lunes, 13 de diciembre de 2021

Buenas noches

 


La lectura terminaba siempre en una ciénaga,

se hacía de noche sin ocaso, como si una mano

tapara el sol sobre los ojos y echara la persiana,

al final no había un buenas noches susurrado

ni siquiera el intento de aligerar tensiones

entornando la puerta sin cerrar del todo,

con esa cuchillada llegada del pasillo

su sueño podría deslizarse sin esfuerzo por la pendiente ciega,

y hasta reconocer a cada figurante

antes de difuminarse en la negrura,

los contaba todos, uno a uno, para estar seguro

de que nadie se ocultaba en las esquinas,

y antes de fijar su pensamiento en el envés rasposo

de las manos de la nurse llamaba muy bajito

al fantasma de su madre, con miedo a que le oyera

y viniera a desearle buenas noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario