jueves, 14 de marzo de 2024

Aquel déspota asirio de rizada barba y mirar feroz pensó un mal día que unas murallas rodeando la ciudad darían el colofón a su poder; el miedo apretujado forma un bloque capaz de repeler ejércitos, asegura obediencia y si le racionas la comida es capaz de convertir la carne de sus semejantes en el objeto de sus ansias; mirad la lista de la compra de los que acuden al supermercado

 




Sobrevives en una gran ciudad,

tan grande que en ella cabe toda tu pobreza,

a veces bajas a la calle 

buscando el sol, el aire, algún motivo 

para que tu fe perdure y te sumas con humildad de arroyo

al torrente vecinal, en las aceras se evapora

tu identidad y se diluyen tus confines, eres un sonido más

en el chirrido metropolitano, caminas

igual que esas palomas de plumaje gris manchado

de mansedumbre mendicante hacia la gran cloaca 

donde se mezclan sin remedio

las aguas residuales, el agua virgen del arroyo 

y el agua remansada de tu perplejidad.

Ahí se ahoga nuestro mundo.



Zona B:

Poco a poco el desafío consentido se va consolidando y se endurece cada día más, de forma que cuando quieres reducirlo a la legalidad es ya demasiado tarde y sólo te queda el recurso de la fuerza y esa siempre acaba mal. Piense en ello el mundo "libre".

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