sábado, 31 de diciembre de 2022

llegué tarde a la última lección

 


Así en las hojas caídas de los árboles

como en la lengua de los pájaros

fui aprendiendo el sentido que las cosas hallan

en el ser y estar,

se dan calladas

y sin preámbulos apuntan 

a la puerta asombrada de los ojos 

donde alcanzan el brillo de su hierático ejercicio,

cosas místicas, ciegas,

alzadas en levitación sobre el abismo de la realidad, 

sonidos enhebrados a la nada

aunque resuenen en la cúpula interna de nosotros.

viernes, 30 de diciembre de 2022

huella de animal o pájaro posible

 


Ando a tientas

reclamando a la tierra húmeda alguna huella de animal, 

deslizo mi pensamiento como un hilo sin cortes, 

el secreto está en el reticente ovillo que no se agota nunca,

sin levantar la voz

reclamo una respuesta de animal o pájaro posible, 

mi pensamiento brilla como un sedal,

de él cuelga un pálido gusano,

pero nada,

la soledad sigue subiendo por la cuesta, sin huellas, sin sonidos,

por eso 

me llaman soledad, apunta.

jueves, 29 de diciembre de 2022

Trazas del último cuarto

   



A veces

podemos decir algo

que nadie entiende

y se queda en el aire

enquistado en su cítrico sabor,

el perpetuo limón que aromatiza

con su color hipnotizado

la monotonía de lo verde.

miércoles, 28 de diciembre de 2022

El aprendizaje de la espera

 


Signo coincidente el de los pájaros,

se cree que cantan por cantar 

y que cuando de verdad quieren decir algo

hacen temblar sus alas como las hojas de los álamos,

no es un lenguaje sino el resultado

del filtrado continuo de unas aguas que arrastran oro,

y ahí ese sonido a vidrio salpicado

que hace el misterio comprensible.


martes, 27 de diciembre de 2022

vivir de esa manera

 



Un cielo de dril, tan áspero

como la carcasa de diciembre, 

viene el sol muy bajo casi rozando las heridas

y el recuerdo de la sangre que regresa

te hace despertar, te duele

hasta el sonido de los pájaros

cuando buscan migajas en la nieve,

luego, cuando en la torre suene

el toque de las doce, saldrá gente a la calle

y el barro volverá a salir

lo mismo que las ranas ralentizadas en el hielo,

ya nada

de esa sensación templada podrá invocarse

como lenitivo

para una soledad inabarcable.

lunes, 26 de diciembre de 2022

IV En la casa del padre

 

 IV             

                ella sigue allí, muda e insomne 

  

Antes

pensaba en ella, recurría

a placebos y a humos para hacerla

más visible o cercana, era todo

por el temor a verla muerta, de pie junto a la silla,

sola en el ángulo blanco de la cal

siempre esperando un hueco para irse,

como ocupando incómoda este lado

que no llegó a querer o tal vez quiso demasiado,

su mirada bendecida por las cataratas

le permitía verme con piedad, como algo

inocente a la vez que huraño, era 

una lluvia suave que no llegaba ni a mojar, 

tan sólo

me perfumaba con un soplo

morado de lavanda para perderse luego

en la parálisis con la que el domingo

embalsama las horas de la tarde,

nunca me permite oír su voz, 

me da la espalda y de repente desaparece,

dejándome los ojos secos, 

la garganta herida y amoratado el pensamiento,

como un manojo de amapolas

en un jarrón sin agua.

domingo, 25 de diciembre de 2022

III En la casa del padre

 

III

Solía regresar con una piel,

él había partido antes del alba

sangrando el cielo apenas por el este,

en el silencio gélido de enero

podía oírse el clic compacto, una y otra vez,

probando, de la escopeta y los sonoros

brillos de las hebillas de las botas,

en el morral llevaba grasa de animal, cartuchos

y una tela fina envolviendo queso y pan,

todo ello olía a muerte legendaria, narraciones

junto a las llamas de la lumbre

después de que la luz se desmayase

con su tristeza de mendigo, era

la hora del candil, el acre perfume del carburo

tan parecido al aguardiente de manzana de monte.


Aún se puede ver en el descansillo de la escalera

el mono azul vistiendo con crueldad vengativa

la derrota de aquella cosa grande

erguida sobre sus dos pies:

el raque, el oso, el lobisantro, el yeti

de nuestros miedos con mirada

de vidrio escudriñando

un incierto futuro.

sábado, 24 de diciembre de 2022

II En la casa del padre

 


II

Esta es la tierra

donde sus pies se hundieron, 

sus abarcas hechas a mano

con un trozo de neumático del tiempo del sosiego

creaban una ilusión de velocidad entre zancadas

un zig zag de curvas en el barro

que luego agrietaría al sol, dejando una cerámica primaria

como de botijo estrellado contra el pavimento,

yo busco ahora el testimonio 

de esa cerámica que dejan los trabajos de las estaciones, 

la tierra negra desgarrada

por el bien te quiere del arado primitivo, 

la dispersión de la semilla sin ceremonial,

voleada sobre el hambre de los pájaros

y sacramentada con el azul de piedra lipe

para que las hoces de mirada curva tengan algo

a lo que abrazarse en el verano,

y miro todo esto desde el borde

reforzado del bosque, como un lobo 

fugaz y forastero que no acierta

a reconocer en el lugar la huella

desdibujada de sus primeras correrías.

viernes, 23 de diciembre de 2022

de mirar tantos bocetos



De mirar tantos bocetos

aprendía a callar, entonces

hablaba a voces, repetía fórmulas

y la pared subía y cada vez

había más barullo, ahora

hasta la lluvia se oye, esa gota

que deja resbalar la hoja de abedul

tiene más letra que la biblia

y canta para mí como si sólo

yo estuviera escuchando.

miércoles, 21 de diciembre de 2022

En la casa del padre

 

I

Yo entiendo ese rumor

como el lenguaje amigo de los insectos 

y aguanto bien el peso de los bloques de silencio 

con que las horas altas se defienden

de los ataques del calor,

estoy debajo

del manzano viejo que mi padre plantó siendo muy joven,

allí acudía él a refrescarse durante las pausas del verano,

luego en los otoños, él y el árbol 

se hablaban en silencio, uno con la regadera de metal,

el otro con la promesa de colmarle

la tapa de la panera grande, en ella las manzanas

se reían con pudor, como las mozas sorprendidas

en conversación, tapándose los labios con la mano,

así es como me ayudan ellos a caminar por el desierto 

que los urbanitas vemos en el confín de la ciudad.

                                                                                                                                                      

Sentados en los escalones sin ganas de dormir pero con sueño

 



Se prepara despacio el caravasar, 

la noche llega con pasos lentos,

arrastra el rumor cansado de las bestias,

sus ojos visionarios listos para entregarse al sueño,

hay unas luces indecisas sobre el alto tapial

y el cielo geométrico despliega

el trabajo arriesgado del compás,

dibújame un versículo reverencial

en la repisa donde se guardan las especias,

yo elevaré mi voz siguiendo

la morbidez de su caligrafía

y responderá el autillo dando puntadas de color

en el crespón rasgado de la noche.

martes, 20 de diciembre de 2022

Una burra fértil plantada ahí, mirando la nieve roja

 

                                   para ella, afligida, pero fértil

                         

Volverás a subir a la colina,

tus ojos mojarán apenas el paisaje seco

y crujirán los cardos 

como bocados dulces de la primavera, 

qué poca vida nos espera y qué poca

la que se ve desde aquí arriba,

me dijeron

que los lobos se comieron a tu hijo

el invierno pasado, quedó eso, nieve roja

entre las escobas y una bufanda de peluche

para consolar la soledad,

qué poca luz nos queda a ti y a mí, siempre asomados

a la ventana posterior, la que refleja

unos ojos oscuros inundados de resignada sumisión,

frente al paisaje somos

presencias ya pasadas, espejismos

que de tarde en tarde reivindica la memoria.

lunes, 19 de diciembre de 2022

el deseo de volver a somarse al paisaje vacío

 


Sigue el deseo

de volver a asomarse

al paisaje vacío, darle vida

con los ojos cuando descubres

una liebre corriendo entre la nieve,

la sangre vegetal de los acebos

adornando lo verde y el ala fría del halcón

bajando de las alturas grises para darle

muerte a una torcaz,

-la muerte no se da, se inflige,

oigo decir al aire- y se me queda

congelada la voz, el ademán, las ganas

de discutir con ese sabio

capaz de soportar sin inmutarse

las envestidas del invierno.

domingo, 18 de diciembre de 2022

o cuando arrecia

 



o sin transición subirse

a ese cielo gris, el ánimo pesado,

se dice pesaroso a quien arrastra

unos pies con dolor, el tránsito plomizo

de los recuerdos entubados

en desagües antiguos, esas

fontanerías que hablan con dolor del agua

desperdiciada en gotas de molesta sonoridad

en medio de la noche,

la que fray Luis soñara clara y serena

como en una fábula sin principio ni final

y que no es así porque te deja sin aliento.



sábado, 17 de diciembre de 2022

En un receso del dolor

 



Vendrá de ahí lo de dichoso,

de decirle al otro, a todos lo feliz que es todo,

el sol, el agua, el aire,

lo contagiosa que es a veces la felicidad?

ellos son felices y nosotros lo vemos

y queremos que se sepa y repetirlo

una y otra vez

hasta que lo dicho sea una corriente de aire

que a todos hace falta respirar con ruido

como un feliz encuentro no previsto,

decirlo todos a la vez aunque ninguno

de nosotros se entere, lo mismo que la hora

que se mira en el reloj sin verla

porque se sabe que es así, que es esa

la hora de decir al otro, a todos, a los cuatro vientos

lo bellamente desordenado que está todo.

viernes, 16 de diciembre de 2022

Si de repente caes en obediencia debes desconfiar de la verdad que ha doblegado tus impulsos

 


Alguien con alma oscura

creó esa geometría hipnótica 

de los huevos iguales y en el mismo nido

puso la verdad y la mentira,

el pájaro cantor se aúpa en una rama para ver

e incrédulo vigila sus azulados huevos, los compara

y encuentra parecidos casi indistinguibles

con los de otro mundo,

y canta así, como pidiendo al aire

que le ayude a encontrar la diferencia

entre color y olor, entre algo familiar y eso que llega

confundido entre terrones de un amargo azúcar:

venid a mí, cucos de canto mudo, con vuestro camuflaje

de pedernal manchado que os niega el consuelo de la maternidad, 

mi canto

es sólo un collar de lágrimas que colgará de vuestro cuello

para recordaros las vísperas amargas

de vuestra orfandad obligatoria. 

jueves, 15 de diciembre de 2022

Qué puede haber

 


Qué puede haber 

de más interés que el propio asombro,

ni siquiera hace falta

la complicidad de los espejos

para que surja en la mirada el escozor de la incertidumbre,

lejos

cualquier esfuerzo por entender tanta quietud,

algo

que viene del pasado y se conserva en frío entre las piedras,

bendito este silencio que arde

con llama pálida, cosido como piel a los contornos

de algo espiritual, sin nombre aún, eternamente

sin nombre para que lo mires

despacio y puedas

llamarlo como quieras, sin tener que dar explicaciones.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Omega

 


Son malas noticias

esas de la eternidad llenando el hueco

de las horas menores,

nunca más, te dices, y resignas la mirada

con actitud esclava,

del invierno sabes apenas que hace frío y que los días

se confunden con la niebla y los vapores

de la respiración ansiosa, duele tanta quietud, 

que la amenaza de las calles heladas

te retenga prisionero en la casa,

te has dejado atrapar

en la trampa del hielo y te confundes

con la manchada trasparencia

de los carámbanos.

martes, 13 de diciembre de 2022

Psi

 



Subido al espinoso tren de la anestesia

cuento luces, enumero botones, alzo dedos

para que sepan que aún estoy aquí, 

sonrío a la pared que calla, escucho

el corazón parado y pienso

que acaso todo haya acabado en esa 

calma gris del alma que se queda sola,

y entonces hablo con mis padres,

pregunto a mis hermanos muertos y descubro

la claridad, ya todo cae bajo el estrecho

cono de luz de mis temores,

los huesos mondos, las sonrisa

fija del terror, las cuencas negras del vacío

que te miran atentas y el marfil pintado

de enfermo hepático, saludos al doctor, le digo,

pero él guarda silencio, o no me ha oído

o no a sabido qué decir.



lunes, 12 de diciembre de 2022

Ji

 


Pensamos eso,

que el cansancio 

acaba proponiéndole a los ojos

una teoría de la uniformidad,

así es el agua, el aire, el sol, las horas,

todo muy delgado y sin cesura,

espontáneamente se alza

una plegaria silenciosa hacia lo único

como último recurso, no queda

diferencia a la que agarrarse,

el mundo es una tabla enjabonada

por la que te deslizas sin apenas ruido

y al final te recibe

la cuba azul de un mar domesticado

como a un objeto más para envolver.

domingo, 11 de diciembre de 2022

Phi

 



En las edades altas del arroyo

el caudal resbalaba sobre una piedra azul

cruzada por una banda blanca,

su respiración era un rumor de abejas

apenas perceptible, 

aprendí a traducir algunos tramos

de su caligrafía montaraz hilada

con nervios de tapiz: 

libérame de ti, piedra caliza,

que mi alma corra sin adornos

y que los pastores y animales

no perciban en mí las adherencias

del agua dura de beber.


sábado, 10 de diciembre de 2022

Ipsilón

 


Tropecé con ese cuadro,

una tabla azul con alma de oro que albergaba santos,

la hermosura colgaba de los hilos

dorados de un dialecto ciego,

una manera miope de decir las cosas

con el candor de la evidencia,

para qué insistir si todo viene de la mano

de esa carretilla rebosante de flores, 

con un pájaro encima abriéndose a la luz

como si fuera un tulipán inflado

con el aire quieto que respira dios.

viernes, 9 de diciembre de 2022

Tau

 



Un mundo sin gente

con el silencio como baza singular,

no hace falta pensar en el sonido de la voz entrenada en el discurso,

ni pretender socializar la cínica barbarie de la educación,

no culpo a nadie, miro

cómo se diluye el verbo humano,

ni siquiera deja humo, arde por dentro como las heridas

y precipita ese dolor de tonos ocre con aspecto de cubo de hospital,

no culpo a nadie, pienso

que ser así es un destino dictado por nosotros,

el animal no tiene poder sobre su imagen, 

cruza frente a la luz y emerge petrificado, duro, mineral,

sin eso que llamamos gracia, dotado sólo de flexibilidad, 

la virtud de la planta trepadora.

jueves, 8 de diciembre de 2022

Sigma

 


Arriba está la ruina,

en la curva del río, no muy lejos del rumor de la cascada, 

las sombras largas pespuntean el destello frugal de la arenisca

cuando el sol llega horizontal,

son las tardes acaso con su piar de pájaros 

las horas más propicias para la contemplación,

estás de pie, casi iniciando

la plegaria invisible de la escalinata

frente a la vieja arcada de la longevidad,

y piensas:

los años vienen y se van, sólo las piedras

dispersas permanecen

como si fueran huesos que reclaman

la misericordia inútil del recuerdo.

miércoles, 7 de diciembre de 2022

Ro

 



Presumió de vivir

en el interior del mundo,

un hueso de melocotón le señaló la pista

que Perséfone dejó entreabierta

cuando fue obligada a residir en un mundo sin luz, 

guiada por la hondura sonora de sus ojos

ella lo pudo ver porque ya estaba escrito

con herramientas campesinas

sobre la tierra de labor, 

pero no supo traducirlos, por eso espera siempre

al cambio de estación

para recuperar su reino temporero

en el mundo de fuera.

martes, 6 de diciembre de 2022

Pi

 


La imagen más antigua

que todavía permanece:

una cabritilla ramoneadora de la luz,

sus diabólicos ojos señalando

unas propiedades analgésicas

en los brotes tiernos del espino albar,

se te eriza la piel cuando percibes

el crujir de las tabas

de su pas de deux sin partenaire

dejando un olor acre entre las páginas

sin traducir de su bestial vocabulario.

lunes, 5 de diciembre de 2022

Ómicron

 



Contemplo la ciudad

desde este pináculo que asciende

al anonimato de la niebla,

casitas de juguete cuajadas en el valle

como racimos secos,

hasta aquí sube el humo de un horno falso

sin olor a pan, el cielo es una plancha

de cinc donde los pájaros

escriben pentagramas sin sonido,

no alcanza la vista más allá de la absoluta elipse 

que describe la circunvalación,

espero a que el sol levante y me contemplo

reflejado en el espejo de las horas

sin nada que añadir, ya resignado

a esta larga jornada sin principio ni final.

domingo, 4 de diciembre de 2022

Xi



Qué largo

se le hizo a Marta aquel minuto,

ella escuchó la voz: sal fuera,

y sus ojos se adentraron en el hueco negro,

vieron la milagrosa venda

momificando un sueño de inmortalidad,

pero hasta ella llegó el olor reptante

de la putrefacción,

-usar la fe contra el amor es muy difícil-

ni siquiera esperó por el dictamen

certificado del forense.

sábado, 3 de diciembre de 2022

Ni

 


Cuando la realidad se desclava de la tabla

el viento se la lleva lejos

y aunque regrese  nunca vuelve a ser la misma,

a los niños

no les contaban las fábulas así,

por eso veían sólo castillos o espadañas,

nunca hogares verdes con el humo

saliendo por la chimenea como el vaho 

de las respiraciones familiares, 

eran lugares de silencio y las ventanas

daban siempre al muro sur

donde se ataba el burro y esperaba

el tiempo a que se alzara el sol,

demasiado toque de campana y poca música

civil para que el viento levantara

escaleras de polvo por las que alcanzar

un cielo tan difícil 

como un golpe de gracia en la mandíbula,

aunque la realidad siempre acudía 

a socorrer tu ensoñación con el recurso

al jarro de agua fría.

viernes, 2 de diciembre de 2022

Mi

 


                    a qué suena el bronce si lo vestimos de satén


Se dice de él que renunció al recuerdo

y usó una cuerda para hilvanar las telas

que habían de envolver el cuerpo

una vez consumada su ambición,

fue péndulo durante un breve

cambio de guardia y lo bajaron

como a la bandera cuando toda Roma

se quedó en silencio,

una bandada de estorninos

se encargó de corregir mil veces

la versión definitiva,

pero al final quedó a la vista

su alma de metal, los nudos infinitos

de un ovillo de alambre suspendido

de una arcada del puente sobre el Tíber.

jueves, 1 de diciembre de 2022

Lambda


 


Ascendía el betún hasta tus manos

mientras ellas volaban ansiosas de crucifixión,

el negro amor de los abrazos

las llamaba con su voz de cuervo y las espinas

teñidas de carmín goteaban

sobre un reducido apostolado

entretenido en valorar los giros

entre el dolor filial y al pasmo

de una madre afligida,

a qué te recuerda todo esto, 

contemplador escéptico de cuadros

de naturaleza redentora, 

madera de reliquia, sí, y polvo

de carcoma bendecido por el perfume de la fe,

las manos

adornadas con clavos permanecen

durante siglos apoyadas en la tabla del pan,

ellas no lo amasan ni lo parten,

simplemente lo bendicen para que el hambre siga ahí.



miércoles, 30 de noviembre de 2022

Kappa

 


He estado pensando

en los ojos de Edipo,

cualquier palabra referida a ellos

va a ser examinada con la doble

refracción del vaso de agua,

no hay lágrimas capaces de llenar 

esas cuencas vacías, pero hay algo

que nadie con los ojos vivos 

vislumbrará jamás: el negativo fotográfico

de un mundo sin adornos que se niega

a abandonar el cuarto oscuro.

martes, 29 de noviembre de 2022

Iota

 


Tierras altas las del recuerdo,

ahora bajas despacio  recogiendo

del suelo alguna hierbecilla

para morder su aroma vegetal,

queda sed en el aire, los veranos

se cogen de la mano y se convierten 

en estación perpetua como la esfera de un reloj,

no queda ya virtud en estos cielos

patinados de vejez y el oro

es más que adorno obligación de un protocolo antiguo,

se oye un excelso silbo de águila

y un estremecimiento te recorre

la columna vertebral como si fueras

el miedoso Ganímedes que un día

se perdió en estos montes y al que nadie  

ha conseguido volver a ver.



lunes, 28 de noviembre de 2022

Zeta



Hablo así 

resignado a la costumbre de correr la tapia 

protegiéndome en la sombra de la realidad,

los latidos se aceleran al ritmo de los pasos 

y las horas colaboran con sus arco iris

a dar color amable a la ceniza

que el tiempo precipita,

ahora intentaré ponerme al sol

luciendo la magnitud del abandono

en la orfandad de la solapa

como una escarapela que descubre

la soledad frente al engaño

que se refleja en los escaparates.



domingo, 27 de noviembre de 2022

Eta

 

     y no es difícil ver en los larguísimos crepúsculos del verano un cielo encandilado con el dolor de las hogueras y el grito amordazado de los herejes y relapsos cubriendo con un analgésico sudario las carnes vivas de estos pueblos a los que la fortuna abandonó y la memoria de hoy apenas colabora en su rescate


Tratando de aflorar inquisiciones

subí a los altozanos-tribunales

de la meseta de Castilla,

alto palomar y aún más alta

la paloma furtiva que zurea

desde su torpe idioma un silogismo

con premisas iguales: toda llama

que ignora combustible acaba en humo,

ese patíbulo negruzco del horror 

convertido en picota a la que el tiempo

dejó sin contenido,

empeño inútil invocar el alma

a golpe de astrolabio y teodolito,

cuando ella es la primera en evadirse 

-igual que el humo o las palomas,- 

entre las garras de la teología

reivindicadora del infierno.


sábado, 26 de noviembre de 2022

Dseta



                igual que esa común gente de monte


Me consuela pensar en el sonido de mis pies 

sobre la tierra humillada por la nieve,

me hace feliz esa virutilla de oro

que cose el desgarrón de la ignorancia,

no saber del agua siendo rana,

echarse al monte sólo para ver

cómo crecen las setas

entre el perfume oscuro del otoño,

arriesgar con la toxicidad de las umbelas,

e invocar a los brotes de mística y alquimia

subidos a unos árboles sin voz y sometidos

a quimioterapia estacional,

aunque confío que algún día 

volverán a ver cómo sus sueños

se deslizan con gracia 

sobre rodamientos aceitados, 

lo mismo que las hojas en la primavera.



 

viernes, 25 de noviembre de 2022

Epsilon

 


Lejos,

fuera del alcance de la voz,

él lucha con las lianas del sonido 

que le encierran en una oscuridad caliente,

alguien le grita: Lázaro,

sal fuera, renuncia

a la comodidad insulsa de la muerte,

fuera te esperan tus hermanas

para hacerte olvidar esta derrota

con el luto blanco de la eternidad.

jueves, 24 de noviembre de 2022

Delta

 

                           convalecencia


Primero fue la mano, 

después la luz,

y al final el cansancio,

qué le queda

al cuerpo derrotado

para diferenciarse de la arcilla

anterior a la forma?



miércoles, 23 de noviembre de 2022

Gamma

 


Que nadie dé por hecho que eres tú,

que nadie reconozca

el resuello fatigado de tu voz trashumante,

que no sean el frío o el calor

ni los colores enfrentados

tus amistosos enemigos, busca

la no frontera, arribar a algún puerto

sin amarre ni aduana, 

y no pretendas entender

la falsedad del horizonte.




martes, 22 de noviembre de 2022

Beta




Robula caudalis,

esa flor ambigua que huele mal e imita

a la serpiente escupidora,

un candor de hollín sombrea

su palidez, por eso a veces

es usada de sombrero

por los turistas nórdicos

que se enfrentan al sol como si fuera

un turista más y no un nativo

cansado de un horario laboral

sin un minuto de descanso.

lunes, 21 de noviembre de 2022

Alfa



Penosa la tarea

de tensar la cuerda sobre el arco,

luego la flecha 

se negará a salir

y el arquero

dedicará sus energías

a ponerle un astil al vuelo curvo

de golondrinas y vencejos.

domingo, 20 de noviembre de 2022

Zeta

 


De su ajuar

sólo quedó la aguja,

aún se puede mirar

a través de su ojo

un helado vacío,

el hilo muerto,

los desgarros,

la putrefacción,

será preciso coser pronto

esa gran herida de la tela

e izarla sobre el viento

para que todo vuelva a ser neutral.

sábado, 19 de noviembre de 2022

Y griega

 



Guardé su corazón

en una piel de cabra,

plegué sobre su pecho los latidos

y le ayudé a dormirlos con las manos, 

luego le ungí con ocre

como si fuera fuego,


que a tu alma dormida llegue

el consuelo del calor y que tus ojos

miren sólo hacia dentro

donde está todo

lo que de interés queda por ver.

viernes, 18 de noviembre de 2022

Equis

 

                arqueología


Cerraron círculo,

pusieron clave y el espacio

se llenó de hierba,

ahora

andan escarbando,

será que la memoria 

quedó olvidada dentro,

qué hermosa tierra

esa que se mueve con la brocha

delicada del miedo,

no se rompa, no sufra,

no se pierda 

su filiación para que hierro

se reconozca en óxido y el alma

de todo lo enterrado resucite.

jueves, 17 de noviembre de 2022

Se confirma que la cueva fue habitada por el presentimiento de un temor, lo que prueba la escasa evolución entre el ancestro y el actual habitante de la estepa

 

                                   

                  ...un alcalde en  Denísova


En el principio

siempre hubo dolor, la cueva limpia cada mañana, 

los enseres ventilados del olor a humo 

y la mirada desparramada por el valle 

en busca del mínimo consuelo 

de una huella de ciervo, de rumor, de vida,

toda la noche oyeron 

sonido de carreras, la tirantez de los acechos

y los estertores de una respiración

exhalada entre dientes, ahora

urge el dolor del desayuno al aire libre,

la plegaria callada del colmillo

descerrajando el aire a dentelladas,

pero en torno al gran líder ya no corren

los arroyos alegres de la infancia.


miércoles, 16 de noviembre de 2022

Viene a cuento de descalificaciones varias y sobre todo a la falta de atención, cuando mi materia ya no dé ni sombra algo habrá que hacer para que no me arrollen ni coches ni tranvías. l

 



También yo escribo versos curvos

decididamente corrosivos,

pero el acero los rechaza con su coraza inoxidable, 

brilla en ellos un sol de plomo y los sobrevuela

un zumbido de mosca

en las horas de siesta bajo el porche,

en ellos nunca cito a autoridades, 

sólo a algún amigo que comparte modo

y se conmueve con mis terrores de salón,

con el dedo mojado en sangre de tinaja

escribo en los muros grises de la periferia

y por la noche, cuando los perros hablan,

mis escritos se liberan y recorren

las avenidas solitarias con un sonido de hojas muertas

que nadie escuchará, porque los dioses duermen a esas horas.


martes, 15 de noviembre de 2022

En las tierras altas no funcionan los espejos de la paridad, lo que abajo es de color aquí se trasparenta y deja desgarrones de nube que hacen dudar, una palabra bastaría, pero siempre que esté gobernada por el pensamiento

 



Han llegado los dos hasta el lindero

y tácitamente se soslaya

la pronunciación de la palabra playa,

no hay conchas por aquí, la arena negra

se pega a los tobillos y las nubes

deshacen el gastado paradigma

de playa y sol, también lo corrobora 

un firmamento agreste nada dado 

a componendas de estación, es este 

un refugio de interior, desde arriba 

llega bravo un arroyo corrigiendo las isobaras amistosas,

aquí nada coincide con el mar, salvo las dimensiones,

tampoco hay olas, ni sal, 

ni atardeceres infinitos con desparrame de oro,

está el silencio posado como un águila

en los puntales secos de los robles,

la voz de uno de ellos recobra la verticalidad

y pronuncia su queja:

debiera ser el pensamiento el que creara la ilusión, 

las cosas le seguirían como perros

a la espera del mínimo alimento para crecer, 

pero no ocurre nunca,

por eso no hay verano aquí.

lunes, 14 de noviembre de 2022

Primeros pasos en la arena

 



                                      (Evanäscente)


Hicimos juntos un largo trecho del camino

cuando todavía los pies no habían vencido la pujanza

                                                        del jardín y la vereda

se resistía a mantener el rastro de nuestras incursiones

en lo frontero con la prohibición,

casi llegamos a amoldarnos al lugar común, 

el espacio de presencias 

acogidas a nombre impersonal,

y aunque la horma no llegó a eliminar las diferencias

logró embotar muchas aristas necesarias

para que cada voz individual diera salida 

al color rojizo de la ira o al azulado de la calma,

antes, en el jardín, se masticaba el pasto blando

de la mansedumbre,

en cambio aquí la arena te chirría entre los dientes 

hasta hacerte enloquecer, no hay pulpa de manzana

ni arroyos de leche y miel, ni amaneceres de lascivia 

capaces de aliviar esta dentera,


qué lástima de tiempo

desperdiciado en la obediencia a un mal capricho,

aunque poco a poco el naciente collar de la conciencia

se fue imponiendo a la grosera argolla de la sumisión,

buscamos el azufre del volcán, la tierra desolada

donde sonaba sin cesar le eco 

de una risa insolente que lograba confundir a dios

y terminamos apostados en las dunas

para observar el rictus de furor goteando como lágrima

del ojo triangular, 

era la lava de un orgasmo lento que nosotros

nunca logramos alcanzar sin ese toque 

de aguijón de todo lo que suena a culpa.



domingo, 13 de noviembre de 2022

En el dibujo de mi nieta se me veía de perfil, en el centro vacío fue puntuando con el rotulador los grados de acidez de mi recuerdo asociado al humo de la chimenea, que para ella era como asomarse al mágico volcán de los cuentos de invierno. rdo

 


Hoy me he puesto

ese jersey de lana que hace bolitas,

a él viene asociada la memoria

de un grafiti en el muro

con color rabioso y grafía gótica 

cuyo significado lateral siempre me cogió desprevenido,

no saber lo que lees conmociona

aunque reconozcas una a una todas las palabras

y te suene el sentido que se les suele dar,

hoy me ha llegado

el olor a perro de esa lana antigua,

mi nieta al acercarse ha reconocido el sobrenombre

de la madera y ha querido decir que huele a humo

mi respiración, como si el fuego

de la chimenea ya habitase en la memoria del jersey 

y me guardara de los hielos del invierno.


 



sábado, 12 de noviembre de 2022

Durante todo el recorrido sonó como a traición la 231

 


Seguro que habrá habido

momentos de más luz, no esta 

ceniza dispersada sobre la crin feliz del aire,

he regresado y justo ahora

acabo de iniciar el protocolo

para ahuyentar el humo de la incomodidad, el paso a paso

que nunca lleva a ninguna parte pero hace que veamos

lo irreal del deseo algo más cerca,

alzo con humildad todas las quejas y procuro

no dar muestras de ansiedad a los objetos

tan desconectados de nosotros,

echo de menos la utopía que en el pueblo

utilicé de alfombra, se me enfrían los pies y pienso

en el avance de la grama sobre la impertinencia del asfalto, 

como si el dolor antiguo regresara

y se hiciera compatible con nuestra fiera condición.

viernes, 11 de noviembre de 2022

Has cerrado el libro pero no la voz

 


Es como alcanzar la página 602

de esa novela de Lobo Antunes

donde amenaza siempre una ceguera geográfica, 

los ríos suenan pero no se ven

y la voz de las cosas está atenta

al campanilleo desfalleciente de las flores

cuando las agita el viento abrasador de las afueras,

tú vas al final, 

escondido en el polvo que alza la patrulla

pensando en la cortina de plástico estampado de la ducha

en la encalada soledad de Alfama,

es como si respiraras sangre, pero no, es el polvo rojo

de este paisaje en carne viva, 

las hormigas y los licaones siempre vigilantes

te hacen saber que en un momento 

puedes dejar de ser visible

y ocupar un lugar en la bodega del carguero

que ha de llevar tu ausencia hasta Lisboa,

un ataúd de tapa negra con un título

largo aunque difícil de olvidar.




jueves, 10 de noviembre de 2022

Una gamuza para aclarar los vidrios visionarios de Walter Benjamin

 


No estuvo bien          

consentir que todo el peso de un siglo en construcción

descansase sobre un solo pilar, 

los hombros asustados del arúspice

al que el fracaso señaló como un buen nido

donde incubar los huevos negros de la melancolía,

ni es bueno ahora limitarse a oír la radio, 

recorrer las huellas

que marcan los anuncios, coser botones

en los faldones de la brisa

o auspiciar un futuro a través del televisor,

se podría aceptar mirar los ojos 

del que mira sin lágrimas pero con dolor 

la fiesta de la vanidad y hacerle

un gesto cómplice a quien se aleja

como Casandra del malestar clarividente

y estaría muy bien prestar más atención

al que nació profeta

y murió como tal en el exilio.


miércoles, 9 de noviembre de 2022

El catecismo medieval se valió del románico para acoger bajo sagrado la amenaza de los monstruos, desactivando de esta forma su mal olor, su cruel estupidez y la sospecha de que la peste era su séquito.

 


La lágrima fue a caer sobre un tocón de fresno

que por su color y olor debió sorber la sangre de una víctima

en el lejano tiempo de los sacrificios,

nadie que lea a Homero sale indemne

del tufo de la grasa quemada en los altares a los dioses,

yo bebí tarde en esa fuente,

pero al destino trágico de los mitos griegos

no es fácil escapar, aunque te llegue

con el retraso postal de muchos siglos

de domesticidad en la barbarie,

nadie es responsable de su desnudez,

se llega al frío y se conoce la afilada eficacia de los hielos,

no puedo ahora contradecir lo que pasó

pero los hechos arden sólo cuando la savia

ha abandonado sus arterias y la madera 

está lista para el fuego, ya sea tocón de fresno viejo

o carne adolescente avejentada

por el sangrado de animales 

sobre la mesa familiar de la matanza,

así lo veo ahora, reconfortado por la piedad de la memoria,

mil mariposas sobrevolando con su azul inquieto

la modorra cansina de un mínimo rebaño,

la risa torva del cuchillo invitando a matar, 

a darle curso al vertiginoso sacrificio

y la capa pluvial cubriendo el cielo

de taumaturgia y aquelarre,

voló el cuchillo y encendieron su llama azul las mariposas,

-difícil escapar a los milagros-,

se paró el corazón y resonaron oscuras añoranzas

y un atisbo de perfección helada coronó de nieve

la sangre del cordero, 

y renacieron como en el árbol de Machado

unas ramas verdes, aunque todos las vieron

como un salpicado de amapolas

sobre un campo de trigo.


martes, 8 de noviembre de 2022

No siempre el objeto se manifiesta al aplicado buscador, a veces crecen setas en las junturas de las piedras de un olvidado campanario

 


La escurrida crónica lo resume así:

corrió delante de la enfermedad

sobre los brillantes adoquines que pulieron

las zapatillas falsas de Hemingway,

latió su corazón frente a los cuernos

de una bestia ofuscada, como brindar de espaldas,

en definitiva, puso

todo de su parte y más, mil euros

en zancadillas al azar, antorchas

a las deidades de la noche, bebió, fumó,

durmió de día y sin sueños, pero nada, 

terminó debajo

de un pelotón de mozos, igual que el coronel 

que hubo de esperar más de cien años

a que una bala sin nombre se alojara

en su arriscado corazón.


lunes, 7 de noviembre de 2022

Una teoría ingenua del gran lío

 



Los líos grandes son aquellos

que sin recurrir a ayudas musicales

acaban componiendo

una perfecta sinfonía, luces, apagones,

estridencias súbitas que aturden

la paciencia infinita del oído, eso

puede ser un buen lío, aunque no grande,

el grande acaba por fundirlo todo,

rasgando por completo la cortina

y dejando desnudo, así, sin nada

que disimule las vergüenzas

del santasantorum, eso si es un lío grande

y un pavimento de reptiles

de esparto virgen, suficiente

para que los pies más avispados

tropiecen, arrastrando en su caída

a las torres más altas.

domingo, 6 de noviembre de 2022

Un poco más y habrás entrado en ese territorio de la mística en el que llorar es como contemplar el agua del arroyo despeñándose monte abajo sin un un ruido como si siguieras una película sin audio, sólo con los ojos

 


Sé que está en algún sitio

usando el disimulo igual que el musgo

sobre los troncos de las hayas,

yo llevo mis sabuesos en carne viva

para que no confundan el olor del celo 

con el ansia o el dolor,

de niebla a sol, de escalofrío a sofoquina,

subiendo siempre, bajando o dibujando

cansancios a la sombra lenta del sestil,

la tengo aquí, en el entrecejo,

convertida en un pálido horizonte,

sin desvestir, desnuda, con la trama gruesa

del más servicial papel de fotografía, 

llegando casi a hacer contactos

de los espejismos provocados por la prisa,

como resultado de un invento de la imaginación

que ve las cosas sin pensarlas,

antes de que sonara el despertador yo me dejaba

arrullar en ese mar de gelatina

de un futuro con ella, dúctil, transformada

y tan mimética con todo

que me hacía sentir celos hasta del aire compartido,

ahora sé que ya no es de fiar

sábado, 5 de noviembre de 2022

Se habló mucho en el pueblo de un lugar donde las setas crecían de manera extraña, las de cúpula roja son la parte reservada al diablo, esas ni siquiera las mires al pasar

 


El mensaje encriptado

iba en cuneiforme abstracto

sobre una lasca de pizarra,

una manera divertida

de despistar al profesor de salacot y gafas negras,

tuve tiempo, tuve fórmula, y ahora

tengo la ceniza súbita de un alma

que se fundió al unirse

con una llama dibujada en la pared,

el sobre que llegó días más tarde

guardaba un papel blanco, 

no tenía remite, sólo un sello

de lacre oscurecido y un código numérico

que nadie supo interpretar,

-el diablo se graduó en ciencias y letras

pero siempre evitó con elegancia

alardear de sus títulos-.

Con el veneno sucedió lo mismo

que con el código numérico, 

la muerte se alojó en las casas altas

pero respetó las bajas y las cuadras.

viernes, 4 de noviembre de 2022

Desde el terror de la caverna hay un frío rondando en la conciencia como si quisiera recordarnos que un día ya lejano nos obligaron a emplear vestuarios para un teatro por venir

 



Te sorprendo vistiendo

los colores oscuros del dolor

para acudir a un rito de cumpleaños,

en un ángulo queda el viejo dios de nuestras deserciones

escuchando el frufrú de los tejidos,

él, descaradamente partidario del desnudo ajeno

y tan ampuloso en su vestir,

y me pregunto yo rozando 

la respuesta retórica del ciego que nunca quiso ver:

qué es el dolor cifrado en ropas o en colores sino un modo

antiguo de esquivar miradas indiscretas,

se busca 

urdir alguna crónica -ligera- para la diversión,

qué hay de más eufórico incognoscible despiadado alegre

que los muros de la carne, y en ellos topa

con suavidad de ariete el repertorio

más florido del vocabulario.

jueves, 3 de noviembre de 2022

T S R

 


He llegado hasta aquí

siguiendo una bandada de estorninos

y escribo con caligrafía móvil estas dudas

ingobernables en el aire inquieto, 

pregunto

por qué buscar la línea recta 

si lo hermoso es rizar los bucles del alambre

hasta darle apariencia vegetal como esa bolas

que ruedan por las calles de los western

convertidas en las razones del más fuerte, 

por encima

de cualquier razonable explicación.









Zona B:


(¿qué buscan aquí esos miles y miles que ejercitan la estupidez artificial?)


T de turbio,

de traspiés, de tarde tonta,

S de sencillo, no, de simple,

de inalámbrico (un susurro),

R de rabioso, roto, irregular,

ignorar el ruido, 

ese

Suele

            Traer mucho 

                                     Retraso 

lo mismo que los tttttrrrrrenesssss

rrrrrrregionalesssss que no logran

llegar a Extremadura.

(+ ó - así, Ç a ello o mejor & con ello).

miércoles, 2 de noviembre de 2022

In senectute memoria minuitur nisi (quamquam) eam exerceas

 



Cobardemente instalado en un ángulo sin luz, 

las manos sobre las rodillas y los ojos entornados, 

deja que te resuma, 

que te vea al completo tras la lupa

universalizadora colocada sobre tu gigante pequeñez,

ahora sí, 

sé que tú eres el definitivo límite, 

un reverso inocente de la desfachatez 

que aspira a equipararse con la verdad de carne y hueso, 

me retiro a llorar sobre lo aprendido y olvidado,

creo que lo mejor no lo definen ya los ojos, 

sino la memoria

que poco a poco va alejándose.


martes, 1 de noviembre de 2022

Contrariamente a lo pensado no es el olor color viscosidad de la materia lo que pervive de las fantasmales casas de humo, de ellas queda en el recuerdo sobre todo la incomodidad

    


             y una confortable sensación de compromiso 

             obtenida del vaho respirado en común por hombres y animales,



La niña grande

asomada al abismo troglodita del miedo familiar,

su frente marcada a fuego se aproxima

a la rendija que la telaraña del humo ha dibujado

en las paredes sin ventanas,

mira sin ver el campo, lo imagina

ligero y cauto como un corzo 

al que el sol ha liberado del río lento de la niebla,

su pensamiento blanco se resume entre la paja

con la labilidad de los secretos

que libera la pota en la cocina,

hay un olor a pan y a otoño, a frutas ácidas

y el dolor insondable de estar ciego

frente al sonido incierto de algo

que se insinúa al otro lado de la finísima pared.

lunes, 31 de octubre de 2022

Desde el hemisferio antípoda

 



Dar la vuelta al mundo

para escribirte una postal desde ese acento

extranjero que te hace sonreír, lo imito

poniendo un sello de unos céntimos 

con la imagen de un dingo, por poco más

podría ser un diablo de Tasmania

o el pecado más original de la ornitología:

la bola rubia de un kiwi de tres patas,

te contaría cosas boca arriba en una playa virgen,

minucias de esta fauna que procede 

de amaneceres desprendidos de un cometa,

presumo de dormir mientras vosotros despertáis 

y doy cuerda al reloj de verano para que alcance sin esfuerzo

vuestro invierno boreal que a todas luces

viene con retraso,

la fecha la he tomado de un periódico local,

no quiero que te inquietes si no llego

a tiempo a tu cumpleaños,

ya ves, no me he olvidado, aunque temo

que los desfases de estación

terminen agostando el frescor de las violetas

que he imaginado para ti.


domingo, 30 de octubre de 2022

A la cicatriz judeocristiana debemos el dolor de la separación, las manos que salen de una nube y que nunca alcanzamos a p esar del esfuerzo de artistas varios por interpretar con éxito el dedo índice d dios

 


Esta es la apuesta con que un día

me levanté, cogeré un avión

y con la mochila llena de babel

iré a probar idiomas, letras, almas

y paisajes ciegos con olor a sándalo,

qué puede soñarse mejor que realidades

con ese olor, si nadie

a este lado del yermo cultural

fue capaz de inspirar sino silencio

con trocitos de hollín desmenuzado,

sí, me adaptaré al tormento 

de esa megafonía equinoccial que anuncia vuelos, 

embarques con demora, duermevelas

y hasta cancelación definitiva

del derecho a volar si no eres ave,

iré al lugar del mundo

que no pende de un hilo, sorberé el rumor

que habita dentro de las caracolas

tomándome un vermú local bajo las hojas

de un libro que aún está por escribir.

sábado, 29 de octubre de 2022

En cualquier mitología se cultiva el temor a los ojos grandes, como si fueran capaces de atravesar el escudo protector de la cúpula celeste.

 



Volved la vista ahora

al terror sagrado que producen

los ojos de Atenea, decid en alto

el sortilegio, que brillen en la noche

los aros de repujada luz atravesando

la oscuridad con el empuje

de su pánico saber, incompatible

con cualquier forma de amor,

saberlo todo es arrojarse 

en los brazos del miedo 

como hace el río cuando llega al mar.

viernes, 28 de octubre de 2022

La grafía risueña de las letras griegas nos llega aún con el sonido en quinta, como cantinela de escolares

 


Renace

el temor por la sagrado,

himnos homéricos que ensalzan

el peso venerable de la piedra

que obligó al escultor a repetir

patrones milenarios donde nada cambia,

dioses hay que cifran su valor

en la quietud de sus estatuas, 

ellos están ahí y a eso se reduce

su visitada taumaturgia,

que sus adoradores lleguen

hartos de lejanía y se conformen

contemplando su inmovilidad como un destello

de cotidiana trascendencia,

que no hagan procesión con sus imágenes,

ellos, pegados a la tierra, 

siguen mirando indiferentes 

cómo se borra todo lo demás.


jueves, 27 de octubre de 2022

Los caminos de Edipo o de Odiseo nos muestran la distinta experiencia obtenida por ambos al alcanzar su crítico destino

 


Los primeros pasos

se dan siempre en la hierba o en el monte,

los primeros pasos se acomodan a necesidad

y no buscan llegar sino emprender un viaje

hacia el conocimiento,

se emplea mucho el verbo para los comienzos,

un exceso de nombres o adjetivos 

es como un gran ejército, vistoso en los desfiles

pero difícil de gobernar en la batalla,

puede lastrar la alforja de los usos

imprescindibles y directos

para alcanzar distancias sin fatiga, 

(lo que sin serlo llamamos creación

o comprensión de espacios),

se sabe poco, las más profundas convicciones

se heredan como ajuar en la desnuda infancia,

nunca como resultado de un esfuerzo peleón o voluntario,

boca abierta, resuello irregular,

mirada suplicante en busca

de una emoción reconocible, aunque no familiar,

luego los pasos

dependerán más del calzado o del estado del camino

que del deseo de llegar (por desgracia la proa ya conoce

lo que la popa acaso nunca llegue a imaginar).

miércoles, 26 de octubre de 2022

A estas tierras altas llegan de tarde en tarde los buscadores despistados, esperando encontrar el oro que otros más antiguos dejaron de buscar

 

al entender que sólo es oro aquello que alcanza la explosión del amarillo en el interior oscuro de la tienda de campaña.



Las horas lentas del mirón provocan

un prurito venial sobre la piel,

suele ocurrir cuando se sienta

a escribir y no encuentra la forma

de traspasar las luces negras al papel 

que espera como un corazón enfermo

sobre el mármol urgente de la mesa,

las luces negras iluminan el misterio 

como ejercicio de una rutina familiar,

marcan perfiles huidizos y avanzan muy despacio

para llegar más lejos, incluso por encima de los límites 

que el espacio impone a los amantes 

de la soledad apretujada,

tener la piel sensible es privilegio

de los seres predestinados a sufrir 

el espolón de la belleza, sabiendo de antemano

que ella nunca ha de visitarles

sino como concepto.

martes, 25 de octubre de 2022

Action painting

 



Aquí estoy, aquí estoy,

decía aquella voz mientras planeaba

como buitre cachorro

sobre una llanura de pasión y lienzo,

a mí me pareció apreciar el tono

dorado que dan los destilados

a la voz del que bebe con excesiva devoción 

para captar cualquier presagio

por inaudible que pudiera ser, 

entre un goteo cenital de lluvia

con colores de entraña repetía una y otra vez

estoy aquí, estoy aquí (sólo esta variación)

y entraba en trance de action painting, 

salpicado por la respiración de dios 

al que llegaban los vapores de alcohol y disolvente

mezclados con imprecaciones 

con sonido de antífonas,

no hay principio ni final, pensaba,

el hilo viscoso de la araña guía mi mano 

hacia la mosca posada sobre el lienzo,

y yo seré inmortal, pese al destino.


lunes, 24 de octubre de 2022

Siempre hay un ojo inactivo cuando miramos a través de una rendija

 


Especular,

miro por la rendija de la puerta

e imagino lo que puedo ver,

no hay luz al otro lado

por lo que son imprevisibles

las ocurrencias de la imaginación,

recurro al verso libre y hago

que el hilo de la telaraña una puntos lejanos,

lo real con lo presunto, la gracia con la frivolidad,

no creo en el azar

por tanto eso que me ocurre cuando miro

por la rendija de la puerta

es lo que les puede suceder 

a los que vuelven inquietos la cabeza

con el miedo inconfesable a la condena

que convirtió en cristal de sal a la mujer de Lot,

-y a través de ese prisma especulamos-.


domingo, 23 de octubre de 2022

Un lacerante golpeteo de luces cenitales camino del quirófano

 



Oyendo ese rumor de lluvia

que hacen las hojas del álamo temblón

me acuerdo del difícil borboteo

de mi sangre asomada a los abismos de la aorta, 

su voluntad de superar la cumbre

espesa de las cavas, y el final abandono

ante la aduana uniformada 

que inspecciona con celo el trapicheo

de coágulos prohibidos,

hay pájaros ocultos que platican en ese mismo idioma,

a lo lejos una cristalera se hace añicos 

y la luz cenital repiquetea en la memoria

descubriendo pasillos que traspasan

el batiente cansado de unas puertas 

con aspecto de válvula mitral,

en eso escarbo, aun me queda el recurso del plural

ante una soledad de plástico,

si todo es falso hay una voz que lo hace válido

y no es la voz de dios, un velo degollado

que deja la impunidad de los misterios

al alcance de todos, haciéndonos más pobres,

por no decir menesterosos, miserables

en el sentido que la damos

a la vulgar misericordia.

sábado, 22 de octubre de 2022

Entre todos los instrumentos de la orquesta sólo se oye el triángulo de dios

 


Llegó bajo la nieve,

su silencio cómplice, su mirada gris

igual que el agua en que la nieve acaba,

con él llegó la sed, el hambre

el ansia de poder y la respuesta

a la ambición, qué grandes

montañas de oro y poco pan para escalarlas

y obtener las monedas que pagan la traición,

o el esparto trenzado para soportar el peso

de los cuerpos culpables,

que no acabe la noche entre nosotros

y que sus huellas sean borradas

antes de que Adam Smith exponga al alba

su teoría moral sobre unas manos invisibles

que han de repartir la escorrentía

de los aliviaderos del mercado,

en fila india progresa el propio amor 

y acabará flotando en la bahía

entre las flores lanzadas desde el puerto

para despedir a los ahogados.


viernes, 21 de octubre de 2022

Debo admitir que a veces vuelvo, después de haber cedido a la desesperación

 



Salí al campo, atravesé los prados

y terminé internándome en el monte,

y qué había allí, cenizas

de mi incendiada imaginación, veía

algo con vestido rojo, yo creía que el blanco 

era su color, que reemplazaba telas

brillantes por aromas a piel y a veces

a sudor y a esfuerzo, palabras imposibles

para definir la confusión; se puede 

oler el miedo y el valor, pero no hay nada

que nombre los efluvios asociados

a la indiferencia, que no seas visible

aunque te dejes la piel entre las uñas 

de tus espinas familiares,

busqué las abultadas incisiones 

en la corteza blanca de los abedules

y nada,

las huellas en el barro de las fuentes,

pero las pezuñas se hunden tanto que se hacen ilegibles,

y al frotarme el cansancio de los ojos 

surgen esas luces fatuas que ni afirman

ni niegan pero te muestran el vacío.

jueves, 20 de octubre de 2022

En rigurosa línea recta con inclinación final

 


Como un dolor 

sostuve firme la confianza

en lo que la piel desnuda detectaba,

fui derecho al sonido

de la gota ruidosa sobre el fregadero

con los ojos cerrados y las manos

por delante para evitar tropiezos,

nada parecido al repiqueteo de la plata

cuando pasa un camión y tiembla

todo el vasar donde dormita en vilo 

la antigüedad más valorada,

los insomnes lo llaman descubierta

y se esfuerzan por emular ese retiñe

con los dientes de risa, -picar hueso-,

como si hubiera que despojarse de la carne

para imitar sin ruido

todas las fantasías apiladas 

en la penumbra del desván.


miércoles, 19 de octubre de 2022

Hay una rendija de luz debajo de la puerta, por ella se ve el rabo del diablo y el dedo índice de dios

 


Aún sigo despierto,

son las tres de la mañana y me entretengo

susurroneando un blues oscuro, con los dedos

tamborileo torpemente

sobre el cabezal de pino de la cama,

trato el insomnio con dulzura

deslizando la mano sobre el lomo

de los motivos que la imaginación me proporciona, 

y saltan chispas como cuando peino al perro,

no logro ver a dios ni al diablo, ellos

son bultos exentos que adornan el taller

donde fabrico monstruos, los desnudo

y me recreo obscenamente resaltando sus regiones pudendas 

que ellos exhiben con orgullo

como lo mejor o más florido

de su vulgar anatomía.

martes, 18 de octubre de 2022

Qué es eso que se ve



Se ve a lo lejos 

un ramaje móvil, la excrecencia

de algo virgen, aunque no verde,

-lo verde se conoce por el peso

de sus efluvios, huele a charca

igual que el moco vivo de las ranas-,

no es el barbado liquen que se cuelga

del lado norte de las hayas

ni la avanzada agreste del tomillo, 

podría ser la cuerna fugitiva

de un venado oculto,

su lugar es alto,

muy cerca de las crestas donde anida

la vibración calcárea de la luz, encima

de los cordones de caliza

que rotulan el monte con paralelas y borrones,

alguien experto en música

podría trasladarlo al  papel como un sonido

y conservarlo vivo

en el amor de un pentagrama.


lunes, 17 de octubre de 2022

El fuego del otoño no hace humo

 


No ha sido necesario esperar a que amanezca

para acertar con el color,

la mañana es gris, arrastra los perfumes de la niebla

por la pradera trémula de lluvia, hay vacas

pegadas al paisaje. 

qué pereza pacer la hierba tan mojada,

la lentitud es algo que florece en otoño, precede

a la entrada del sol en una escena fría

con olor a hortelana,

el reloj de la torre llega tarde para dar las diez y el viento

no consigue obligar a la veleta a mirar hacia el este,

los ojos se han acostumbrado al parpadeo de la luz

y las horas avanzan

por un resbaladero estroboscópico.

domingo, 16 de octubre de 2022

Llevar al comic un dolor fingido




Imagen falsa de dolor: 

hay una muchacha rubia que perfila                    

su figura sombreada contra el resplandor del cielo, 

la colina está oscura por contraste y ella camina por el borde 

como suele ocurrir en las historias dibujadas, 

la cabeza inclinada con un gesto de virgen dolorosa, 

puro emblema de crucifixión flamenca,

stabat puella iusta crucem

podríamos decir al coincidir con algo erguido en soledad 

como el perfil patibulario de un poste del tendido telefónico,

y de repente

ser sorprendida por un golpe

de viento bereber que aviesamente

le levantó la falda,

(como pie de página este texto de origen lacrimal:

"o vos omnes qui transitis per viam: 

atendite et videte si est dolor similis sicut dolor meus").

sábado, 15 de octubre de 2022

Ni arte ni parte

 

                   sentir vergüenza


...se ha investigado

que el clima conjurado del otoño

no tuvo la culpa del corte de la oreja

de van gogh,

la turbidez del aire, los efluvios

de gases consentidos, 

los pedos franciscanos de las vacas

o el exceso de cadmio en los colores

que usó para pintar los girasoles no debieran

confundir a la mellada inteligencia

camuflada de buena voluntad. 


viernes, 14 de octubre de 2022

Con olor a humo

 


Sigo el rastro aéreo de los cuervos,

ellos, con su conversación, 

jalonan de pausa las subidas, 

todo está en cuesta aquí y se me cansa

el dolor, gravita sobre mi vejez

el asma de las piernas, 

no hay respiración que agote 

la gran cascada de argumentos

a favor de volver, de regresar al humo

y rescatar de entre los pergaminos

el rumor de torrente que debiera

acompañar a una partida de ajedrez

con el rey sabio, 

mientras se cultivan las palabras

que han de florecer en las cantigas.



jueves, 13 de octubre de 2022

Días de otoño

 


Voy camino del monte,

espero encontrar algo por ahí

que dulcifique este color tan pardo

de las cosas usadas, 

no consigo eludir esa experiencia

que imita un paño vegetal,

algo cosido con aire a nuestra vista

y que se alimenta de memoria y lejanía,

regresaré de noche, 

orientando mi oscuridad con las farolas

de la imaginación, oyendo 

la respiración urgente de los lobos

que me acompañan, ellos saben

humanizar mi soledad, leerme

el emocionado cuento de los niños 

asilvestrados que llamaban madre

al calor dibujado por la lumbre.



miércoles, 12 de octubre de 2022

Stricto sensu



El límite 

del conocimiento

no está en lo que la vista alcanza a ver

ni en lo que el tacto reconoce 

como algo vagamente familiar,

palpamos o miramos

desde la oscuridad, temiendo el filo

de lo que la novedad esconde,

por eso siempre

la vista va delante de los dedos,

la flor anticipándose a la espina,

igual que el pájaro

que ni se deja tocar ni ver, 

pero se intuye

como el perfume de las rosas.

martes, 11 de octubre de 2022

Los hijos del oasis

 



                (Evanäscente)


Recuerdo ahora

mirando el arroyo que al huir de ti

moja la orla de tu manto

la mañana en que Adán se marchó, siguiendo

el sangriento rastro de Caín, llegó al oasis

y mezcló con ellos su alma dolorida, 

probó la carne y el sabor inmundo, 

pero vio los huesos de Abel en la hornacina de la devoción,

embadurnados de ocre y mezclados con los de sus deudos, 

ellos que también mojaron con sus lágrimas

la orla de tu manto y hasta tu calcañar

acostumbrado a la cerviz esclava,


Ahora Caín es el alcalde errante de ese lugar 

y honra la cara de su padre guardando un orden

al sentarse a la mesa y repartir la carne

que ha conseguido arrebatar a tus altares,

luchando por su dieta vegetal que tu le arruinas 

con una lluvia escasa y los ensayos

de plagas reservadas al futuro,



lunes, 10 de octubre de 2022

Dejar una ventana abierta

 


Del espejo del agua

tomé tu imagen

y la estampé en la página del cielo,

no era pájaro, ni flor, ni nube

pero aprendió a volar,

olía como las violetas 

y cada tarde 

caía mansamente igual que lluvia

sobre a sed eterna de la tierra.


domingo, 9 de octubre de 2022

A veces

 


A veces lloro

sobre el silencio derramado 

como leche materna sobre el lomo

del depredador que ha devorado

a mis presuntos hijos,

soy incapaz de adivinar

cual es el peligro carnicero

que me acecha tras el escarol de la lechuga,


a veces tenso el arco

de Ulises y disparo sin mirar,

el blanco no es la fiesta individual

de cada pretendiente

sino la exhibición obscena

de una cobardía colectiva 

acosando a Penélope, yo busco

el corazón de buey de comensales 

acostumbrados a pesebre 

mientras las flores cargan con el peso

de su belleza involuntaria.




sábado, 8 de octubre de 2022

A todo cuento debería asistir una verdad divinizada

 


El compulsivo contador de historias

iba por el camino, le oí decir:

líbrame de mi mismo y nunca esperes

a escuchar el final, si cedes

a la tentación acabarás diciendo con tu propia voz

lo que supones que pienso yo y no digo,

no siempre la construcción de la verdad

se ve obligada a recurrir

a materiales verdaderos, todo

lo que está en construcción es poesía,

posibilidad, prometedora espera

de algo que nunca va a llegar, (ahí se toma

un respiro, busca un final decoroso a este babel),

la fusta suena sobre las ancas del caballo,

luego un trotecillo, luego un alocado galopar,

luego se verán las chispas

que las herraduras hacen saltar de las pulidas

losas de pórfido del templo,


un final decoroso, piensas, 

este dorado sacrilegio, 

aunque sin la verdad divinizada 

que apuntala cualquier mitología. 

viernes, 7 de octubre de 2022

Sin memoria no hay vuelo

 


                  (Evanäscente)


Cuando me dirijo a ti 

debo confiar en la memoria, 

se olvida pronto lo que no se ve,

ando ahora

en esa disyuntiva entre tomarte en serio

o imaginar que estás en mi cabeza

en forma de dolor, como habitante ingrato

al que sólo disipa la aspirina,

muchas horas holgando en el bochorno

tropical de sensaciones blandas, sin la urgencia

de recurrir a la palabra para probar que se es

y percibir el eco regresando a tu oído, 

aquí todos hablamos con los ojos, 

por ejemplo Adán, él es algo

que se da por supuesto, aunque no esté,

menos claras son las ausencias de Caín o Abel, 

o las idas y venidas de las niñas 

a las que nadie puso nombre y hacen 

del tiempo una guirnalda,

sólo te llegan sus miradas con esa carga tibia

de imbecilidad o pasmo

que renuncia a ir más allá del rodal de sombra

del banano que les da cobijo,

supongo que ellos pensarán de mi lo mismo, miramos 

el mismo espejo con dos caras de idéntico bruñido,

todavía me río al recordar

el gesto de estupor de Adán cuando una cebra

le estampó en la frente una certera coz

mientras trataba de ahuyentar las moscas

con una rama de sabina, no entendía

que el celo la pusiera tan nerviosa, 

le dije:

es un modo sutil de seducción, 

pero él no es tan sensible a las señales

como la flor de la mimosa al abejorro libador,

la soledad nos une

con el mínimo perfume de la vecindad,

pero dejamos

que el aire purifique los momentos más cercanos

usando si es preciso la rama de sabina.


jueves, 6 de octubre de 2022

Un paño húmedo en su frente



                       Julia, única hermana

 

Hace muchos años

en el oleaje turbio de la adolescencia

el mar se llevó una concha

que previamente había desechado

en la playa glacial de la posguerra

tras despojarle de su perla,

llegó subiendo igual que una marea,

lo mismo que la fiebre o la oscuridad

tras el ocaso,

todo lo deshojó, la sombra blanca del espino,

la sonora huella que dejaba

el piar de los gorriones, el rumor de selva

de los años sin granar,

                                          entonces 

el dolor aún no tenía cara, aunque a veces

se dejaba sentir

en la rigidez de las articulaciones o en la palabra 

festiva que se quebraba entre los labios, 

pero sin llegar al alma, el frío era un ensayo

para acostumbrados al invierno

y no tenía parangón con la quietud tan prolongada

de los latidos, atentos sólo

a señales traídas por el aire desde el lado norte,


yo no lo vi llegar, fue un halo

de contrición sin culpa, lo mismo

que el veneno vertido en el oído

del rey durmiente, la asechanza

contra una Ofelia virgen que no ha sido

capaz de emanciparse de la edad del juego

sin apuestas, pierdes siempre y al perder

haces que todos pierdan

en proporción a lo empeñado 

frente a la usura secular,


fue un verano breve o primavera

mal alimentada que prolongó su espasmo

entre sofoquinas y calambres, luego

la medicina torpe de la nieve jugó con el termómetro,

la luz se fue atenuando

y el olor salado de las lágrimas

me hizo despertar a media noche, 

no recuerdo más:

la danza medieval juega con negras

y las blancas, cercadas, abandonan.


miércoles, 5 de octubre de 2022

Hula hoop

 

                      (Evanäscente)


Qué fue de aquel aro de colores

que rodeaba la cintura adolescente 

de mi anterior edad, las siestas

de Adán, interminables y litúrgicas

en la calima intencionada

con que la eternidad se difumina,

nadie advirtió a los globos del peligro

del rosal, de sus espinas curvas, simple juego

mortal o pasatiempo sin vuelta atrás,

yo ensayaba caminos en la modorra de la tarde,

y el cielo ya empezaba

a manifestar estos colores enfermizos

de los vapores del volcán, un paraíso

con amenaza, me encontraba

cadáveres antiguos, los huesos mondos

de tu guiñol con seres no creados o creados

para divertimento de unos pocos, 

y pensaba en el cieno verde de las aguas

demasiado limpias, o en el vaho atemporal que oscurecía

nuestra ignorancia impúdica del tiempo,

el ojo lateral del marabú, sin párpados, 

parapetado en un diafragma fotográfico

sin la adecuada pausa de la cámara oscura

me hace pensar en ti, se sabe

que todo lo blanco se ha de ver

positivado y hasta acusador cuando las placas

salgan de la cubeta bautismal y afloren

con rabia los oscuros nombres, lo malo

de ser eterno es que no hay tiempo

pasado que se pueda borrar como un mal sueño,

noches de borrachera sin alcohol

dedicadas al sexo impredecible

de la soledad, la lluvia ardiente de Sodoma

cayendo sobre ti y los cuervos

huyendo de la caja nido de Noé,

qué sabes tú de humanidad si ahogas

todo lo que emerge o sacrificas

la espontaneidad caliente de los juegos

que rozan o penetran en la piel,

yo siempre

soñé con ir de picnic, coger moras

y disfrazar de oscuro el traje blanco de mi desnudez

por simple simpatía a los que nacen 

tatuados ya de bronce y abandono, las flores

apenas son visibles sobre claro, 

me gustan los eclipses -tu dolor- que paralizan

el cristal del mediodía, recibirlos 

como una nieve de verano, ni sol ni luna

subidos al altar, tú mismo

buscando un cobertizo no eclesial para pasar la noche,

con curiosidad, sin adivinar que todo 

funciona a tus espaldas 

como el aro dorado del principio.





martes, 4 de octubre de 2022

Cita en El Retiro

 


                         (Evanäscente)


Una mesa de plástico,

dos cervezas y un platillo de olivas,

cualquier promesa sirve

a la imaginación para olvidarse

del rigor temporal y columpiarse

en las lianas flexibles del pasado,

te hago bajar del aire y la sombrilla

aletea nerviosa, una noticia

se arrastra por el suelo incendiado de octubre,

es oro falso pero al retablo luce igual,

vas a hablar conmigo lejos

de tu escenario, sin las interrupciones

del asistente alado, aquí se emplean

sólo servilletas de papel, no usamos grabadora

ni tomamos notas, siempre hay gorriones vigilando

porque cualquier migaja sirve

para aplacar el hambre, tú lo sabes bien,

somos tus criaturas, pero nadie

tiene el alimento asegurado.


(El redactor jefe de La Biblia

usa gafas de edad para leer).


Te propongo un silencio, sólo un guiño

como homenaje al perro verde 

que ha subido a buscar en la colina

su gran silencio.


Como siempre empezaré mirándote a los ojos

para que entiendas la pregunta:

cómo, cuándo y para qué, ya sabes.

lunes, 3 de octubre de 2022

Nº 21 en sí bemol mayor (Schubert)

 



Sorprender a Schubert

desenredando la sonata para piano

nº 21 en si bemol mayor, -qué grande

debe ser el mundo del sonido

para diferenciar un sí mayor 

de otro menor, contando

con que el bemol lo ablanda todo

y que el "si" o el "no" sólo suponen

un pequeño matiz frente a la inmensa 

posibilidad sonora de la duda-,

subo despacio la escalera

de su allegro menor, contando 

los peldaños de acero de las cuerdas 

del piano, y llego

hasta la gloria del cansancio, cómo añoro

el tostado color del oro 

de la piernas de las majorets, bailando

como los dedos del pianista,

pero he de detenerme a descansar,

aún quedan 

otros tres movimientos y mi pulso

ha alcanzado una cifra amenazante

para corazones fatigados.

domingo, 2 de octubre de 2022

Los conjurados de la luz



He salido temprano,

tenía intención de coronar el cerro

y presumir frente a los pájaros

de mis colores vivos y mi timbrada voz,

llevaba ropa de domingo 

y la insolencia amable de los versos

de ese irlandés de nombre impronunciable

para leérselos a dios y arrebatarle

la primogenitura al aire, 

su ángel más veloz y transparente,

pero la niebla me apagó la voz

y grazné con los cuervos

una estrofa corta de Ezra Pound. 


Hoy disfruto el castigo

de los conjurados de la luz.


sábado, 1 de octubre de 2022

Estrenar calzado jubilar



Piensas: 

puede ser falsa la numeración,

se han alterado los carteles

que civilizaban el camino, 

en algunos el tiempo ha diluido

la leyenda didáctica que apunta norte o sur

y hasta el color reglamentario

que distingue un GR de otras rutas,

ahora le damos al azar la mano 

y como discípulos de Brueghel

seguimos la mentira de quien nos antecede,

no miras ese pájaro que canta, 

ni hueles la resina o  el dolor de la tierra mojada,

sigues

un camino ya pisado, crees

que ya lo has visto todo y dejas

tu mirada blanca sobre el agua

para aprender de su cantar de ciego

lo que la pereza te impidió mirar.


viernes, 30 de septiembre de 2022

Lubos, el cantor de si mismo

 



Miro como caen las nieves del otoño,

el torrente amarillo de una sangre vegetal, 

no reglamentariamente verde y algo incómoda

por el disfraz contradictorio 

de su exhibicionismo de colores,


se ha roto el cristal, tu frente sangra

como si fuera un arbolillo con pájaro interior,

debería rasguear el aire como un arpa, 

con la intención arquitectónica

de los hilos flotantes de una araña,


o detenerme un rato a descansar pensando en ti,

llenar la cesta de boletus

y hacer que los sentidos reconozcan

la humedad de la noche al preparar la mesa

para compartir la fiebre con el pan,


no lejos se oye al cárabo,

traduce soledad y miedo al hambre, 

nadie

debería estar solo, al menos debería

poder contar consigo mismo.

jueves, 29 de septiembre de 2022

Despachapastores

 


Espero verte por ahí, perdido

en el espesor florido de este campo

que se despide del verano,

bajo las suelas cruje

el bravío azafrán aquí llamado

despachapastores por el tono añil de su tristeza,

se oye el crujir del sol, la niebla al norte

impide que nos lleguen los sonidos

trashumantes y el olor a lana

que dejan las merinas,

qué será de estos montes cuando todo

se deje de sentir, cuando todo quede reducido

a una micológica ruta de venenos

que nos impidan despertar y vernos

rodeados por los lobos de un mal sueño. 


miércoles, 28 de septiembre de 2022

A cada edad su espejo

 



Renuncia al vuelo

rasante o a perderte en las alturas

tras el tufo de la verdad,

esta se nutre demasiadas veces

de materiales ebrios o en estado

de sublimación como si hubieran fermentado

en la proximidad del fuego,

sufrirás si vuelves la mirada y reconoces

como ruina actual lo que antes tuvo

rigor de fortaleza, los sillares blandos conquistados

por la la tibieza del acanto y el embotado filo de puñal

del dogma antiguo entrando en las oscuras

galerías de tu miedosa ingenuidad.

martes, 27 de septiembre de 2022

Vulnerable mientras bebes

 


Contra la sed universal del campo yermo

usar agua de vaso, 

es un truco con aroma de infancia

que riega escasamente la desesperación

y no asegura un futuro frondoso 

a la arboleda prisionera tras el enrejado del jardín,

se trata de alargar el tiempo de dolor

sin llamarlo dolor, usando los señuelos

del clima contagiado de prepotencia humana,

en nuestras mejillas brillará un amago de humedad

pero de los ojos seguirá goteando 

la sed como una herencia milenaria.


lunes, 26 de septiembre de 2022

Todo blanco

 



Se llega así a la nada, con las manos

vacías y el pensamiento 

enhebrado a una idea singular del todo blanco,


la falta de color alternativo, fruto

de cancelación o supresión de competencia, 

te hace apreciar la oscuridad del blanco 


como luto olvidado de la guerra, las espinas

algodonosas de la paz y el llanto tibio

por las ausencias adheridas


con memoria parásita a un recuerdo de familia

que ni la irritación ni el miedo

son capaces de borrar.


domingo, 25 de septiembre de 2022

Área de extracciones

 


Casi siempre evitamos 

concentrar la mirada en esa

sutil amenaza de la aguja cortada al bies, 

aguda como brisa de mármol, lenta

que hasta necesita de otras manos

para encontrar la vena y convertirla

en vía, manantial entubado, rojo

motivo del temor o su emblema,

dicen 

los manuales que algo va hacia ella,

los latidos le hacen frente 

como hieráticos hoplitas, 

sus grebas temblorosas resonando

como ajorcas de plata en los tobillos

de la quietud, 

y de pronto la sangre,

como un verso apócrifo de Homero, 

se desdice de la ferocidad y exhibe

la aprehensiva mirada del miedoso.

sábado, 24 de septiembre de 2022

Un paisaje siempre atento al ceremonial

 


Párate y escucha:

como si fuera un dolorcillo 

de viejo, algo sin definir, llega el otoño,

a mí me suena a cobre, a los calderos

de guisar el cordero, no, la oveja vieja

que llegó cojeando hasta el moridero de septiembre,

lejos se adivina

al mensajero de la nieve,

todo en este elevadísimo lugar

es un anticipo del invierno,

al norte, por las peñas prietas

se asoma el luto blanco de la niebla,

las grajillas hacen el coro

en torno al desproporcionado buitre 

ya revestido de ritual,

hemos llamado a la novena puerta, la que Dante

reservó para el sueño.

viernes, 23 de septiembre de 2022

La niebla del barroco

 



Ha sido utilizada la penumbra

para dorar de viejo las estatuas

recién sacadas del taller, ahora

están todas en fila sobre el banco

pagano del tallista, oliendo todavía a bosque 

martirizado por la gubia, con la savia

perfumando el umbral de la memoria,

unas manos orfebres las vestirán de estuco y bol, 

la lija las dejará impacientes a las puertas del color

y pasarán de ser figuras abreviadas de querubín

al lúbrico papel de sátiros,

poniendo sus impúdicas sonrisas al servicio

de una coreografía que pretende

armonizar contradicciones

entre mitologías enfrentadas.


Muy lejos, 

entre polvo de oscuras sacristías

quedan los pies rosados de una inmaculada

que no ha querido someterse

a tan nefanda mutación. 

jueves, 22 de septiembre de 2022

Bregar siempre con dioses

 


De verdad, no hay que morirse,

hay que dejar al alma ese imposible

capricho de la permanencia, 


apresurarse tras lo increíble de la duda,

haciendo hueco

a una etapa escolar tan prolongada


que nos impida acostumbrarnos

al estado de dioses esculpidos

en el mármol sucio de la eternidad.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Un dolor antiguo coronado de espuma

 


He esperado aquí, en la orilla

a que el sonido llegue,

cierro bien los ojos y memorizo frases,

busco reconocer unos cimientos

o cúpulas forradas de azulejo,

el tono azul de las primeras estructuras

y los acordes armoniosos

del miedo original, tan cuidadoso 

con el decoro y con la eufonía

del material de construcción,

hoy sigo aquí, en la orilla,

y a pesar de que sólo alcanzo a ver la espuma

encolerizada con que la resaca

lo engulle todo,

a pesar de tanta frustración 

no me atrevo a calificarlo de naufragio.

martes, 20 de septiembre de 2022

Llega tu voz como un girón de niebla

 


Ayer te oí a lo lejos,

sin superar esa barrera

que interpone la niebla de la edad, 

te imaginé buscando

ese lago invisible que los sueños

reservan para tiempos de sequía,

mojar los pies, hundirse

en el lodo benigno que amortigua

la realidad de las heridas,

qué música escuchar en estos días

de ruido y apatía, o es mejor el silencio

algodonoso de la soledad, bajo los laudes

monótonos con que anestesiamos

el escozor del cautiverio?

Imagino los años como cuerdas

de una escala de mano 

que ni sube ni baja, pero ayuda

a mantener la sensación de vuelo

a la mochila que dormita

junto al montañero congelado.

Poco importa la cumbre cuando apenas

se piensa en el futuro.


lunes, 19 de septiembre de 2022

Una jornada de cazador recolector

 


Se ha lanzado flecha,

la limpieza del aire la perfila

como alma paralela, busca ciervo,

pero no elige la palabra sangre

sino la cercanía de un latido 

bravío y sin costumbre

de esclavitud, comparte brillo

con el sol, su acero tiene

la virtud cromática del agua

del mar, inmensa y única

como la curvatura que los ojos

jamás sabrán medir para que llegue

a la diana elegida sin errores, 

más adelante el día

con su rutina meridiana

nos borrará la flecha y no veremos

más que el surco sonoro que en el aire

irá dejando su progreso,

aunque ya no persiga diana alguna.


domingo, 18 de septiembre de 2022

Así están las cosas

 


La mañana se alza

con la claridad de un chorro de agua,

hay una plegaria de violetas

a la diosa armonía

sobre la madera de la mesa,

unos dedos laicos se proponen 

descifrar el enigma del placer

trazando garabatos

en el albor nevado de la harina

que ha sucedido al rebanar el pan,

tras la ventana esperan los gorriones

la compensación de las miguitas

y sin darse cuenta nos redimen 

de nuestra ignara suficiencia.




sábado, 17 de septiembre de 2022

Cofrades de capa parda

 


Siento admiración

por los del corazón acorazado

entre paredes de algodón,

qué incómodo sentir el tacto

de tan hidrófobo envoltorio

cuando la libertad luce la carne 

desnuda del principio

y se hace perseguir por los que añoran

el prado original colonizado

por flores e ignorancia.