viernes, 31 de diciembre de 2021

Casi un año de fuego

 



El humo vuelve sobe sus pasos,

no queda apenas leña que quemar

y, aunque resiste el calendario con sus días de fuego,

el frío se ha colado en nuestras casas

como un recitativo gregoriano:

no nos retires tu mirada, señor, que el aire

vive ya como una fierra en los túneles del metro,

el apocalipsis se ilumina

con bermellones de cinabrio y azules fraangélico,

la sangre del dragón se ha desbordado

y la sansilvestre se celebra

sobre tablas de surf,

                                      (se ha retirado el dorsal 666 

como homenaje al único invitado 

que se niega a confirmarnos su asistencia).


(La crónica, trasmitida a distancia y con sordina,

echaba muy respetuosamente las culpas al siroco

auxiliado por ábregos y alisios: 

no se puede beber de un solo sorbo

toda el agua del mar, decía, la sal aumenta la flotabilidad

y el mundo está muy soso, a punto de naufragio,

una rebelde arritmia

hace bailar las miguitas de pan sobre la hoja del periódico,

al pasar la página, un sorprendente titular:

regresa el viento después de meses inactivo

por conflictos de denominación de origen protegido,

ya se sabe, le das nombre y tiene que volver a conocerse.

La página final testimoniaba con gran despliegue fotográfico

las rogativas medievales que las comunidades rescataban

para atraer la lluvia sobre el mar).



jueves, 30 de diciembre de 2021

La guerra de la carretera




Hubo un tiempo

en que al tomar la carretera

para llegar al Pando te daba por pensar

si tus antepasados fueron favorables

o contrarios al proyecto que al final se llevó a cabo,

en invierno con la nieve

encontrar el trazado era como jugar al ajedrez con el abismo,

las canciones de ciego que sobrevivieron al acero 

    de las navajas y el silencio 

hablaban de sentido común como si fuera

la regular cosecha de los años anteriores al luto del rencor

y se ensalzaba el estoicismo

de la inicial calzada que el ingenio romano y el  esfuerzo bárbaro

fundieron en el yunque del enfrentamiento,

así sonaba el río precursor del cauce paralelo

a las losas de pórfido y caliza por donde intentaban progresar

los sueños simples de una gente ansiosa por llegar a tiempo

al horizonte despejado del otro lado de la panda, 

entre salgueras y libélulas, justo

el ancho suficiente para un carro y la velocidad

adormilada de las vacas como promesa de una eternidad

dividida en etapas,

pero se fue secando aquella rama del roble antecesor 

y las canciones de ciego se apagaron 

como la llama de un candil al que racionan el aceite,

hoy nos queda la empinada cuesta y la crudeza de la incertidumbre, 

no sabemos

si es mejor sudar en la subida

someterse al musgo de la umbría

para justificar nuestras banderas.



miércoles, 29 de diciembre de 2021

Flor de tojo

 


Sumido en el invierno rememoro

la fiereza del tojo, cuando el ave

no cantora se entretiene picando

sus flores amarillas y abandona en el aire

un par de notas falsas como queja

por su agresivo adorno sin semillas,

belleza montaraz la suya

sin la educada cortesía de la flor 

que nunca oculta sus defensas, ella

se guarda así de ciervos y de cabras

y el monte sabe que esa arisca belleza

es la única posible para revestir de gloria

los pocos días de esplendor que darán paso

al escozor de las espinas.


martes, 28 de diciembre de 2021

Ella lava en el río

 



En el invierno los carámbanos

suspendían prudentes su puñal

cuando se acercaba al rio con el cesto de la ropa sucia,

manos moradas de atizar el fuego

con la carcajada del puchero perfumando

de humor serio hasta el último rincón de la cocina,

luego los hielos y los sabañones 

se encargaban de imitar las flores

humildes de la primavera, con la precisión del ciego

que nunca acierta a ver pero tantea

con el amor cifrado del bastón los bordes

tan hondos que sus pies dibujan

en la tersura de la nieve.



lunes, 27 de diciembre de 2021

Ese crimen pequeño

 


Ese crimen pequeño, 

filosófico y simple,

calculado hasta el mínimo detalle

sobre el tablero oblicuo del estudio

para que crezca lentamente en el cemento

como un capricho de la primavera

y mantenga la apariencia de rosal silvestre

asomado al borde del camino,

sus púas tienen la curvatura justa

del arbotante subjuntivo

para dispersar sin daño el peso muerto

de conjeturas y sospechas,

y su hermetismo oculta cualquier resquicio

de complicidad igual que el eco llena

de relumbres verbales el silencio.

Se cubrirá al final de flores tan sencillas

que nadie pensará en la sangre

como el necesario maquillaje

para alegrar los tonos del cadáver.



domingo, 26 de diciembre de 2021

El pájaro y la jaula

 


Al despertar llegaba

con el olor mohoso de los lunes

aquel emblema alimentario del tebeo

con el pan sobre la jarra y una telaraña que adornaba

de pereza y polvo las esquinas del ventanuco de la celda, 

nunca se dejaba ver el rostro del penado 

y apenas la apatía de un repetido calendario

se insinuaba ante sus ojos ciegos,

baja a desayunar, decía sin hablar el péndulo 

de una voz cansada aunque rellena

de enérgica armonía, si no llegarás tarde a la escuela,

y abajo en la cocina ya estaban esperando 

el pan, la jarra y la pereza laboriosa de la telaraña

para llevarme de la mano a la prisión.

sábado, 25 de diciembre de 2021

Igual de tela que de viento

 


Se viste igual de tela que de viento,

este llega de lo alto, aquella del pudor

que igual que la cascada

siempre viene de arriba y trae la niebla,


pero el desnudo, qué, es antes 

de que la tela llegue o cuando el viento 

la agita y nos descubre la epidermis?

miramos el ritual, su lentitud

que hace incrementar el parpadeo,  

pero la urgencia de la física nos deja

a mitad de camino con la divinidad huyendo

del tacto impropio, como hace el polluelo

cuando abandona el cascarón.



viernes, 24 de diciembre de 2021

Sea eso lo que sea

 


La realidad es un sonido, alguien lo afirma

desde la orilla sorda del sentido, 

yo a veces me despierto 

sin dejar atrás los ecos que rebotan del sueño,

detengo el movimiento e intento colorear

con una brizna de azafrán la luz que llega,

pero aún así la realidad sigue callada.


jueves, 23 de diciembre de 2021

Pasa el viejo tren

 



Unas bielas, un movimiento que no avanza

o que avanza y retrocede pero trasmite su alegría

a la rueda y esta emprende

una carrera fatigosa al empezar la cuesta

y superar piafando ese repecho

de dificultoso respirar, 

arriba alguien contempla el valle

haciendo sombra con la mano,

qué dice el vapor, pregunta,

y el vapor resopla y se fatiga, cuenta las historias

como la tos de un fumador, desde muy dentro,

y escribe con el humo

en la trasparencia de noviembre, pero lo escrito

apenas permanece unos segundos

y cuando quieres darte cuenta

ya ha pasado el tren, la cuesta está vacía

y sólo queda el resplandor de los raíles

y el olor ferroviario

a humo de carbón y vapor de agua.

miércoles, 22 de diciembre de 2021

De un particular martirologio

 


Hablando de lascivias

recuerdo aquel esfuerzo taxonómico

por calificar la piel inerte de la mártir

guardada en una urna y que un día de noviembre

se alisaba ella sola y parecía inflarse de memoria

en torno al mismo cuerpo del que fue desollada

con el sufrimiento apaciguado por la anestesia de la fe,

era un alabastro adelgazado hasta los limites de la transparencia 

como el que adorna de castidad la saetera

del ábside románico donde el relicario reposaba,

yo alcancé alguna vez una febril levitación 

bañándome en la sangre casi aérea de una joven virgen

a la que unos ángeles de rictus sado maso

mostraban el instrumental

con que iba a ser desnudada de su piel y convertida en mapa

de anatomía muscular como el que ahora

cuelga en la pared de nuestra clase.

martes, 21 de diciembre de 2021

Anne da clases de sabor

 




En la cocina usa la cursiva dulce,

no recurre al azúcar como adorno y eso hace que nosotros

nos esforcemos por hablar también en ese idioma

de bastardilla y sabor rojo, 

provoca a alguien para que pregunte

con ingenuidad: ¿qué aspecto tiene la distancia?.

Se extiende desde un adentro ilimitado

hasta el borde de lo que puede amarse. 

Depende de la luz.

En esta ocasión él preguntó a su madre ¿quieres fuego?

aprovechando que ella 

sostenía un cigarrillo entre los dedos,

pero en otra circunstancia

la pregunta podría ser distinta

e igualmente iluminadora sin necesidad de las cerillas, 

teniendo en cuenta que estar juntos

no elimina la distancia o admite la separación

como un principio de conocimiento.

lunes, 20 de diciembre de 2021

Lo que la luz ofrece

 


Me he sentado a observar

la audacia con que un rayo de sol

avanza por la habitación oscura,

dejo a un lado el libro que habla de un eterno regreso

y me concentro en el progreso lento de la luz,

en lo que de ese rayo va quedando 

atrapado en la penumbra, como las escamas de un cabello

atravesando el aire de una seda, qué se deja atrás

o qué se lleva de lo que traspasa, toda audacia

tiene que pagar un precio y al final la línea

de luz se adentra en la tiniebla

como el pincel en los colores, intentando

sobrepasar el miedo a contagiarse

de aquello que le es desconocido.


domingo, 19 de diciembre de 2021

A vueltas con el petirrojo

 


He vuelto a abrir esa ventana

por la que entró el pájaro mudo, 

ahora el frío ya no entra, se entretiene escuchando

la deshilachada música 

que la tela metálica oyó decir al pájaro,

se queda ahí, pulsando con dedos ateridos

la diminuta hoguera del saludo

y el petirrojo se aprovecha

de la contemplación para sentarse

a desayunar conmigo, con promesas

de acabar aprendiendo a conversar

a cambio de unas clases de cocina.

sábado, 18 de diciembre de 2021

La piel del agua

 


Subieron el repecho y contemplaron

el dilatado marco del embalse

con un cardumen bullicioso de olas y de brillos,

qué le pasa al agua que padece 

de cutis seco y escamoso, dijo ella,

es por la sequía, dijo él, no llueve desde la primavera,


acaso lo mejor del mundo sea el esfuerzo

con que los ojos lo definen como un molde

para fabricar cosas mejores.


viernes, 17 de diciembre de 2021

De excursión a la Estigia

 


Miró el mapa, la Estigia no quedaba lejos,

recordaba haber estado por allí 

cuando su padre cosechaba

mariscos muertos para sus alquimias,

tal vez un día de calor, un picnic sofocado

entre investigación y moscas podía dar la clave

para acceder a ella sin el riesgo de adicción que todos afirmaban,

llevaría comida y un mantel estampado, -en Virgilio las flores

transformaban los yermos en Arcadia-, y encendería un fuego

donde quemar ramitas de incienso marroquí

para ahuyentar la nube de mosquitos

que se alza con la calma del atardecer,

en la arena de la orilla aún podían leerse los hexámetros

tan declamatorios que escribió su padre

para ocultar el miedo: sirva de óvolo

el corazón de estas monedas

fundidas con el calor extremo de tu aliento,

oh eterno mantenedor del fuego,

con el flujo y reflujo de las aguas

se formaba en la arena una corteza de resina azul

idéntica al cristal que los arúspices 

usaban para hurgar en las entrañas del animal sacrificado.

Por la noche, tras echar la cremallera de la tienda,

se colocaría una moneda sobre los párpados cansados

para que el guardián Caronte no turbara su sueño 

con cuestiones de aduanas o de impuestos.



jueves, 16 de diciembre de 2021

Larga alfombra roja

 



Vadeo un libro de Tom Holland,

la portada, lo mismo que la vida, tiene el techo azul,

abajo hay unos caballos erizados de lanzas

con guerreros en pie sobre los estribos

como si pretendieran alcanzar el cielo 

amontonando ruinas y cadáveres, 

todo coronado por una cruz o acaso sean 

simples espadas enfrentadas, 

                                                     desde lejos Aquiles  

se sonríe, tiene la frente con sudor de sangre,

y sus músculos brillan bajo la apariencia 

de un fornido Brad Pitt, parece sopesar la oferta

de interpretar a Carlomagno o a Otón o a Enrique, a tantos

con corazón de acero ya oxidado, para lograr que su memoria

se ilumine de rojo como la larga alfombra

que desenrolló el apocalipsis.



miércoles, 15 de diciembre de 2021

Se veía venir desde hace siglos

 


 De ahí viene el ruido, del lado incómodo del sueño

que se resiste, que no se decide ni por este ni por el otro amanecer,

los olores llevan despiertos varias horas, dudan

si seguir pudriéndose en silencio o reventar como fuegos

artificiales de frescor, 

sin esperar a que vuelva a ser de noche, llega

por el pasillo el péndulo precavido de unos pasos

que no quieren molestar, pero molestan con un sigilo exagerado, 

parten en dos la tabla de la neutralidad y no consiguen

llegar a tiempo para activar el mecanismo

de la alborada, sufre

toda la estructura de esta torre silenciosa de babel,

ella tan sólo regurgita unos sonidos de onomatopeyas

o retazos de idiomas prehistóricos,

pero de pronto se abre paso el aroma del café,

tan negro y cálido como el regazo de una madre antigua 

cuando el cariño aún no tenía 

palabras para manifestarse porque era un bloque monolítico

y el sol descorre la cortina

con la cara de imbécil  resignado

que prescriben los emoticonos.


martes, 14 de diciembre de 2021

Pájaros no cantores

 



El duende petirrojo asomó tras el cristal,

fuera el aire daba vértigo, 

tan frío como un mantel de nieve,

abrió muy despacio la ventana

pero el pájaro voló hacia atrás

y sólo el frío se coló por ella,

cuando terminaba el desayuno

entró también el petirrojo, sus ojos

eran dos pepitas negras, él pensó un saludo:

espléndida mañana, pájaro, más fría

que un ojo de cabra, pero tan luminosa...,

dejó sobre la mesa las miguitas

y la costra de azúcar que había raspado del bizcocho,

su mirada fingía una afectada distracción

pero seguía con mimo cada movimiento

de su invitado no cantor, en su cabeza

revoloteaba una obsesión:

si el rito se repite cada día  

de algún modo este pájaro mudo

acabará contándome su vida.


lunes, 13 de diciembre de 2021

Buenas noches

 


La lectura terminaba siempre en una ciénaga,

se hacía de noche sin ocaso, como si una mano

tapara el sol sobre los ojos y echara la persiana,

al final no había un buenas noches susurrado

ni siquiera el intento de aligerar tensiones

entornando la puerta sin cerrar del todo,

con esa cuchillada llegada del pasillo

su sueño podría deslizarse sin esfuerzo por la pendiente ciega,

y hasta reconocer a cada figurante

antes de difuminarse en la negrura,

los contaba todos, uno a uno, para estar seguro

de que nadie se ocultaba en las esquinas,

y antes de fijar su pensamiento en el envés rasposo

de las manos de la nurse llamaba muy bajito

al fantasma de su madre, con miedo a que le oyera

y viniera a desearle buenas noches.

domingo, 12 de diciembre de 2021

Un duelo de espejismos

 



Acércate a la mesa, admira

el lino del mantel, el tono marfileño de los hilos,

urdimbre y trama peleando por construir un paraíso

al alcance de pocos, comida altiva,

mirada de jirafa intelectual que no precisa

auxilio de escalera para alcanzar las letras altas

de la exclusiva biblioteca,

ideas in excelsis bordoneando como moscas 

en torno a una cabeza coronada

por cuernos de peluche y una desalentada dinastía de lengua azul,

qué lejos el encanto de las parrafadas

jalando brotes trémulos de acacia y qué difícil

acomodar a un sólo término

la sensibilidad ante un estímulo, cuando se pronunciaba polvo

y los demás no comprendían

que el aire no es un soplo universal, abajo barre

y arriba obliga a entrecerrar los ojos

para hacer que el vértigo parezca

un hervor del aire en la distancia.

sábado, 11 de diciembre de 2021

Así suena una tormenta de verano

 


Hasta aquí puedo llegar con mi cojera, 

las palabras me sobrevuelan 

con la constancia pegajosa de las moscas

en los días de fuego,

cuál será la que hoy despierte mi pasión,

la que se enrede en mis zapatos

como una madreselva horizontal y suene 

con el metal azucarado de una ajorca,

llueve a lo lejos, sobre el polvo 

alguien escribe a máquina o arrastra

un mueble muy pesado, casi un trueno

sobre madera de desván, 

adoro al dios de las tormentas, 

cuando regrese a casa le llevaré unas flores

y le ofreceré un jarrón con agua

para que paste y beba a su placer

aspirando el olor de las violetas.

viernes, 10 de diciembre de 2021

Una función que dura siglos

 

Dura prosa la de Shakespeare

cuando hace subir a los actores

por escalas de esparto

aunque los peldaños sean versos

de metro esclarecido, 

en un aula de la cercana facultad

se compara esa pasión por el ladrillo visto

con el empeño por los materiales nuevos, 

esos que proceden de derribos y adquieren nueva vida

tras un selectivo reciclaje, cielos rasos 

y paredes de yeso que soslayan

la necesidad de los tapices tras los que podría aparecer

el charol de un zapato o el bulto sofocado 

de un sorprendido victimario,


sal del túnel ya, Laertes, deja que ese florete

inesperado de la luz penetre en tus pulmones

y que el veneno certifique la levedad del sueño,

en una hora todo esto habrá acabado y en las butacas

quedarán como espuma los programas

de mano de este Hamlet arbóreo donde el agua

arrastra hojas teñidas de maquillaje rojo

para ocultar la palidez de Ofelia.



jueves, 9 de diciembre de 2021

El arenero del Manzanares

 


El arenero tira del larguísimo varal

y sus ojos se entrecierran para filtrar el resplandor

de la arena mojada y los reflejos en el agua

mientras trata de captar el brillo de algún trozo de sílex 

subido con la arena desde el fondo de una prehistoria muda,

alguna vez le sucedió que obtuvo 

de una sola palada un rascador tallado

a menudos golpes, con las muescas de astillas tan pequeñas

como dientes de leche, o una punta de flecha ensangrentada

con el óxido vivo del cinabrio, 

y ese resplandor iluminando su piel tostada

quedó flotando por el río, sobre el salgueral,

hasta que al atardecer los gansos migratorios

se lo llevaron al remanso para pasar la noche

a media luz, como en Laponia.


miércoles, 8 de diciembre de 2021

Nadie nos va a creer



Aquel puntito 

que veíamos brillar por el camino de la vega

era un segador con la guadaña al hombro,

el sol caía casi vertical sobre el pulido acero

y multiplicaba el haz de luces que nosotros 

confundíamos con el vaivén incierto

de una herida del aire enfebrecido por la canícula de julio,

pero, al ir progresando, la distancia

no tuvo más remedio que bajarse 

del burro y concedernos una duda cercana

a lo que los ojos ya creían entrever,


la gracia estaba en ese toque de los dedos en la espalda 

animándonos a secundar el juego

que proponía la imaginación, (no hay nadie

capaz de hacerse un hueco en ese lado plano de las cosas

cuando están de frente, salvo si rasgamos

la seda gris del aire y nos dejamos llevar por él hasta situarnos

a la espalda de todo).

 




martes, 7 de diciembre de 2021

Año de nieves

 

Púnicas y oscuras,

unas puntas de flecha

haciendo primavera 

sobre la cera blanda del barrizal,

traen de lejos la guerra del sonido,

su lenguaje es familiar aunque se entienda

en cada sitio diferente, bajo el alero

les aguarda el nido que ellas sacarán del caolín.

el frío tiene todavía

un calendario por delante y se constata

la inútil eficacia del refrán cuando se arranca

la hoja en blanco de febrero

y apenas queda nada en la despensa. 

lunes, 6 de diciembre de 2021

Toma falsa en Táuride

 

Pensaba el héroe que sus enemigos, -muchos-,

crecían cada día en el pastizal de Táuride,

aunque algunos se sumaban

como la espuma a las aguas residuales

que, tras higienizar la plaza de los sacrificios,

se quedaban girando en los remansos de cualquier esquina

para captar nuevos detritus,

con esa aportación novísima entraban en concurso

con las enemistades más antiguas y podían

inclinar los frágiles platillos de la balanza 

al lado conveniente. Un coro de cautivas 

desenredaba una madeja de hilo fino procedente

del comedor de fumadores. Egisto se reía, 

él siempre fumaba gratis, e incluso había lacayos

peleándose por ofrecerle fuego, a él cuyo interior volcánico

ardía de envidia por el toque extranjero y perfumado

del humo que exhalaba Agamenón .

domingo, 5 de diciembre de 2021

Cualquiera podrá verlo


Un trazado no superficial

para los sueños que no requieren luz de mediodía,

a media tierra, sin esperanzas arqueológicas

de ser desenterrados por casualidad

cuando se ara con bueyes dulces 

o se enderezan surcos con azadones de rigor,

sólo el hierro comido por el óxido y los alfanjes árabes 

que tomaron de la media luna referencias precisas 

para los vuelos subterráneos

querrán abrirse a cosecha literaria,

con ellos subirán al aire

las historias de guerras antiquísimas

e ilustrarán el cielo tan cristianizado de este lado

pagano y saturnal donde nacimos.


sábado, 4 de diciembre de 2021

Chinescas

 


Prueba a soltar esa paloma

que tus manos chinescas han fijado a la pared

con alas negras, 

la impulsará el plumaje de los dedos

haciendo escalas en el binario del teclado, 

tú perderás las manos mientras las inicias

en la aventura de volar,

pero regresarán en primavera.



viernes, 3 de diciembre de 2021

El nombre de este pueblo

 

Una última advertencia

antes de emprender la expedición por los canchales negros: 

nada de fósil apariencia, ni siquiera ese gusano mineral que cuelga

como estalactita acusadora de algún techo sin luz, 

nada que aluda a la costumbre lenta del goteo

para precipitar en piedra grabada o esculpida un logotipo

de arqueológica apariencia, 

nada traído por la tradición oral o escuchado en púlpito, 

ni por supuesto la traducción interesada

de los nativos para revestir de realidad

al mito más halagador con que los siglos

han ido perfilando el nombre de este pueblo, 

nada de eso nos vale,

si acaso el parpadeo de los labios

al pronunciar con miedo una palabra

que nadie sabe interpretar.

jueves, 2 de diciembre de 2021

El lado morse de la vida

 

Me quedo aquí,

en este lado morse de la vida

que cose los silencios

con el punto raya punto de rigor,

la sangre fluye a grandes pasos

igual que el ciego Frankenstein

cuando se orienta hacia las flores

por el olfato o las arritmias

de un corazón mal trasplantado,

me quedo aquí, tanteando con el bastón

los límites del agua,

aunque en el fondo mi problema se reduce

a no saber nadar.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Tema del día en el club


Regresemos ahora

a la sala azul de fumadores,

nuestra biografía es de marfil,

mirad las manos cómo doran con su tono amarillo

             de nicotina y cortesía universitaria

             cualquier tema de conversación, 

-toda apuesta por lo improbable es bienvenida 

             siempre que reciba de algún modo

             los avales precisos de la ciencia-,

yo apostaría por el alquitrán,

ir exhalando lentamente lo aprendido

             en lustros de codicia tabaquera

y demostrar al mundo lo que nunca

              se dio por comprobado,

que a pesar del regusto a ceniza humedecida

              podemos asomarnos al agua del estanque

              y exhibir el embuste de nuestra dentadura 

              entre nubes blanquísimas,


otros se inclinan por el rubio whisky

                que no deja huellas de color en la piel,

se dice en círculos de más bajo nivel

que para el hígado soñó dios la alquitara,

destilerías sin amor, sea en escocia o en segovia.