altar de unas patas altas,

ha de seguir el aroma de su madre con ojos asombrados,

no confundir otros olores con el de la quietud, 

no ser por un momento, abandonarse al abandono, 

sobrevolar el mimetismo de una fotografía 

y despistar al rondador que llega con el viento de cola, 

muy preocupado por interpretar huellas dormidas.



Zona B:

Ahora viene alguien a decir con voz artificial: recordad, son los niños de Winton, pasan hambre y frío, debemos evitarles el infierno. Pues bien, sus herederos han cambiado su papel por el de verdugos con los niños de Gaza.

jueves, 21 de marzo de 2024

Debería suceder ahora la trashumancia del invierno hacia la calma austral, a nosotros nos quedará el tartamudeo de los aires de marzo enrabietados con el calendario que les obliga a seguir yendo a la escuela mientras el campo empieza a sublevarse contra el color predominante

 



Ya es mucho cargar con esta leña 

monte arriba y con el viento helado por la frente,

pienso en el temblor rojizo de la llama, 

su lengua amarillenta lamiéndome las manos

para hacerlas entrar en reacción, el agua puesta a hervir

para las sopas de ajo, y alguna bocanada de humo

negándose asumir el tiro de la chimenea,

la hora de cenar, 

la noche picando en los cristales con el hambre 

de los desheredados, -¿no vas a permitirme entrar?-

el sueño ya está dentro con maneras de gato 

que prepara sus uñas para defenderme

del miedo que suele esconderse debajo de la cama.



Zona B:

Qué dirá ese libro de tapas negras sobre el mal olor que sube del escombro? También eso se considerará holocausto, ofrenda incinerada en el altar de un dios sectario? 

miércoles, 20 de marzo de 2024

Él hace un elogio de las manos, ha presenciado cómo se unen la mano del herrador y la pezuña del caballo, la untuosidad del barro en el alfar, el alma perfumada de la madera en busca de un encuentro utilitario en el que nunca falta ese punto de gracia natural que dota a las cosas cotidianas de un halo prodigioso

                                                 


                                         A Jesús Carrasco


No sé hacerlo 

y sin embargo lo hago,

esa viruta redundante,

el desperdicio del material con que trabajo

van formando pirámide, me alfombran el cansancio

y hacen más aromático el café,

leo en las entrañas del objeto sometido 

a cirugía reformista, intento administrar la medicina

sobre el tejido enfermo igual que hacen los médicos

con el revés sobrevenido, algún dolor de la pared con humedades,

una baldosa desprendida o la gota de lluvia

que busca alojamiento en la decrepitud de mi tejado,

mis manos pactan en complicidad con la herramienta

una prórroga amable de la vida

de todo aquello que envejece.

En lo más pequeño de la timidez, ahí está el descaso.



Zona B:

En Gaza apenas queda infancia, dentro de poco no habrá vejez y si miras más lejos no habrá rastro de vida. Israel se ha construido sobre un montón de escombros y de huesos.

martes, 19 de marzo de 2024

Se rodaba una escena lenta, los actores debían pronunciar palabras silenciosas que luego habrían de doblarse a algún idioma poco usual; Safo merodeaba distraída pulsando los alambres de una lira de plástico del atrezo, de repente el altavoz: que nadie se lo crea, sigan estrictamente las inflexiones del guión, sólo la mímica





"¿Qué hace menos creados

cada vez a los seres"?

se va debilitando poco a poco la señal, se pierde

el tacto luminoso de los dedos de Adán y el creador,

o acaso es la palabra ser la que discrepa

o la propia palabra sometida

a igual procedimiento de emisión

que el exabrupto o la blasfemia,

o esa ristra procesional y torpe

de las sombras platónicas que buscan

un acomodo en la pared, un cuerpo táctil

en el que apoyarse cuando se miran al espejo?

siempre hay que volver atrás, al ciempiés del enigma, 

cada paso propone una nueva pregunta

con los odiosos puntos suspensivos.



Zona B:

¡Basta ya, joder, cómo hay que decirlo, genocidas!


lunes, 18 de marzo de 2024

Si vas atento a las señales te llevará el camino hacia un horizonte iluminado por el fulgor de la calima; sigue recto y encontrarás el muro, te asombrará su altura, el despilfarro en materiales para una construcción que no redime de la crueldad de la intemperie. Sólo podrás volver atrás.

 




En los años bisiestos

cae el mal por el oriente, dice

la inscripción sobre pizarra

en el canchal de la reserva,

las alimañas suelen acudir allí

a recordar aromas familiares,

el bien y el mal se juntan

sobre un oscuro mineral como si fueran

los batientes de una misma puerta,  

el lado norte, el lado sur, el muro

coronado de espinas y el aviso

en un argot tan convincente

que hace retroceder hasta a los lobos.



Zona B:

Escribe sobre el polvo tus rencores, deja que los borre el viento, que la lluvia los lave y los arrastre hasta el mar cercano, que tus ojos vuelvan a mirar sin odio, que la vida... -No me pidas más, las fueras no me llegan.

domingo, 17 de marzo de 2024

En la misma templanza de la pizarra dormida bajo el sol, en esos brillos de antracita pobre, sus aceites volátiles, sus ilusiones de aprendiz de combustible que no alcanzó la graduación, hay una deriva permanente hacia la nada que se ve llegar, andando, en coche o en tractor, pasa un fin de semana y abandona y se reincorpora dócilmente a la fritanga del asfalto




Para explicar este dolor

podría valer cualquier tristeza, (o similar) 

la vida silenciosa que se va por el sumidero, tal vez adiles

(o altiplano o simplemente yermo, rabia pacífica 

o sólamente rabia, sin adjetivo inútil),

nos hemos ido acostumbrando a las blasfemias

polícromas (o dóciles o escuetamente ricas y barrocas)

de los grafiti urbanos, ahora ya derivados al vacío 

de esa españa sin arar (o inútilmente enferma o sólo 

descatalogada y triste, con la misma tristeza

que habría de explicar este dolor),

pero temo que nadie entienda (o que nos dé pereza

o que desgraciadamente no sepamos mirar) 

esos colores ortográficamente dibujados

sobre la piel rasposa del cemento para que parezca terciopelo

(o nácar o marfil o figurada y torpemente

se aproxime al candor del alabastro).



Zona B:

El gobierno israelí ha condenado a muerte a miles y miles de niños, los ejecuta y seguirá ejecutando, luego los ignora, ni siquiera les da el valor de cifras. No le importa. Se sabe impune y se permite amenazar veladamente a quienes no coinciden con su planteamiento.

sábado, 16 de marzo de 2024

De vez en cuando sólo hay ruido, zumban los oídos y la vertical se empaña, puede incluso peligrar el equilibrio, cosas que siempre fueron tuyas hoy te miran con furia o te amenazan con su indiferencia; un cielo nuboso, dificultad para encontrar el límite a un perfil, el pensamiento algodonoso y el silencio perforado por acúfenos sin ritmo

 




Ahora empieza marzo a hacer mohines.

unos días más y el agua se multiplicará por mil

y de las montañas bajarán ríos de leche,

una mosca chocará con el cristal

como bala de goma y habrá un escueto telediario

hablando del fenómeno amarillo, el verde ni se cita

dando por supuesta su pujanza, -¿quedará espacio

para la reflexión?- colores embotados, las abejas

en traje de faena y la pulsera del sindicato vertical,

luego vendrán las elecciones y ganará AEMET

salvo en las islas donde la primavera siempre llega

con una hora de adelanto, el satélite 

mostrará unas imágenes de polvo en suspensión, 

la nube rosa que se respira en los desiertos.



Zona B:

Israel, escucha:

"Vine con nada apenas: un fósil (tiene forma de corazón), unas hojas rojizas de haya (Buchenwald, disecadas entre las páginas de un libro), una estrella amarilla... Y paro de contar". (José Hierro). 

Y ahora ¿tienes algo más? Compárate con ellos, los que mueren de hambre y sed y sobreviven sin mañana.

viernes, 15 de marzo de 2024

Llega el tiempo ligero de la flor de la acacia, el canturreo de su aroma por la acera; pájaros buscando material para tejer el nido, algún pito real soltando el látigo de bolas de su canto, siempre camuflado en la corteza de los pinos; y la pereza de los días que poco a poco van alargando su vigilia hasta completar los tres cuartos de esfera de luz solar allá para sanjuan

   





Queda polvo en el aire

de ese continuo roce de los días,

si después de treinta años, de cincuenta,

sigue siendo de oro y la penumbra

reluce a ratos con un soplo de iluminada cortesía,

si la brisa insufla en los visillos el lenguaje

de un abanico mensajero es que aún nos queda

combustible para las veladas del invierno,

no hay que detenerse a darle un nombre

por más que su semblante nos conduzca

a un parecido familiar, en eso está la gracia,

que parezca que ya se está apagando la llamita

de aceite en el candil y sin embargo

se vea todo iluminado con franciscana suficiencia,

sin resplandores incendiarios precursores

del deslumbramiento que antecede

a la oscuridad final.



Zona B:

De vez en cuando el ser humano pone de manifiesto la irracional dialéctica de la ley del más fuerte. Sobre todo cuando se sabe impune: a Pearl Harbor sucedieron las bombas de Hiroshima y Nagasaki contra una población civil; a la vileza del ataque de Hamás, la destrucción del reducido espacio vital de todo un enclave palestino. A Truman nadie le juzgó; a Netanyahu ya veremos. Pero el imperialismo sigue ahí. 



jueves, 14 de marzo de 2024

Aquel déspota asirio de rizada barba y mirar feroz pensó un mal día que unas murallas rodeando la ciudad darían el colofón a su poder; el miedo apretujado forma un bloque capaz de repeler ejércitos, asegura obediencia y si le racionas la comida es capaz de convertir la carne de sus semejantes en el objeto de sus ansias; mirad la lista de la compra de los que acuden al supermercado

 




Sobrevives en una gran ciudad,

tan grande que en ella cabe toda tu pobreza,

a veces bajas a la calle 

buscando el sol, el aire, algún motivo 

para que tu fe perdure y te sumas con humildad de arroyo

al torrente vecinal, en las aceras se evapora

tu identidad y se diluyen tus confines, eres un sonido más

en el chirrido metropolitano, caminas

igual que esas palomas de plumaje gris manchado

de mansedumbre mendicante hacia la gran cloaca 

donde se mezclan sin remedio

las aguas residuales, el agua virgen del arroyo 

y el agua remansada de tu perplejidad.

Ahí se ahoga nuestro mundo.



Zona B:

Poco a poco el desafío consentido se va consolidando y se endurece cada día más, de forma que cuando quieres reducirlo a la legalidad es ya demasiado tarde y sólo te queda el recurso de la fuerza y esa siempre acaba mal. Piense en ello el mundo "libre".

miércoles, 13 de marzo de 2024

Morir así, mordiendo palo, una madera entre los dientes para enterrar el odio o suavizarlo, aunque rechine la verdad, esa que nunca compartimos, cada cual con la suya, y, total, qué más da, si ninguna es cierta, ninguna garantiza que al pasar no te atraviese un dardo, que el merodeador te considere una pieza de caza y te derribe por seguir usando esa vereda

 




Ya sé que ahí, 

colgado de una escarpia no podrás descansar,

no aguantarás mucho y acaso pienses

encontrar acomodo en posición horizontal,

tú sabes que el espacio es escaso, no cabemos todos

y habrá que establecer un orden, 

quién tiene derecho, a quién le corresponde tal lugar, 

la preferencia, la categorinómina sin más,

por eso pienso que tal vez sea buena idea echarlo a suertes,

quien saque la pajita más larga, y el que pierda

que se busque la vida en cualquier otro lugar, tan lejos

como sus fuerzas le permitan y de ser posible

que no regrese nunca,

no sea que se reavive la disputa y acabemos luchando

por un sitio en la tierra que podría ser el de la tumba.




Zona B:

Es lamentable que quienes se consideran herederos de David sean más diestros manejando el rifle que el arpa. Aunque las excepciones sean notables y hayamos de aplaudirlas desde fuera porque el gobierno genocida hace lo posible por silenciarlas. Tal es el caso de Baremboin.

martes, 12 de marzo de 2024

Fabricaré unas alas con plumas muertas a las que insuflaré una vida nueva, las uniré a tus hombros con la cera que custodió la miel de la ambrosía; tú gobernarás el viaje, conducirás el carro de tus ansias lejos del sol; el laberinto quedará muy lejos y la posteridad seguirá hablando de nosotros incluso cuando hayamos muerto

 




En la asolada ermita

rescatada de su servidumbre medieval

reinaba un solo rayo de sol, entraba por el ajimez del este

igual que las golondrinas anidadas bajo el escalón de la cornisa,

un oro impropio de aspecto mendicante

perduraba a tramos en el nimbo del fondo,

y unas formas atormentadas por la fiebre del románico

palidecían sobre la cal del muro,

con su diestra alzada el pantocrátor de proporción apocalíptica

impartía una cruz sobre las sombras, sus ojos eran dos antorchas

de fuego oscuro dibujadas sobre carne rosa, inapropiada

para la majestad terrible del misterio,

todo ello suspendido del azul hipnótico de un cielo

donde las estrellas tiritaban lo mismo que las manos del pintor,

tal vez un campesino que quiso proponerle al Génesis

la versión dolorida de la creación del mundo.



Zona B:

Tal vez un día, de continuar así las cosas, cualquier paloma identificará al halcón con Israel, ese gobierno déspota que lava con sangre de inocentes la culpa colectiva que nos imponen las creencias.

lunes, 11 de marzo de 2024

Todo eso llega al supermercado y se unifica al alza sin atender a calidad u origen, una voz ordena con su despótico silencio a cuánto ascienden hoy los beneficios de un tomate artificial, de una fruta insípida que no ha llegado a madurar; nadie se acuerda ya de que el pecado original tuvo que ver con las manzanas, y que la desnudez se hizo patente cuando Eva quiso hacerse con la fruta por sí misma, accediendo al árbol sin intermediarios

 




Se supone que el agricultor

no repara en la música que ha de aparecer tras él

a la manera de los pájaros caídos como notas

sobre el pentagrama de los surcos,

hay un adagio conducido

por la somnolencia de los bueyes hacia un futuro germinal,

una escritura hipnótica paralela a sí misma y repetida

una y otra vez como un eterno gregoriano,

sueña él o acaso el sueño sea sólo exterior y nada

de lo que ocurre en las pasadas del arado sobre la tierra yerma

sea algo musical y nosotros debamos conformarnos

con repetir eternamente la cantinela del pasado

que habla de sudor, de pan, de campesinos encorvados

sobre el silencio adusto de la tierra. 



Zona B:

"...llegan colonos armados como perros de la guerra, me golpean, me roban las ovejas y asesinan a mis cabras, dejándome sin voz, apenas con aliento para huir de lo que fue mi tierra y la de mis antepasados desde donde nace la memoria".  (Ocurre en Cisjordania, un día y otro día).


domingo, 10 de marzo de 2024

Lobos en duda por su hábitat; una multitud de campesinos con herramientas de labranza amenazando a dios, al aire y hasta al círculo negro de los antidisturbios; una larguísima crónica en la prensa diciendo no sé qué, que si el clima, que si las ganaderías, que si la relación de fuerzas; al final todo coincide en esos monolitos de humo a los que queda reducido el monte tras el paso del incendio






Se reúnen de día y planifican una enseñanza musical 

que ocultan hasta que la oscuridad la hace posible,

dudan si la sangre puede ser un argumento

que incumba a los pastores,

pero ellos no la beben, la bendicen en sus reuniones vesperales 

y la dejan secarse en el altar, al aire,

hasta que regrese el día de la licuación,

y entonces, franciscanamente, todos puedan decir a coro:

loor por esa yugular, la hermana sangre 

que fluye desde dentro y da calor

y es densa y maternal y oscura,

como nuestra túnica bermeja, de tan vieja ya gris,

que ella sea la vexilla regis que nos guie hasta el nuevo cazadero,

por encima del verde que sugiere

la línea cartográfica del río.



Zona B:

Israelíes: ¿En algún lugar vuestras escrituras dicen que Yahvé ordenara al Josué de turno que no dejara vida en el entorno del nuevo Jericó, humanos, animales y hasta objetos han de ser aniquilados, es decir, reducidos a la nada?   (Nuevos textos sangrados)

sábado, 9 de marzo de 2024

Qué dirías tú si un día te llegase una invitación formal con el sobre y la tarjeta de borde troquelado -además de un frasquito de veneno nº 5-, para asistir a eso que llaman enlace entre avispón y abeja, y te recomiendan acudir con un disfraz de guardia suizo o de mameluco con rayas negras y amarillas?

 



Asistí por casualidad

a un encuentro social de flor y abeja,

sin música, tan sólo el fervor dominical

del bronce de las campanillas tiritando en la hierba de los prados,

el palacio civil de una colmena, un entoldado de manzanos en flor 

y la constancia sonora del arroyo,

hasta allí llegó el amor como un extraño antecedente,

se acomodó en el hueco y trajo miel, produjo benignas sensaciones,

pero luego fue destemplándose su primitivo ardor, sufrió el acoso

de extraños visitantes con aspecto y aroma de interior

aunque de fuera,

y como llegó se fue, con un zumbido redundante,

no sé si alegre aunque sí acordado entre dos diferentes armonías,

de la corola de la flor se desprendieron algunos pétalos, 

yo duro poco, sabes, mi corazón es de ceniza.



Zona B:

Abraham expulsó a Agar, condenándola a errar por el desierto y a pesar de todo su descendencia fue numerosa; hoy esa descendencia vuelve a ser expulsada de su tierra por la violencia de un ejército y la codicia de colonos sin escrúpulos.


viernes, 8 de marzo de 2024

Le hicieron socio de un club que no existía, sólo se necesitaba aquel reloj sin manecillas, sin acostumbres horarias ni deber tributario con el tiempo; lo ocupaba todo sin estar, codificaba su conciencia con sus consignas catequísticas, no debes hacer, procura, muévete, regresa; hasta que un día lo dejó olvidado o lo desahució como a un predicador y todo volvió a estar quieto, al natural, como la costra en las heridas

 




Repite: todo va bien, 

no se prevén alteraciones, 

el pulso nos permite detenernos

y mirar el valle a nuestros pies, evita

la cara austera del reloj, la vida queda fuera 

de ese azabache artificial que toma nota de cada inspiración,

de cada duda o parpadeo,

todo va a ir bien en adelante y si miras al fondo

en el oro del cielo se dibuja el paso de la migración,

regresa el alma que traspasó las alambradas del invierno,

un electro más y el horizonte 

abrirá la exposición de tus temores, será evaluada

tu desavenencia vascular y sobre el hierro

quedará el rescoldo de una llama fría

latiendo alegremente aunque con ritmo desigual.



Zona B:

Cuándo aprenderemos que del cielo sólo ha de venir la luz, la lluvia; todo lo demás son añadidos torpes, ya sean consignas encriptadas, aire sucio, bombas o ese maná culpable que primero crea el hambre y luego la administra a voluntad.

jueves, 7 de marzo de 2024

Rebasó el murete del noventa y tres y volvió la vista, la luz llenaba los espacios que fue dejando atrás, se diluían en la claridad lechosa de sus ojos fatigados; si por detrás no queda nada ¿para qué mirar?; la luz era el oxígeno que alentaba la vida de las cosas, ahora se ha convertido en pura asfixia, la indiferencia de la claridad

 




Cualquier historia es comparable

al aire retenido en las entrañas helicoidales de una caracola,

si acercas al oído su cavidad de nácar

podrás oír el mar, imaginar la música del agua, 

su roce con la arena arrastrando naufragios, 

podrás hacer comparaciones desde el tono menor

de quien espera el regreso de un barco

hasta el mayor de las sirenas 

que anuncia la partida de esos grandes cargueros

bautizados con siglas o con números,

podrás rivalizar con los periplos de los héroes de Homero

o escuchar el llanto de Medea abandonada por Jasón,

y al atardecer, ya solo y urgido por el sueño

acaso puedas conseguir que se fusionen realidad y deseo 

imaginado que alguien te llama por teléfono.



Zona B:

Pronto llegará el calor a esa región de oriente; de los escombros de Gaza irá saliendo el hedor de la muerte acumulada y hará difícil la respiración a los vecinos de Israel. 

miércoles, 6 de marzo de 2024

Así se desdoblaba el vendaval soriano de la Madre Agreda para rellenar los desvelos del rey, estando aquí y allá a la vez, deshojando la margarita del amor para curar el miedo, sin perder la inmovilidad de las estatuas, aunque dejando un panorama de aniquilación humana para que también brillara el oro falso de un reino sin remedio

 




Detrás de ti sólo el tornado

de las hojas doradas del otoño,

se ve en el aire tu oxidado perfil de polvo y fango,

el remolino vertical de un alma que no encuentra

                                               cobijo para su estupor,

es sólo una voluntad erguida

que aspira a perforar los techos azulados de la noche

                                        para que asomen las estrellas, 

que no falte esa elemental coreografía,

luego, sí, 

todos sabemos en qué termina todo, los anuncios

en el televisor, las horas ciegas de una realidad

sobrevolada por el tornado de oro y una música

de tan elevada toxicidad que puede

dejar en coma lo que queda sin contaminar de tu cerebro,

tú procura volar alto, más alto incluso que el tornado

y cuanto todo pase

párate a mirar la destrucción, el místico arrebato

que te hace avanzar sin que los pies apenas

lleguen a rozar el suelo.



Zona B:

Que el gran verdugo se haga leer una reciente historia y considere que podría repetirse el él lo que en ella se narra: otro verdugo disfrazado al que unos ángeles de hierro secuestraron de su refugio austral para juzgarlo a plena luz y con su nombre.

martes, 5 de marzo de 2024

En toda historia triste hay un acantilado para que los suicidas puedan mirar abajo y reconsiderar el riesgo de quedar flotando eternamente lo mismo que esos pájaros de mar que se comportan como si fuesen inmortales; en toda historia triste hay siempre niebla para que la altura del abismo no disuada a nadie del ansia imperiosa de volar; aunque cualquier historia vale porque al final la tristeza acaba apareciendo

 




Se bienvenido a este lugar,

llama a la puerta y te saludarán los perros

sin amenaza, sin ladridos, su lenguaje es de musgo,

tan sólo un gozne antiguo es capaz de saludar así,

si nadie sale a abrir empuja suavemente, 

no encontrarás ningún cerrojo 

ni habrás de recurrir a contraseñas de seguridad,

habrá fuego en la cocina, un delantal sobre el respaldo de una silla,

el aroma reciente del café y un libro

abierto en el regazo de un sillón, como una herida

que no ha cicatrizado,

este es el lugar que abandonó la guerra 

obligándolo a errar fuera del tiempo, 

ahí sigue todavía, ingrávido, sin voz, sin auditorio

pero con muchas cosas que contar,

posiblemente esté esperando al desertor de otras lecturas,

algún viajero convencido de que en otra parte

podrá encontrar algo mejor.



Zona B:

Si cuando todo esto acabe aún queda vivo algún niño palestino ¿con qué ojos mirará la nada a que han dejado reducido su pequeño mundo? ¿seguirá temblando ante esos cactus vestidos de soldado con mirada de fuego? ¿querrá vivir rodeado de figuras o preferirá la soledad?

lunes, 4 de marzo de 2024

También pregunta al ángel por el progreso del color en su plumaje, porque de verdad son plumas, ¿no es así?, no esos élitros negros de los escarabajos tipo Kafka que tanto asustan; pero tampoco el ángel puede resolver la duda, hasta nosotros sólo llegan los ecos fatigados de la respiración del creador y eso con sordina, de modo que no sabemos nada más que lo que todo el mundo sabe

 




G tiene ahora mucho sueño,

lleva demasiadas horas vigilando la nieve,

mira cómo cae y lo hace con dedicación escrupulosa,

se pregunta: no habrá un copo negro? en los libros 

se dice que el color depende de la luz, 

cuando los objetos no reflejan puede aparecer lo negro,

G sube la apuesta y cada día prolonga un poco más esa vigilia,

por eso está cansado, se le quedan los párpados a medias

y su atención resbala como una gota por la superficie del cristal, 

su fe se desorienta, no existen los colores, lo atestigua

Elizabeht Bishop como embajadora de la física,

-como poeta no está tan segura-,

y qué hará G, 

renunciará a seguir tras el cristal?

está ya muy mayor para esta disciplina y al igual que Elizabeht

no piensa defender esa teoría singular

por los paraninfos de esas fundaciones culturales

que dan mal de comer y te despiertan

en plena siesta para proponerte nuevas giras,

G tiene delante 

un informe clínico muy breve: un glaucoma

intenta remontar las cataratas del gran río 

como el viejo salmón que ha regresado a desovar

en el frezal de la diabetes de sus antepasados.



Zona B:

Para qué esas vallas coronadas de púas y cuchillas de tantas y tantas religiones si no nos hacen más humanos y felices; o acaso ser humano significa eliminar al semejante para instaurar un monohumanismo de pantufla? Los primates nunca han sufrido de este mal.

domingo, 3 de marzo de 2024

Siempre regresamos a la fuente de la primera sed, incluso cuando ya se sabe que la sequía ha derrotado el manantial; buscamos algo más o tal vez esperamos que la fe sea capaz de rescatar lo que solía estar allí; no hay agua ni la habrá y hasta podría desaparecer la sed para privarnos del placer venial de satisfacerla

 




Fui fiel a ti, pecado original 

cuando las notas de una música hipnótica danzaban

tras los arbustos falsos de la fábula,

me arrodillé con cara de consumación 

como si hubiera concluido la función inaugural del mundo,

ahora vuelves conmigo, nos invita un anfitrión irreverente 

que se ríe de todo entre bambalinas,

la orquesta brindará vestida de cristal,

los timbales disfrutarán haciendo añicos 

la tersura jaspeada del scherzo

y en el pequeño lago de la copa

veremos suicidarse a una aceituna

hundiéndose en el oro de un Martini.



Zona B:

Acude, corre, vuela, traspasa la frontera, ocupara el llano, no hagas distinción entre hebreo musulmán o cristiano, no dejes que el verdugo acabe con la vida de tu hermano.

sábado, 2 de marzo de 2024

Un maestro que tuve me contaba historias apócrifas de Homero; las iba hilando en sus largas noches de vigilia, tirando de los hilos de un telar que él mismo se había fabricado siguiendo indicios de lo que Penélope tuvo que hacer para tejer aquel sudario interminable a la memoria; hoy sigo recordando los detalles, pero he olvidado el corazón de las historias

 



Cazaba mariposas con una espumadera, 

les daba de beber los agujeros

perfumados con una simulación de miel,

ellas desplegaban su lengua de reloj

y se quedaban atrapadas en el tiempo, 

disecadas, hermosas, infelices

lo mismo que las gotas de lluvia en un cristal,

él las colocaba en su lugar entre brillantes

objetos de metal y la cocina

se convertía en el meandro de un río silencioso 

con islitas de barro donde tomar el sol.



Zona B:

Ciudadanos de Israel, si alguna vez os aburrís del cabeceo contra el muro de las lamentaciones, podéis pedirle a vuestro ministro de la guerra  que os deje ir a practicar el tiro al blanco contra los molestos palestinos que tanto incomodan al ejército con su acuciante búsqueda de alimentos.

viernes, 1 de marzo de 2024

La adoración sigue colgada de un olivo viejo, las manos juntas aunque atadas atrás, como las de los asustados por la acción de la justicia; nada tuvo ella que ver en el asunto, ni miró ni vio, se limitó a adorar como los ángeles, como aprendió desde la escuela en los libros miniados que nunca le dejaban ver; ella de lejos adoraba con la febril ensoñación de los que tienen hambre y sed y necesidad de una justicia que sin saber leer traduce el canto de los pájaros

 




Conocí unos pájaros 

que buscaban a dios en los excrementos de los elefantes, 

una simple semilla protegida por la bendición de la quitina

podía soportar una agresiva digestión 

y tras superar el tránsito por la oscuridad penitencial

salir al sol como arrancada de la muerte, -igual que Lázaro-,

dejarse entrevistar para la catequesis de los telediarios,

decir calígine en pleno mediodía sin parpadear, 

como tocada por la gracia y aplicarse de nuevo 

a su antiguo oficio de crecer, multiplicarse y llenarlo todo

sin que ello supusiese modificar en nada su tamaño.

Los pájaros habrían de buscarse el alimento

en los campos de Job, el providente, que entró y salió

desde lo oscuro, dejando un diezmo para aquellos 

que ni siembran ni siegan pero cantan 

en la intemperie hospitalaria de los estercoleros.



Zona B:

Se mueren de hambre, en Gaza los niños mueren de hambre, el cinismo del gobierno nazi de Israel no deja que lleguen alimentos; luego irán a Eurovisión y cantarán un salmo para que la conciencia de occidente pueda conciliar el sueño.