jueves, 15 de septiembre de 2022

Alta costura

 



                    (Evanäscente)


En estos días tan desordenados

sin principio ni fin, sigo buscando 

el oro de la tarde, 

                                la tarde es algo 

que rima con cansancio, con fatiga

o con saturación, y la alborada es una

puñalada de frío en las entrañas

recalentadas de la noche, busco

un lugar en la sombra lejos de tu curiosidad,

llevo muchos años disfrazada de vegetal, 

mis frutos ya han caído y el otoño 

ha ido disipando sus colores 

en la neblina del invierno, me pregunto:

por qué entonces iba yo desnuda y tú ocultabas

en un ropaje de furtivo tu vergüenza perenne,

tuviste acaso un creador bisoño o tu primera obra

fue crearte a ti mismo en un orfebre intento

de superación?, debes tener en cuenta

que la luz no perdona y pone cara 

a lo que siempre estuvo oculto,

para ti no hay espejo, ni las aguas

se atreven a decirte la verdad, así que llora

igual que lloro yo, 

aunque no compartamos los motivos,

escucho ahora el sincopado tricotar de un invisible

pájaro carpintero, fabrica unas virutas

de altísima costura para vestir mi luto

y ayudarme a paliar una vergüenza 

que dejé de sentir hace milenios,

tú deberías preguntarle dónde aprendió esa técnica

y como un lamentable Prometeo

robársela a los hombres para que los dioses

aprendan a vestir con elegancia.

 


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