miércoles, 14 de septiembre de 2022

Sinestesia

 


Cuando te oigo llegar

me enfrento al reto de medir sin voz

la musical cadencia de tus pasos

de alta precisión,

he de medir con alma de metrónomo

el toc toc de charol de unos latidos

sobre el mármol,

y he de quedarme mudo 

para que el reverbero permanezca 

en la bóveda exacta de la memoria,

nítido, atrevido, 

como el toque de atención de la batuta.

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