lunes, 12 de septiembre de 2022

Unas letras efímeras


                       (Evanäscente)


Dejo escrito en el barro

lo que no quiero decir de viva voz,

daré un rodeo y tu venganza se quedará sin aire,

con esa fatiga cenagosa de la respiración

que da la angustia a los que ignoran 

la debilidad de los esclavos, 

después la inundación lo borrará y abrirá página

para futuras discrepancias,

qué me dices de esa cizaña neandertal que habita

los palmerales del oasis,

ellos no son hijos tuyos,

son sólo carne errante que algún día

cebará los altares donde sacias tus hambres infinitas,

viven fuera de tu poder y desafían

con su elemental naturaleza los embustes

de tu taumaturgia de feriante,

el barro de tu alfar no es mejor que sus esfuerzos

lastrados de endogamia 

para sobrevivir y perpetuarse sin rendir tributo

nada más que a si mismos,


esas palabras tuyas tan enfáticas

que arañan el impío pedernal para fijarse

con saña cuneiforme en las conciencias no son prueba

de amor ni de justicia, ni siquiera de fría indiferencia,

son la marca a fuego de un dominio soez que borra

las líneas parentales y consagra

las de una caprichosa dependencia que aún no sé nombrar.


Y aún pretendes

que te amemos por esto?



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