sábado, 24 de septiembre de 2022

Un paisaje siempre atento al ceremonial

 


Párate y escucha:

como si fuera un dolorcillo 

de viejo, algo sin definir, llega el otoño,

a mí me suena a cobre, a los calderos

de guisar el cordero, no, la oveja vieja

que llegó cojeando hasta el moridero de septiembre,

lejos se adivina

al mensajero de la nieve,

todo en este elevadísimo lugar

es un anticipo del invierno,

al norte, por las peñas prietas

se asoma el luto blanco de la niebla,

las grajillas hacen el coro

en torno al desproporcionado buitre 

ya revestido de ritual,

hemos llamado a la novena puerta, la que Dante

reservó para el sueño.

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