Se supone que el agricultor
no repara en la música que ha de aparecer tras él
a la manera de los pájaros caídos como notas
sobre el pentagrama de los surcos,
hay un adagio conducido
por la somnolencia de los bueyes hacia un futuro germinal,
una escritura hipnótica paralela a sí misma y repetida
una y otra vez como un eterno gregoriano,
sueña él o acaso el sueño sea sólo exterior y nada
de lo que ocurre en las pasadas del arado sobre la tierra yerma
sea algo musical y nosotros debamos conformarnos
con repetir eternamente la cantinela del pasado
que habla de sudor, de pan, de campesinos encorvados
sobre el silencio adusto de la tierra.
Zona B:
"...llegan colonos armados como perros de la guerra, me golpean, me roban las ovejas y asesinan a mis cabras, dejándome sin voz, apenas con aliento para huir de lo que fue mi tierra y la de mis antepasados desde donde nace la memoria". (Ocurre en Cisjordania, un día y otro día).
No hay comentarios:
Publicar un comentario