Asistí por casualidad
a un encuentro social de flor y abeja,
sin música, tan sólo el fervor dominical
del bronce de las campanillas tiritando en la hierba de los prados,
el palacio civil de una colmena, un entoldado de manzanos en flor
y la constancia sonora del arroyo,
hasta allí llegó el amor como un extraño antecedente,
se acomodó en el hueco y trajo miel, produjo benignas sensaciones,
pero luego fue destemplándose su primitivo ardor, sufrió el acoso
de extraños visitantes con aspecto y aroma de interior
aunque de fuera,
y como llegó se fue, con un zumbido redundante,
no sé si alegre aunque sí acordado entre dos diferentes armonías,
de la corola de la flor se desprendieron algunos pétalos,
yo duro poco, sabes, mi corazón es de ceniza.
Zona B:
Abraham expulsó a Agar, condenándola a errar por el desierto y a pesar de todo su descendencia fue numerosa; hoy esa descendencia vuelve a ser expulsada de su tierra por la violencia de un ejército y la codicia de colonos sin escrúpulos.
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