domingo, 11 de septiembre de 2022

Acordarse ahora de la nieve

 



Mi padre no murió en invierno,

aunque desde la nieve se alza su recuerdo

sometido al imperio de su norma:

una imagen de ángel estampada

al lado de la huella, como firma

de autenticidad y un leve ensanchamiento

de la vereda al detenerse y deshacer la línea recta,

siempre usó la memoria del bordillo

bajo el relieve blanco

y el olor a marfil del aire fino

que bajaba del norte camuflado

con los reflejos de la luna,

pisar sobre la huella, nunca rompas 

sin necesidad ese perfume

tan perezoso de la nieve, por debajo

sigue reptando la invisible 

lombriz de la costumbre,

motivo suficiente para mantener sin merma

la hinchazón congelada de las cosas.

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