sábado, 27 de abril de 2024

Que todo puente tenga río, que todo río tenga puente, que se junten las aguas, que haya delta, que el alfabeto se prolongue hasta llegar al mar, la plata vencerá al hierro y al plomo, y hará que se desangre la mala voluntad y vuelvan a crecer en las orillas juncos firmes, flexibles y dispuestos a durar

 



Fiera

y botón de rosa,

usa cuchillo para hablar,

la sangre escribe en vertical,

rama de buganvilla o clavel literario,

fiera, botón, cuchillo

y en la repisa un libro que habla de todas estas cosas,

no es domingo aún, llueve y hace sol.

la boda de la luz no se celebra, no hay flores

para hacer la corona y no hay cinta

para el ramo de la novia,

mirad debajo de las losas del piso,

la llave duerme ahí.



Zona B:

"Quedó colgando del cabello y una lanza de su propia hueste atravesó su corazón, o al menos lo intentó, porque llegó a salir por el revés sin encontrarlo. Acaso no tuviera corazón".                                                                                                                                                      (Profecías laicas)


viernes, 26 de abril de 2024

Formaba una unidad estable aunque imperfecta con el omnium; él seguía siendo él, asumiendo su función de cáscara y se sentía bien escuchando el sonido de sus propios élitros que ni siquiera le servían para volar cuando el viento embravecido hacía cabecear los árboles e inflaba de fervor adolescente a la hierba reseca de aquel lugar maldito

 




Él soñaba 

y un rostro venía a confirmar presencia, lejos aún, brumoso, 

está en camino el ansia familiar de lo posible,

qué vida elegir, qué ancho de banda para su palabra, 

ellos hablan así, la luz les basta, miran el muro

con su juego chinesco e interpretan

pues la dicción escribe con caligrafía hermética,

cómo vas a entender si casi nada de lo que dice ha sucedido,

no es profecía ni reflejo, es puro jazz pautado,

se anticipa a sí mismo como lluvia

sobre un tambor metálico.



Zona B:

Que USA deje ya ese juego hipócrita de lanzar migajas desde el el cielo mientras su aliado continúa el genocidio. La expedición para la paz debe tener acceso libre a Gaza y que no vuelva a repetirse el maltrato y la intimidación a los voluntarios internacionales. Que la justicia universal pida cuentas al gobierno asesino. 


jueves, 25 de abril de 2024

Algo queda entre lo invisible y lo cercano como un incómodo testigo de nuestra tendencia a alimentarnos con viandas poco fiables o que nada aportan a la dignidad de seguir vivos, sabiendo que nos hace dependientes de una caridad

 





A qué obedece el desaforado empeño de cosechar lo vertical, 

esa nieve que baja y deposita entre nosotros 

un escuálido maná como pitanza de paladar indefinible,

llega con misterio y se adhiere a las ramas de los árboles

para alumbrar nuestra ignorancia y convertirnos 

                                       en clientes habituales de comedor social,

qué gran decoración para paliar el hambre y hacernos llevadera 

                                                                        la mendicidad cautiva,

pero allí acudimos con nuestra pobreza engalanada de fervor 

y la ponemos a los pies de un idolillo de ojos grandes

para que nos haga ver lo no visible

como un reflejo de la realidad.



Zona B:

Israelíes: Dentro de poco tendréis en el territorio dos lugares sin vida: uno ya viene de lejos, (el Mar muerto), el otro (Palestina) estáis matándolo poco a poco con vuestra indiferencia, de hambre, de enfermedad o bajo el fuego de un ejército al que la impunidad ha embrutecido.

miércoles, 24 de abril de 2024

La argolla en la pared con brillo de herramienta cotidiana, a quién espera, ni burro ni caballo quedan ya, se llega antes con el pensamiento y se evita la mordedura del esparto; unas manos de piedra reposan sobre el mandil, esperan que la humedad ablande tanta aspereza y que al llegar a la picota el reo luzca ya una piel de seda similar a la del ángel

 



Que fuera abriendo las ventanas,

era el sol el que rozaba con su plumaje el borde del cristal,

a su manera estaba señalando la página central del día, blanca aún,

pregunta por la flor, por las cerezas,

hay riesgo de heladas todavía, la escarcha en el saludo

y el gesto desabrido de una fingida urbanidad,

buscamos la febrícula primaveral, bandada de gorriones,

grasa y maquinaria soportando temperaturas desiguales,

casi siempre soledad dividida entre el acá y allá, los meses

envueltos en abrigo, sofocándose al subir los escalones, 

día veinticuatro ya y abril no sabe 

si sumar y restar son dos hermanas que no aciertan

a mantener en el aire esa elegancia

que marzo nunca tuvo y mayo tiende

a sobrecargar sin darse cuenta.



Zona B:

Está muy bien exigir el reconocimiento de un estado palestino, pero si antes no obligamos a Israel a detener el genocidio sólo habrá necesidad de un inmenso cementerio.

martes, 23 de abril de 2024

Deberás seguir un largo tramo a ese nivel, someterte al dictado de las isobaras de bajura, a uno y otro lado la estrechez del desfiladero, su lenguaje de embudo y el cansancio de la vigilancia en carretera; quedan curvas aún, zigzag de invierno, cataratas de agua blanca y el verdín en la roca que hace pared con la montaña tratando de evitar malas noticias

 




Que hay serrín,

que hay herramienta,

o carcoma o sólo enfermedad,

que alguien trabaja el sueño del revés,

o acaso sea el tiempo que se desmenuza en trizas,

toma en tus manos ese amor nublado, la molida pulpa del madero

y examínala grano a grano como si fuera polen  y tú abeja o avispón 

o sólo ese verdugo al que el disfraz hace invisible, palpa con mimo

la hinchazón y pon misericordia o simple alivio en el dolor,

escucha sus historias resumidas en una sola historia,

todos fueron arrancados del sueño comunal

por el rugido feroz de una gran sierra

y ahora quieren regresar abajo

a alimentar a las raíces.



Zona B:

Atención, mundo libre: bloqueemos el envío de armas y municiones a Israel, enviémosle medicamentos, personal sanitario y material hospitalario, alimentos, sensatez, humanidad y de tapadillo unas armas bizcas que disparen al revés, sin causar muertes ni desastres, sólo aviso de lo que puede ser un desastre sin retorno.

lunes, 22 de abril de 2024

Un homenaje al barro las manos de alfarero, con las venas hinchadas y el color morado acusador de una irregular circulación, las formas cóncavas, las estrías en la pared de la vasija, la impronta del esparto dando vida vegetal a las hornadas de criaturas domésticas que han de convivir en los vasares como pájaros huérfanos que nos dan su vida a cambio de cobijo

 




Ese corazón

que aún sin latir ya hacía cuentas, 

calculaba el calor, la fuerza lenta

del torrente sanguíneo, la tabla 

de multiplicar por dos de anatomía y ciencias auxiliares,

el alma ardiendo aún en el telar del aire

dibujaba futuras constelaciones sensoriales, laberintos

de humanidad esclava o sometida a riesgo

de malformación en la tiniebla,

ahora

todo el misterio se mostró a la luz

y alcanzó el umbral definitivo de esta indecisa realidad,

-era mejor imaginarlo-.



Zona B:

Un país artificial, nacido de la mala conciencia tras muchos años de colonialismo. Algo pequeño que acabó adquiriendo el tamaño desmesurado de una amenaza universal. ¿Qué busca Israel si todos sus ciudadanos caben con holgura en su territorio? Le bastará con la desaparición de Palestina o irá después por Líbano, Siria o cualquiera que se oponga a su ambición expansionista?

domingo, 21 de abril de 2024

¿Qué suele permanecer en pie tras siglos de barbarie e intemperie? una iglesia en ruinas, la columna de piedra de las ejecuciones y un lienzo de muralla que prolongó el terror del tiempo de defensa para acabar dejándonos abandonados a nuestra mala suerte

 



Debí decirte,

debí forzar la posición, soltar el aire,

-invocando tu ausencia-

y repetir una y mil veces el mensaje,

ya sé que no es lo mismo hablar que llevar a cabo la encomienda, 

rasgar la seda de una anunciación entre columnas,

soltar la fuerza y que se expanda como un aire hacia dentro

con el poder oscuro del oxígeno y purifique la sangre densa,

no secreto, no culpa, las ventanas

de par en par, el aire libre, las campanas

con su voz encriptada y los gorriones

intentando una inútil traducción.



Zona B:

Lo malo de la historia es que se lee cuando ya ha sucedido y de un mal guion sólo perdura el escozor de la tragedia. Pero eso lo perciben sólo las generaciones posteriores. Hagamos lo posible por evitar un final así. Si Israel reclama su derecho a defenderse, el resto del mundo debe hacer lo mismo.



sábado, 20 de abril de 2024

El desierto se ahoga en sus arenas; la arqueología busca la raíz siguiendo la tonalidad oscura que la humedad dejó en cualquier lugar donde la vida fue acogida; y como el tiempo todo lo redime nunca sabremos si el vestigio es de algo bondadoso o criminal. Que nadie nos imponga su valores ni caigamos en la tentación de imponer los nuestros

 




Yo alumbro,

mantengo en alto la lámpara encendida,

tú observas,

avanzas de rodillas sobre un suelo numérico,

despojas pluma a pluma a ese gorrión menudo de la pérdida,

se escucha cada gota cayendo, cada loseta que se barre, 

y se recoge con minuciosa calma la basura

que oprime la garganta del misterio,

aún no vemos nada, -¿es serpiente o bufanda?-,

lo desnudo se acaba de vestir, se pierde en el celaje vegetal 

y vuelve a adoptar el disfraz de la leyenda,

no hay nada que recuerde a hueso, a cuenta de collar

o a trozo de cerámica, el corte vertical deja a la vista

una insinuante línea de ceniza,

a la vitrina llevaremos un sol ennegrecido de metacrilato

y el signo de interrogación de una fíbula torcida.



Zona B:

Vecinos de Israel, no entréis en la provocación, el gobierno genocida busca un motivo para haceros desaparecer, se siente impune y poderoso. Dejad actuar al tiempo, aunque resulte doloroso.

viernes, 19 de abril de 2024

Aquel verano el calor fundió los escalones de corindón rojizo que entraban en lo oscuro con la intrepidez de una escalera literaria, sus escalones no temblaban al bajar, soportaban con gracia las ampulosas vestes de una indecisa Beatriz, a la que seguía un secundario que ejercía de Dante; ambos venteaban el ambiente en espera del olor a laurel que precedía a la entrada en escena de Virgilio; él debía guiarles en su recorrido por las gradas del dolor

 



Es diferente el dolor de un ciego?

cerrar los ojos, comprobar, poner las yemas 

en off, como en invierno y convocar la llama del candil

no por la luz sino por el calor, no hay guía

que progrese en lo oscuro, duele por capilaridad, rezuma

y hace la pared horizontal,

fuera vuela un pájaro, su alta no presencia 

es un dolor por duplicado, lo sordo algodonoso del aljibe 

que pronuncia despacio Baelo Claudia, la inmensa media luna

familiar que nos acoge, duna lenta o imperio,

resto de transidos huesos y cimientos señalando el foro

donde se entrenaba el tacto, donde topaba el brillo y se licuaba

como la saliva el nombre cítrico del mar, 

no todos los dolores son iguales, 

aunque responden todos al estímulo 

de un solo dolor. 



Zona B:

Cerrad los ojos y pensad en Auschwitz, en Mauthausen, en Treblinka. Abrid los ojos y mirad el cielo azul. Volved a cerrarlos -por el humo- y pensad en Gaza y haced comparación. Ponedle a todo un nombre, de esos que recoge el diccionario, no hace falta inventarlo.


jueves, 18 de abril de 2024

Nada que añadir, salvo esa herida larga en la piel de la tierra exhibiendo restos de víctimas de guerras y de olvidos, avergonzadas de volver ante los ojos de la historia con su doble o triple derrota y sin haber podido pegar ojo durante tanto tiempo y con ganas enormes de alcanzar la paz

 



Siempre en ese orden,

el primer muerto es el que luce un color más oscuro,

el ocre canceló su hielo, su enmudecido horror,

le deslumbró el pincel que despejaba una tierra dormida

sobre los arcos de sus cuencas, tomó esa posición fetal

pensando en siglos donde arqueología y fe vinieran

con lámparas votivas a rescatar los restos de su historia,

tras él cayó el acólito, él sostenía en alto su carcaj

con las flechas a mano, era un experto silbador y daba

las órdenes por sublimación, tras mirar las entrañas de los sacrificados,

su miedo era, pues, subordinado, colocaba las caperuzas a las armas

para que no brillaran, así creaba noches en el corazón del día,

paraba el sol o hacía trampas al traducir las curvas de los mapas,

su lugar en el sur, con la mirada vuelta hacia su propio ombligo,

condenado a no ver o ver tan sólo el desastre final, las armas

destocadas, con el óxido chorreando como sangre, 

en puro deshonor para plantar batalla

a las horas de luz que ya despuntan.



Zona B:

Alguien ha descubierto que el sistema métrico decimal es antisemita. Por eso al medir la gravedad de los ataques hemos de usar otro sistema, dependiendo de si es Netanyahu el que masacra o es Irán exhibiendo sus cohetes de fogueo para contestar a la provocación. 

miércoles, 17 de abril de 2024

Se reservó esa música para dar al aire un color de combate, la cólera inocente del tambor, los ajustados golpes sobre el madero hueco de un ébano antiquísimo en nada inferior a una campana; se acudía en masa a la explanada a contemplar los tres montones de cabezas enemigas, cocos de color marrón y plumas de marabú rematando las estacas que sostenían la clemencia de las hojas de palma

 



Mujeres de barro,

llevan un cántaro en la cabeza, fluyen

por el arenal en busca de ese río, pozo, manantial,

en sus tobillos brillan las ajorcas de marfil,

rumor hondo de aljibe, consuelo de sí mismo,

tener sed y usar la vereda de los elefantes,

no es eso un animal, no es eso un árbol

pero flota en el aire, lo sostiene un remolino,

ojo al engaño gris de la distancia, a sus temblores místicos,

los pies deben estar sobre la tierra, 

los ojos asomándose a los flecos del pañuelo como oración, 

como canción profana, como rumor de arroyo 

o como profecía que va a cumplirse paso a paso.



Zona B:

Dejemos de suministrar armas a los contendientes y se acabarán las guerras. Si alguien quiere guerrear que se fabrique la honda, el arco o la cerbatana. Pero sobre todo deberá fabricarse un enemigo que le permita practicar con su demencia.

martes, 16 de abril de 2024

Así suena el diez y seis, con aire quieto, inusitado hervor en esa sombra dibujada en la acera, nada sabe abril de profecías, si él nació sin ojos, igual que los pollitos de gorrión, luego aprendió a copiar sonidos y ahora nos confunde con su arsenal de melodías grabadas en estudio

 




Subir en blanco

por esa cuesta, cualquier ruido distrae,

arriba brilla una lata abollada,

se une el sol con la miseria alegórica del aluminio,

canta -mejor, gotea- el picapinos, busca

el lado blando del amor contra el dolor agudo de cabeza,

no es bueno, o tal vez sí, ese fatigoso golpeteo

en busca de gusanos, se fabrica 

una manera de mirar el mundo desde el agujero de la entrada,

cristal menudo el aire y al otro lado 

el dulce moho de la oscuridad.



Zona B:

No es tolerable que todo el mundo esté pendiente de un neurótico asesino. Nos merecemos dirigentes con raíz humana, no esas alimañas sanguinarias que recorren el desierto.

lunes, 15 de abril de 2024

Déjame estar aquí, soportaré el calor, las moscas, y haré una cadena con las horas inmóviles, sin rechistar, igual que las estatuas de la entrada, con reverente gesto y la mirada barriendo el suelo; a nadie antes oferté una humildad tan sometida, aunque puede que esconda algún peligro

 




A un lado ya la perfección

inexacta del endecasílabo, demos paso ahora

al pie quebrado de Hefesto, la torcedura

puede caber aquí también, 

la gota que repite esclava de un caudal estrangulado

e impone su cadencia, del mismo modo

los pasos sin control del cojo suenan bien, 

el cajón sincopado que unas manos sin gracia toquetean,

un día bajaré a esperarte,

te iré observando desde lejos y estoy seguro

de que el espacio entre tus huellas

es una hermética ecuación impuesta a los lisiados

como una penitencia por pretender cumbres extremas.



Zona B:

Si nadie para el avance de las hormigas asesinas se extenderá el olor a ácido fórmico que hará el aire irrespirable. De momento ya han comenzado sus efectos paralizantes. ¿A qué esperan la UE, China, el mundo árabe, los países no alineados con el sionismo económico? Paremos esto o las consecuencias serán terribles para todos.


domingo, 14 de abril de 2024

Hay paz en las necrópolis, quedan inscripciones que convocan al amor etéreo, el odio queda fuera, o se resume en la tierra seca permitiendo que crezcan unas flores raquíticas que nada necesitan y nada de valor ofrecen, pues son recordatorio de una destrucción

 




Ahí reside la memoria,

mi cráneo se conserva aún en ese casco de hoplita,

la tierra en torno está fertilizada por los hilos de mi pensamiento,

él fue mi valor un día ya lejano, mi astucia 

se asomaba por los huecos reservados a los ojos

y hacía florecer arriba un penacho de crin teñida

con la sangre negra de los enemigos,

sin embargo ahora pienso en ellos con dolor,

les doy la mano, las falanges peladas 

de una eternidad que ya de poco sirve,

haremos juntos el camino que lleva a la quietud,

sin armas, sin razones,

los gusanos nos han comido el corazón y no nos quedan

latidos para el odio o el amor.



Zona B:

Cualquier respuesta a la destrucción planificada del gobierno genocida es castigada con la desproporción de quien se sabe impune, protegido por la ley del más fuerte. Netanyahu acabará incendiando el mundo; él nada tiene que perder.


sábado, 13 de abril de 2024

Era muy fácil mantener una creencia con aquel argumentario: dejarse ir tras una brisa con escozor de profecía, algo tan sencillo como entornar la puerta y contemplar las bolas vegetales que el viento arrastra y darles crédito por pura educación, para no desairar al aire y mantener las formas de una tranquila vecindad

 



Largos varales de castaño,

del lado norte llega el aire redentor,

hay un olor a pimentón y orégano,

la carne magra cuelga ahí para curarse,

su enfermedad era la vida

aunque no sea la muerte su remedio,

ahora toca esperar a que el milagro

viole la oscuridad del secadero

y ordene a Lázaro salir, momificada el ama

y el cuerpo sometido a transustanciación,

el pan y el vino sobre el sudario de la mesa

que Marta ya ha dispuesto,

María se alimenta contemplando este afligido bodegón,

con ella está la gracia.



Zona B:

"No permitáis que el tejón regrese a su guarida sin haber satisfecho el hambre; acabará soñando que es comida todo lo que se mueve alrededor". (Gr, 3, 2l)

viernes, 12 de abril de 2024

Se unge con linaza, ese aceite menor que eleva al pobre hasta escalones superiores; se viste con la fibra natural del lino, en la crudeza del color está la gracia, el envés arrugado, los botones de material orgánico y el hilado fino del ojal giñándole a la luna; poco cuesta vestirse de domingo si no hay víspera, si en el telar se han de cruzar trama y urdimbre para alumbrar la tela

 




Despertar con silencio,

algo no audible te susurra, tiembla en tu interior de cuarzo 

-geoda-, una voz impresa en el estuco, 

la pared presta su yeso marmolado al sueño

y el amanecer aprende a no gritar,

el sol sube despacio, el aire pende

con pereza de tela, las campanadas del reloj

quedan flotando como ladrillos temporales que no pesan,

no hay misterio, el tiempo ni pasa ni se acerca,

simplemente está, un odre para el agua,

un dibujo infantil como único camino, 

papel de plata con arrugas 

simulando ese río que es la vida

que acabará en el mar que es el morir

y que mañana repetirá su ciclo.



Zona B:

Un recurso del mal es destruir los hábitos humanos y sustituirlos por la ferocidad de los instintos: hambre, enfermedad. miedo y tortura son los instrumentos que usa el genocida Netanyahu para borrar la huella del pueblo palestino.

jueves, 11 de abril de 2024

Tras el paso por la fragua ha salido al campo a sacar del alma el ruido poderoso del hierro al rojo vivo cuando entra en el caldero de templar; le acompaña aún el campaneo del martillo sobre el yunque, la personal manera que el herrero tiene de armar una secuencia con golpes principales y repiques de floreo para que en todo el pueblo y en toda la comarca se conozca el idioma que reduce el hierro a una obediencia sin rencor







Debajo de la sombra

vive el aire claro de la iluminación,

aparece de pronto, clarísimo y delgado

con la quietud paciente de los destilados,

pero su alta graduación hace que el alma

trastabillée en busca de un estrábico equilibrio,

tacto de piedra pómez y ardores de volcán,

en ese punto estallan los flejes carcelarios

que mantuvieron el dolor bajo el abrazo azul de la ignorancia,

ahora todo se sabe o se almacena como potencial sabiduría, 

con esa suficiencia de quien todo lo tuvo por un soplo

de viento perezoso respirado desde una cálida profundidad.




Zona B:

La deriva salvaje de Netanyahu busca nuevas formas de desprecio hacia la legalidad, ataca a periodistas que informan de sus desmanes, asesina a miembros de organizaciones humanitarias y se atreve a bombardear las embajadas de quienes considera no alineados con su calculado genocidio.

miércoles, 10 de abril de 2024

Desde esta cumbre se divisa el mar; no llega el sonido de los barcos pero en la cuevas siempre hay ecos que imitan la pesada digestión de los cargueros que hacen cabotaje en el Cantábrico; lo mismo pasa con el tren hullero que nunca pasa de aprendiz porque nació con asma y le fatigan los repechos

 



Poneos a este lado, quiero

que salgáis todos en la foto, 

se verá una risa silenciosa,

y el ensayado gesto de la casualidad,

aire de campo y unas palabras de alguien

que prefiere no salir, hay mariposas

haciendo guardia en el sombrero del espantapájaros 

y los gorriones se disputan unas migas de pan 

que cada día dejo en el noray amarillento 

del buzón de correos, el barco de hoy llevaba

una carta con fotos para Horacio.



Zona B:

No va ser fácil disolver al pueblo palestino; se habrá borrado Gaza, después Rafah, luego se intentará con Cisjordania, pero la historia y el paisaje han ido endureciendo su coraza y siempre quedará algo vivo para empezar de nuevo.



martes, 9 de abril de 2024

Pensativo y suspicaz, rodeado de la espesa luz de los crepúsculos aún inmaduros o demasiado dulces; qué lata abanicar el tedio con una nube de mosquitos que ni siquiera tratan de picarle, él no tiene sangre, sólo eternidad que mana sin parar de su interior como un fluido al que hubieran pasado por mil filtros

 



Debajo de esa piel hay algo

a lo que ni yo mismo pude acceder para ponerle un nombre,

pensé en ardor y, aunque la llama no le favorezca,

algo de fuego vive en él, lo intenté con distancia

y él se alejó de mí como abismándose en su instintiva soledad,

luego ideé una fórmula equidistante o neutra o transversal,

el punto en que la recta ablanda su frialdad de lanza

y se deja invadir por calenturas hasta doblarse en curva

y convertirse en elipse ovalada, circunferencia o aura

de dudoso sentido iconográfico, pero todo 

permaneció en silencio, su piel nunca llegó a tocar mi piel

ni nuestros ojos coincidieron a pesar del esfuerzo postural

y del deseo de encontrar una mirada complaciente

que diera algún sentido a todo el Génesis.



Zona B:

¿Qué haréis después, cuando os hayáis quedado sin vecinos, cuando toda la tierra yerma sea vuestra, sin ley que os obligue o con leyes repetidamente transgredidas? ¿haréis un sacrificio a vuestro dios con algún animal-humano que haya quedado enredado entre las zarzas? 



lunes, 8 de abril de 2024

Salto a salto hasta el crujido de dolor, el hueso perforado por la termita de la edad, de entonces es este sonido a cielo agujereado, visillos tan gastados que el aire los traspasa sin alterar su ligereza; hasta la vista topa con el muro pintado y se equivoca nombrando pájaros por el sonido de su canto; qué desastre tener que consultar la enciclopedia

 



Y ahora nueva deuda con la temporalidad, 

las estaciones pisándose el terreno unas a otras, 

los pájaros sin voz y sin embargo 

me detengo a pensar en golondrinas,

cómo puede ser que también eso se deba a la costumbre, 

no verlas ya si todo el campo las florece

como una ausencia innecesaria,

seguir mirando el cerco de barro en el alero tan pegado a la cal, 

ensombrecer el gesto con la mano mirando para arriba, 

si no hay mosquitos, si todo se reduce a charla de gorrión 

y cacareo de incrédulas gallinas,

media cuesta de abril y aun no aparece

la tobalina de agua, tanto sabio refrán y el barro

sigue secándose en el alfar del río.



Zona B:

Israelíes: no os refugiéis en eso: no se os odia, en todo caso se os teme. Pero pensad en ello, es muy difícil que un sentimiento de fragilidad tan clara como el amor pueda arraigar en algo que se teme.

domingo, 7 de abril de 2024

Ahora cuenta manzanas en el desván, sube cada día, les da la vuelta para que el color encienda en ese lado; su acidez se va domesticando, tiembla ya un escozor de sidra en las papilas y cuando vuelve abajo sus manos traen pegado lo esencial de ese olor para lo que resta de jornada

 



Algo morado cruza el puerto,

en el lado de allá la luz se cuaja

como un gran queso azul, tizones apagados

para dejar en la pared esos dibujos de irrealidad rupestre 

los bosques son de ceniza verde y el aire huele

a plata emulsionada en la estela de un avión,

en el ocre se esconde la flor de loto de los muertos

acogidos a un nombre comunal sin apellidos,

brilla el gorbizo montaraz tras la renuncia del rocío,

la piedra de afilar con los tres garfios de la divinidad

grabados a buril y el reflejo del sol en el costado

del cántaro de leche que Dante usara

para imaginar a Beatriz.



Zona B: 

Buena táctica esa de meter el palo en el avispero para provocar reacciones sin control. Es lo que busca el genocida: o el miedo general paralizante o la coartada para acabar con todo pretextando legítima defensa.

sábado, 6 de abril de 2024

El rumor de páginas voladas nos trae estampas de guerras otoñales en las que se quemaban bosques para combatir los hielos de la infamia, olía a carne asada por encima del hambre y se escuchaba el negro como único lenguaje, todo cuervos, daba igual si era extranjero, llegaba a todos sin necesidad de traducción

 



Llega otra vez

ese dios diminuto nacido en grieta 

con su armonioso ruido de liturgias,

una vida en curva, feliz e inútil, y en progresión continua

hacia la apraxia, se queda ahí en fase decreciente,

con la interrogación colgando y el rubor 

tiñendo apenas su desnudez de larva, 

miedo a que se acerque y llegue su silencioso aliento,

huele a cielo raso acabado de pintar,

pero se aparta el carbonato y abre 

una ventana azul en la pared tan blanca.



Zona B:

Israelíes: ¿acaso nos queréis decir que hemos de temeros como raza ofendida o que el recuerdo de la ofensa va a durar más que la historia? Cualquier río llega al mar si antes no lo secan los rigores del camino. 

viernes, 5 de abril de 2024

... cualquier mano atrevida podía levantarse allí y proyectar su chinesca burla sobre la cal del muro, arriba estaba detenido el trampantojo de la araña, dibujo verosímil de lo que es mentira; un bedel con librea revisaba una a una las mochilas y requisaba temporalmente cualquier instrumento digital; el rey asirio se reía

 



Él se vistió de gris usando

la desnudez fingida de los pobres,

no era dios o no lo parecía

visto desde el filo de la mendicidad, refugio

de temores altos, con temblor de hocico que se acerca

alimenticiamente hasta el veneno, 

nos preguntábamos

si alguien que trabajase la madera 

se atrevería a convivir con algo así, 

firmar abajo con su nombre, no avergonzarse de él

y hacerle libre una vez insuflada la materia,

acaso el mundo estuviera regresando a los temblores de la maternidad

sin depender del aire humedecido de la primavera.



Zona B:

Se veía avanzar por el desierto la gran muralla de la arena. Nadie la empujaba. el viento mantenía su neutralidad, pero empezaba a oírse el rumor inequívoco, lejano, del simún.




jueves, 4 de abril de 2024

Cualquier cosa puede aparecer tras ese nombre, pero de la maldad no es responsable el nombre sino quien lo utiliza como escudo para no ser reconocido





En esta mano,

la forma de esconder el manantial 

para que de pronto asome la escritura

con un rictus de enfado o de concentración,

entornados los ojos para consultar el diccionario 

desde la oscuridad, 

no busques semejanzas, ahoga en aire los sinónimos 

como si fueran peces que salen a mirar, 

se escribe ahí, desde la izquierda, la mano en modo cóncavo, 

sembrando letra a letra el alfabeto.



 Zona B:

Ya se advirtió a Israel de ese peligro, alzar babeles sólo sirve para que nadie entienda lo que dice el otro; ahora empezará la confusión, tal vez acusaciones, y al final será el pueblo el que soporte la carga innoble que los miserables echaron en sus hombros.

miércoles, 3 de abril de 2024

El insecto vivía en su segunda edad, ya fósil y engastado en el rigor del ámbar, tras alcanzar el cielo saturnal de lo sagrado; cuando una vida nueva se asomaba al mundo las alas del insecto parecían temblar y un aroma amarillo se expandía en torno al ámbar, como abriendo camino al reino de la feminidad

 



Así es este paseo de la fama,

-quise decir de la memoria-,

las palmas de otras manos hicieron amistad con el cemento

                                                                                 en horas bajas,

se fundió su rigor y adoptó la forma de huella virgen que perdura,

ya olvidado el tono blando de la virginidad,

ahora vuelve el resplandor del oro

y es más conocido el logo de unas zapatillas imperiales

que la impronta dejada a mano abierta sobre el olvidadizo corredor,

paseo de naranjos, picoteo de colores extraños en lo verde,

mira ese viento analfabeto que viene tarareando la canción de moda,

habla varios idiomas pero ignora el nombre original de la canción.



Zona B: 

Israelíes: podéis ver que ni siquiera se respeta a quienes llevan un mínimo remedio al hambre. Al gobierno genocida no le bastan las armas, recurre a cualquier medio para completar su obra asesina.

martes, 2 de abril de 2024

Va muy lento el burro, corazón, bájate ahora que el camino pica hacia arriba y que descanse un poco, las alforjas ya pesan lo suyo y a ti te sobran fuerzas para llegar a la colina; sí, bájate y haremos hambre antes de llegar a la posada, ¿no te parece estimulante este olor a tomillo que trae el viento mezclado con el canto de los pájaros?

 



Me dicen 

que algún dios menor llegó después, vestido de mendigo,

huidizo y como extraño en el lugar que él mismo tuvo a su cuidado

antes de que lo echaran del olimpo,

sus barbas eras grises, descuidadas, y su mirada estrábica

intentaba posarse en los macizos de begonias,

tal vez buscando caracoles para hacerse un collar y congraciarse 

con el tribunal que le obligo al exilio,

pero un municipal le denunció por invadir espacios amparados

por el cartel de no pisar -vietato campestrari fiori-,

estuvo detenido y se negó a comer, aunque se sabe

que los dioses no comen por necesidad sino por ansia,

cualquier motivo vale para emborracharse y alcanzar las molduras

del altísimo techo donde cuelgan las telarañas del nirvana.



Zona B:

Todos contra ti, tú contra todos, hasta que la tierra tiemble bajo los pies y ofrezca abiertas las puertas del infierno. A él, al genocida ¿qué más le da, si ese es el futuro que le espera?

lunes, 1 de abril de 2024

En los pueblos costeros siempre hay una memoria dedicada al último naufragio, un poste comido por la sal en medio de la plaza con letras ilegibles y papeles fijados con espinas de pescado en los que se añaden las últimas ausencias para que nadie vea diferencias entre el antes y el después

 




Este es el legado, 

alguien dejó grabada en la madera

una proclama: ha de ser así, un pueblo en otro pueblo,

la sangre será roja aquí y allá, los cuervos

mudarán de lenguaje, nunca de color, la historia

se contará con esa música que todos conocemos,

iréis todos al monte con vuestros ganados

y rendiréis la siesta a la sombra del roble comunal,

tomaréis té de hierbas y por la noche

compartiréis la llama del candil, la leche fermentada

y el pan de harina de bellota que hace ligero el sueño del vigía

para que siga atento al bien común.



Zona B:

Israelíes: No recurráis a la leyenda, mirad hacia delante y sopesad las consecuencias que han de derivar de la actitud de vuestros gobernantes: alguien que voluntariamente abandona el país donde nació en busca de una nebulosa identidad no debe expulsar de su lugar de origen a todo un pueblo. Seréis mirados con recelo y nunca tendréis garantizada la supervivencia.

domingo, 31 de marzo de 2024

Poca cosa le queda a esta gente que regresa al pueblo a ver de nuevo ese ritual de la aflicción fingida, unos soldados con el disfraz de camuflaje dando el relevo al escuadrón romano, con escopetas de fogueo y un andar inseguro tras los destrozos del alcohol; pero ya de regreso hasta el aire viciado de la calefacción del coche les traerá el recuerdo de un incienso laico, con olor similar al pegamento

 



Ese mismo sábado,

tocado aún por el dolor de la liturgia, salió al campo,

a ver la hierba reluciente tras las últimas lluvias,

ya nada quedaba del enjambre de voces arrastradas

de la noche anterior, el fraseo que responde 

a la voz del solista llevada por el viento,

no hay alma que resista, 

imaginar la procesión de los centauros,

la cabeza que se deja separar del armazón del cuerpo

y va a instalarse sobre un lienzo planchado en almidón 

con los ojos abiertos a la muerte,

no hay alma que soporte esta estética negra,

por eso él se imagina como la parte humana del centauro

para mirar desde más alto cómo la hierba crece.



Zona B:

Poco a poco el gobierno genocida de Israel se está convirtiendo en el mayor peligro para la paz mundial, atacando a cualquiera que ponga en duda su estrategia. Es difícil entender a qué obedece la pasividad del mundo libre, permitiendo que un estado minúsculo desprecie cualquier resolución que no convenga a su propósito.

sábado, 30 de marzo de 2024

Qué vendes, cantor ciego, llamando a cada puerta, dónde creíste oír esa noticia singular y a qué obedece ese vigor incontenible que te obliga a traspasar cada jornada un horizonte y dormir sólo un rato atormentado por esa misma cantinela; ven, descansa un rato y cuéntame, compartiré contigo mi hambre

 




He llegado a tu portada, 

de afligido románico a dos aguas, 

a la entrada la pileta rebosa de agua negra, 

esa tinta dejará en los periódicos un amplio resumen

de la jornada que termina, he conseguido

llegar hasta el final, tú de sobra sabes

que me ahoga este olor a resina del madero

y pretendes ahora que malgaste mis últimos jadeos

en proclamar tus alabanzas,

mira bien esa foto y haz un comentario,

una esquirla de fuego se ha alojado en mi garganta

y mi pensamiento sabe a hiel, 

tal vez prefieras mi silencio.



Zona B:

Israelíes, miraos bien las manos, acaso seáis capaces de encontrar vuestra "zona de interés" al otro lado de ese muro de humo que os separa de la muerte; ese horror se instalará indeleble en vuestros sueños.


viernes, 29 de marzo de 2024

Estuvo quieto ahí haciendo que temblara el aire, podría ser un pensamiento sin acabar, el vapor que se respira en las mañanas del invierno, o un colibrí desafiando la tentación de las orquídeas; todo un espectáculo, me aturdió mirar arriba y un vahído acabó conmigo en tierra para que pudiera ver con mayor comodidad tanta hermosura

 



Ese grifo

que ya disfruta su vejez, gotea

y habla solo, monosílabos blancos,

hagiografía y soledad subiendo

por la pared vidriada de una cocina ciega,

no llegará muy lejos el río escaso de la desmemoria, 

ya ni acierta a pronunciar su nombre,

y confunde el tamborileo de la lluvia

con las arritmias de una enfermedad 

que hasta el fontanero desconoce.



Zona B:

¿Fue culpa de Hitler solamente o tuvo algo que ver la indiferencia de los alemanes?  ¿Puede llamarse democracia a un sistema que permite a un genocida continuar en el poder? Israelíes, aplicaos el cuento.


jueves, 28 de marzo de 2024

Tras los idus de marzo poca sangre queda ya en los mármoles antiguos, si acaso tiras cárdenas entrecruzadas por la pujanza del cinabrio; mejor usar veneno, mucho más discreto aunque menos teatral, no mancha las togas y permite a Cicerón recitar sin interrupciones su informal tratado de amicitia

 




El gramatical impulso de la primavera, 

viene con el amarillo mirón de los narcisos,

alto, femenino y singular, indeterminado

como la piel de la pradera,

ahora llueve cristal, las vacas usan gafas de sol,

solemnes, pensativas, parecen hablar del tiempo

mientras rumian,

algo de filosofía nunca viene mal, se edita el aire

silbado por los cañaverales, versos gemelos

de distinto tamaño y densidad. como la hierba en los ribazos

mucho antes de que apareciera Whitman

con su guadaña dominguera.



Zona B:

Apenas queda ya horizonte. Después de Rafah ¿cuál será el objetivo, seguir bajando hasta llegar al Nilo y tratar a las pirámides como un refugio de Hamas?

miércoles, 27 de marzo de 2024

Región dormida, con narcóticos adornos para que el turismo permanezca, regada a veces por un caudal de tinta que apenas si destaca sobre el cauce; todo se ha ido perdiendo aquí, salvo esa fe pintada sobre bastidor de pino y tela de sarga o arpillera; en lo que suele llamarse primavera sólo el frío crece y en torno a las iglesias las ortigas humanizan el dolor, dejándolo en prurito, como ocurría ya en otras edades

 



Buena tierra esta para buhoneros santos, 

la madera procesional polícroma y bañada en agua bendita,

                    la cera de una encendida oscuridad toda poblada

                                                     de menesterosos búhos miopes,


de repente te asalta en el camino un santo azul, 

una virgen morada o un arcángel con plumas de gallina autóctona, 

                                 todos llorando la pérdida de algún punto cardinal, 


y arriba el sol parado en el eclipse parcial de la semana santa,

                                    él no conoce el llanto y le encomienda esa tarea 

                                                                     al coro negro de las plañideras,


pero habrá de ser la lluvia con sus lágrimas 

   quien ablande el cartón maché de las corazas del séquito romano

                                                                 pintadas con humilde purpurina.



Zona B:

Un ruego al ejército israelí: cuando decidáis arrasar esa parte de Jerusalén este donde algunos creen que debe estar la capital del estado palestino, colocad un aviso en internet, no lo hagáis de noche, merecerá la pena verlo; debéis buscar un término adecuado para  referiros a los daños colaterales.

martes, 26 de marzo de 2024

Cuánto falta aún para el milagro, para la repetición de la leyenda que cada año se disfraza de catecúmena, se adorna con las flores iniciales y nos deja soñar con la cosecha para alejarse luego de la mano del cierzo, entre fríos y nieblas que aún en mayo dejan sin respiración hasta a los árboles

 



Se va acercando, bulle,

primicia y duelo, el zarcillo de un tallo, una

sonrosada intimidad, helecho de meseta

lejos de oscuros mecanismos de biología arcana,

es una sangre vegetal, contiene

azúcares y brillos de alto valor decorativo, 

las cabras ramonean incansables, 

igual que actores secundarios que se asoman

a las bambalinas de la historia, madre

de día, sucursal de sueños largamente acunados,

si fuera espiga y prometiera aparecer con abundancia

y no con esta costra de empobrecido oráculo

que sigue resistiéndose a ser interpretado.



Zona B:

Empieza ya a cansarse el todopoderoso protector y acaso deje solo al genocida para que nadie asocie su desidia con la ejecución del exterminio. A la historia le gusta repetirse para denunciar la necedad.


lunes, 25 de marzo de 2024

Aquí sobran las jaulas, o están prohibidas o vacías, todo el aire para una eternidad amenizada por los pájaros; en ese círculo se habla de saturación, los estorninos del dolor urbano que dibujan una singular condena: has de mirar eternamente cómo se juntan y separan, has de conocer su número, si dormirán aquí o buscarán un bosque con árboles de piedra; Dante no se atrevió con ellos, ni el Bosco, ni Picasso que dibujó sólo palomas solitarias

 



Viven ahí 

adosados unos a otros como sacados de una fórmula,

se les oye respirar con ese ruido que los cardos hacen

al ser rozados por el viento, visten todos igual 

y a veces se confunden con las hierbas

que amenizan el borde del camino, 

nunca aprenderé los nombres de cada uno de ellos,

podrían ser nombrados como números, o no estar señalados

con una identidad postiza como la que otorgan los registros,

en sus ojos se repite el tono gris del plomo hirviente

capaz de producir la quemadura que deja el hierro de la propiedad,

no encuentro la manera de comunicar con ellos 

pero me ronda una pregunta: 

¿de qué color será su dueño?



Zona B:

Podéis abandonar cualquier esfuerzo por convencernos: vosotros no formáis un pueblo, sois el invento de un imperio con enfermedad en la conciencia; ser judío puede coincidir con una fe, no con una nacionalidad y menos aún con una etnia. O ¿acaso no habéis llegado desde países diferentes?




domingo, 24 de marzo de 2024

Con todo ese ramaje arrancado a los olivos aún se elevarán más las sospechas de precios amañados, se hará una encuesta entre los que agitan ramas de olivo frente a los que portan el romero frugal del campesino, que siempre mira más allá de las creencias o que se queda en casa para no tener que desgarrar la paz que flota al natural sobre los campos

 



Vuelve aquí, por favor,

corazón de enebro, no respires ese aire alpino

que tan delgado te hace, dirige ese furor de fuego

sobre tus enemigos y verás cómo sus armas se derriten,

algo de plomo late en sus entrañas disfrazadas de acero,

y esto te lo digo en el lenguaje de los dioses, 

-pueri hebraeorum, qué dolor-,

efectos holográficos de altiva devoción que carecen de carne

y sobrevuelan un altar a modo de columna de humo,

será verdad, -lo haremos-, eso de morir y regresar,

pasar por el estrecho túnel de la oscuridad

y regresar a las tinieblas disfrazadas de brillos coruscantes,

gritaremos hosanna tantas veces que el milagro acabará ocurriendo

con la misma liturgia que propició el rescate de Lázaro,

ya aburrido de tantas noches de silencio.



Zona B:

Regreso a Gaza, ya convertida en no lugar, lo sobrevuelan unas hojas arrugadas de periódico con fotografías de la masacre, "se diría que estamos ante la representación silenciosa de un capítulo cualquiera del escritor suicida Tadeusz Borowski que aquí alcanzó el horror supremo: no distinguir entre víctimas y verdugos". 

sábado, 23 de marzo de 2024

Quedó sin luz la tapa negra; siempre ocurre igual con esos libros del hombre que huye; ves su espalda de poderosa plata y piensas en el protector del clan que se despide, quién quedará en su lugar, hará falta suplirle? o esa imagen es sólo un aviso que siempre ha estado ahí y que a sí misma se renueva

 




No la ves venir,

aunque la piedra ya va de camino,

llegará directa como el sol cuando la nube se desgarra,

no habrá nada que delate cercanía,

ella toma ejemplo de las balas, una eficacia sin adjetivar,

se presentará sin hacer ruido, el ruido es posterior,

cuando se escucha ya ha pasado

y a ti te ve en horizontal, caído de antemano

sobre la parihuela del dolor, arriba queda sólo

la indiferencia de unas luces

que se repiten como si fueran las estrellas

y todo lo demás oscuridad.



Zona B:

Pobre discurso el de un estado que prefiere llamar antisemitismo al deseo de justicia contra un gobierno genocida. ¿Qué quedará de esta vecindad encabronada? Un montón de huesos y una memoria barrida por el viento hacia un mar interior que siempre estuvo muerto.

viernes, 22 de marzo de 2024

Dejó abierta la ventana, se fue cantando con los últimos días de este mes, aún se oyen sus pisadas mezcladas con el tarareo nasal de un yesterday anfibio; poned la mano aquí, sobre la piel poblada de pequeños volcanes en erupción y escuchad a Judas iniciando la anábasis de la mano de Rice y Lloyd Weber

 




Pudiera haber nacido como flor unida a tallo, 

como piedra desalojada de cantera, como chorro de agua

asomándose al musgo de la fuente,

se oyó decir escuetamente: nacerá, y el aire

lo trasmitió como profecía.

una primavera gris desalentada por la niebla

buscaba un nombre para ella, para él, 

será un grumo de lanilla color canela

aupado sobre el altar de unas patas altas,

ha de seguir el aroma de su madre con ojos asombrados,

no confundir otros olores con el de la quietud, 

no ser por un momento, abandonarse al abandono, 

sobrevolar el mimetismo de una fotografía 

y despistar al rondador que llega con el viento de cola, 

muy preocupado por interpretar huellas dormidas.



Zona B:

Ahora viene alguien a decir con voz artificial: recordad, son los niños de Winton, pasan hambre y frío, debemos evitarles el infierno. Pues bien, sus herederos han cambiado su papel por el de verdugos con los niños de Gaza.

jueves, 21 de marzo de 2024

Debería suceder ahora la trashumancia del invierno hacia la calma austral, a nosotros nos quedará el tartamudeo de los aires de marzo enrabietados con el calendario que les obliga a seguir yendo a la escuela mientras el campo empieza a sublevarse contra el color predominante

 



Ya es mucho cargar con esta leña 

monte arriba y con el viento helado por la frente,

pienso en el temblor rojizo de la llama, 

su lengua amarillenta lamiéndome las manos

para hacerlas entrar en reacción, el agua puesta a hervir

para las sopas de ajo, y alguna bocanada de humo

negándose asumir el tiro de la chimenea,

la hora de cenar, 

la noche picando en los cristales con el hambre 

de los desheredados, -¿no vas a permitirme entrar?-

el sueño ya está dentro con maneras de gato 

que prepara sus uñas para defenderme

del miedo que suele esconderse debajo de la cama.



Zona B:

Qué dirá ese libro de tapas negras sobre el mal olor que sube del escombro? También eso se considerará holocausto, ofrenda incinerada en el altar de un dios sectario? 

miércoles, 20 de marzo de 2024

Él hace un elogio de las manos, ha presenciado cómo se unen la mano del herrador y la pezuña del caballo, la untuosidad del barro en el alfar, el alma perfumada de la madera en busca de un encuentro utilitario en el que nunca falta ese punto de gracia natural que dota a las cosas cotidianas de un halo prodigioso

                                                 


                                         A Jesús Carrasco


No sé hacerlo 

y sin embargo lo hago,

esa viruta redundante,

el desperdicio del material con que trabajo

van formando pirámide, me alfombran el cansancio

y hacen más aromático el café,

leo en las entrañas del objeto sometido 

a cirugía reformista, intento administrar la medicina

sobre el tejido enfermo igual que hacen los médicos

con el revés sobrevenido, algún dolor de la pared con humedades,

una baldosa desprendida o la gota de lluvia

que busca alojamiento en la decrepitud de mi tejado,

mis manos pactan en complicidad con la herramienta

una prórroga amable de la vida

de todo aquello que envejece.

En lo más pequeño de la timidez, ahí está el descaso.



Zona B:

En Gaza apenas queda infancia, dentro de poco no habrá vejez y si miras más lejos no habrá rastro de vida. Israel se ha construido sobre un montón de escombros y de huesos.

martes, 19 de marzo de 2024

Se rodaba una escena lenta, los actores debían pronunciar palabras silenciosas que luego habrían de doblarse a algún idioma poco usual; Safo merodeaba distraída pulsando los alambres de una lira de plástico del atrezo, de repente el altavoz: que nadie se lo crea, sigan estrictamente las inflexiones del guión, sólo la mímica





"¿Qué hace menos creados

cada vez a los seres"?

se va debilitando poco a poco la señal, se pierde

el tacto luminoso de los dedos de Adán y el creador,

o acaso es la palabra ser la que discrepa

o la propia palabra sometida

a igual procedimiento de emisión

que el exabrupto o la blasfemia,

o esa ristra procesional y torpe

de las sombras platónicas que buscan

un acomodo en la pared, un cuerpo táctil

en el que apoyarse cuando se miran al espejo?

siempre hay que volver atrás, al ciempiés del enigma, 

cada paso propone una nueva pregunta

con los odiosos puntos suspensivos.



Zona B:

¡Basta ya, joder, cómo hay que decirlo, genocidas!


lunes, 18 de marzo de 2024

Si vas atento a las señales te llevará el camino hacia un horizonte iluminado por el fulgor de la calima; sigue recto y encontrarás el muro, te asombrará su altura, el despilfarro en materiales para una construcción que no redime de la crueldad de la intemperie. Sólo podrás volver atrás.

 




En los años bisiestos

cae el mal por el oriente, dice

la inscripción sobre pizarra

en el canchal de la reserva,

las alimañas suelen acudir allí

a recordar aromas familiares,

el bien y el mal se juntan

sobre un oscuro mineral como si fueran

los batientes de una misma puerta,  

el lado norte, el lado sur, el muro

coronado de espinas y el aviso

en un argot tan convincente

que hace retroceder hasta a los lobos.



Zona B:

Escribe sobre el polvo tus rencores, deja que los borre el viento, que la lluvia los lave y los arrastre hasta el mar cercano, que tus ojos vuelvan a mirar sin odio, que la vida... -No me pidas más, las fueras no me llegan.

domingo, 17 de marzo de 2024

En la misma templanza de la pizarra dormida bajo el sol, en esos brillos de antracita pobre, sus aceites volátiles, sus ilusiones de aprendiz de combustible que no alcanzó la graduación, hay una deriva permanente hacia la nada que se ve llegar, andando, en coche o en tractor, pasa un fin de semana y abandona y se reincorpora dócilmente a la fritanga del asfalto




Para explicar este dolor

podría valer cualquier tristeza, (o similar) 

la vida silenciosa que se va por el sumidero, tal vez adiles

(o altiplano o simplemente yermo, rabia pacífica 

o sólamente rabia, sin adjetivo inútil),

nos hemos ido acostumbrando a las blasfemias

polícromas (o dóciles o escuetamente ricas y barrocas)

de los grafiti urbanos, ahora ya derivados al vacío 

de esa españa sin arar (o inútilmente enferma o sólo 

descatalogada y triste, con la misma tristeza

que habría de explicar este dolor),

pero temo que nadie entienda (o que nos dé pereza

o que desgraciadamente no sepamos mirar) 

esos colores ortográficamente dibujados

sobre la piel rasposa del cemento para que parezca terciopelo

(o nácar o marfil o figurada y torpemente

se aproxime al candor del alabastro).



Zona B:

El gobierno israelí ha condenado a muerte a miles y miles de niños, los ejecuta y seguirá ejecutando, luego los ignora, ni siquiera les da el valor de cifras. No le importa. Se sabe impune y se permite amenazar veladamente a quienes no coinciden con su planteamiento.

sábado, 16 de marzo de 2024

De vez en cuando sólo hay ruido, zumban los oídos y la vertical se empaña, puede incluso peligrar el equilibrio, cosas que siempre fueron tuyas hoy te miran con furia o te amenazan con su indiferencia; un cielo nuboso, dificultad para encontrar el límite a un perfil, el pensamiento algodonoso y el silencio perforado por acúfenos sin ritmo

 




Ahora empieza marzo a hacer mohines.

unos días más y el agua se multiplicará por mil

y de las montañas bajarán ríos de leche,

una mosca chocará con el cristal

como bala de goma y habrá un escueto telediario

hablando del fenómeno amarillo, el verde ni se cita

dando por supuesta su pujanza, -¿quedará espacio

para la reflexión?- colores embotados, las abejas

en traje de faena y la pulsera del sindicato vertical,

luego vendrán las elecciones y ganará AEMET

salvo en las islas donde la primavera siempre llega

con una hora de adelanto, el satélite 

mostrará unas imágenes de polvo en suspensión, 

la nube rosa que se respira en los desiertos.



Zona B:

Israel, escucha:

"Vine con nada apenas: un fósil (tiene forma de corazón), unas hojas rojizas de haya (Buchenwald, disecadas entre las páginas de un libro), una estrella amarilla... Y paro de contar". (José Hierro). 

Y ahora ¿tienes algo más? Compárate con ellos, los que mueren de hambre y sed y sobreviven sin mañana.

viernes, 15 de marzo de 2024

Llega el tiempo ligero de la flor de la acacia, el canturreo de su aroma por la acera; pájaros buscando material para tejer el nido, algún pito real soltando el látigo de bolas de su canto, siempre camuflado en la corteza de los pinos; y la pereza de los días que poco a poco van alargando su vigilia hasta completar los tres cuartos de esfera de luz solar allá para sanjuan

   





Queda polvo en el aire

de ese continuo roce de los días,

si después de treinta años, de cincuenta,

sigue siendo de oro y la penumbra

reluce a ratos con un soplo de iluminada cortesía,

si la brisa insufla en los visillos el lenguaje

de un abanico mensajero es que aún nos queda

combustible para las veladas del invierno,

no hay que detenerse a darle un nombre

por más que su semblante nos conduzca

a un parecido familiar, en eso está la gracia,

que parezca que ya se está apagando la llamita

de aceite en el candil y sin embargo

se vea todo iluminado con franciscana suficiencia,

sin resplandores incendiarios precursores

del deslumbramiento que antecede

a la oscuridad final.



Zona B:

De vez en cuando el ser humano pone de manifiesto la irracional dialéctica de la ley del más fuerte. Sobre todo cuando se sabe impune: a Pearl Harbor sucedieron las bombas de Hiroshima y Nagasaki contra una población civil; a la vileza del ataque de Hamás, la destrucción del reducido espacio vital de todo un enclave palestino. A Truman nadie le juzgó; a Netanyahu ya veremos. Pero el imperialismo sigue ahí. 



jueves, 14 de marzo de 2024

Aquel déspota asirio de rizada barba y mirar feroz pensó un mal día que unas murallas rodeando la ciudad darían el colofón a su poder; el miedo apretujado forma un bloque capaz de repeler ejércitos, asegura obediencia y si le racionas la comida es capaz de convertir la carne de sus semejantes en el objeto de sus ansias; mirad la lista de la compra de los que acuden al supermercado

 




Sobrevives en una gran ciudad,

tan grande que en ella cabe toda tu pobreza,

a veces bajas a la calle 

buscando el sol, el aire, algún motivo 

para que tu fe perdure y te sumas con humildad de arroyo

al torrente vecinal, en las aceras se evapora

tu identidad y se diluyen tus confines, eres un sonido más

en el chirrido metropolitano, caminas

igual que esas palomas de plumaje gris manchado

de mansedumbre mendicante hacia la gran cloaca 

donde se mezclan sin remedio

las aguas residuales, el agua virgen del arroyo 

y el agua remansada de tu perplejidad.

Ahí se ahoga nuestro mundo.



Zona B:

Poco a poco el desafío consentido se va consolidando y se endurece cada día más, de forma que cuando quieres reducirlo a la legalidad es ya demasiado tarde y sólo te queda el recurso de la fuerza y esa siempre acaba mal. Piense en ello el mundo "libre".

miércoles, 13 de marzo de 2024

Morir así, mordiendo palo, una madera entre los dientes para enterrar el odio o suavizarlo, aunque rechine la verdad, esa que nunca compartimos, cada cual con la suya, y, total, qué más da, si ninguna es cierta, ninguna garantiza que al pasar no te atraviese un dardo, que el merodeador te considere una pieza de caza y te derribe por seguir usando esa vereda

 




Ya sé que ahí, 

colgado de una escarpia no podrás descansar,

no aguantarás mucho y acaso pienses

encontrar acomodo en posición horizontal,

tú sabes que el espacio es escaso, no cabemos todos

y habrá que establecer un orden, 

quién tiene derecho, a quién le corresponde tal lugar, 

la preferencia, la categorinómina sin más,

por eso pienso que tal vez sea buena idea echarlo a suertes,

quien saque la pajita más larga, y el que pierda

que se busque la vida en cualquier otro lugar, tan lejos

como sus fuerzas le permitan y de ser posible

que no regrese nunca,

no sea que se reavive la disputa y acabemos luchando

por un sitio en la tierra que podría ser el de la tumba.




Zona B:

Es lamentable que quienes se consideran herederos de David sean más diestros manejando el rifle que el arpa. Aunque las excepciones sean notables y hayamos de aplaudirlas desde fuera porque el gobierno genocida hace lo posible por silenciarlas. Tal es el caso de Baremboin.

martes, 12 de marzo de 2024

Fabricaré unas alas con plumas muertas a las que insuflaré una vida nueva, las uniré a tus hombros con la cera que custodió la miel de la ambrosía; tú gobernarás el viaje, conducirás el carro de tus ansias lejos del sol; el laberinto quedará muy lejos y la posteridad seguirá hablando de nosotros incluso cuando hayamos muerto

 




En la asolada ermita

rescatada de su servidumbre medieval

reinaba un solo rayo de sol, entraba por el ajimez del este

igual que las golondrinas anidadas bajo el escalón de la cornisa,

un oro impropio de aspecto mendicante

perduraba a tramos en el nimbo del fondo,

y unas formas atormentadas por la fiebre del románico

palidecían sobre la cal del muro,

con su diestra alzada el pantocrátor de proporción apocalíptica

impartía una cruz sobre las sombras, sus ojos eran dos antorchas

de fuego oscuro dibujadas sobre carne rosa, inapropiada

para la majestad terrible del misterio,

todo ello suspendido del azul hipnótico de un cielo

donde las estrellas tiritaban lo mismo que las manos del pintor,

tal vez un campesino que quiso proponerle al Génesis

la versión dolorida de la creación del mundo.



Zona B:

Tal vez un día, de continuar así las cosas, cualquier paloma identificará al halcón con Israel, ese gobierno déspota que lava con sangre de inocentes la culpa colectiva que nos imponen las creencias.

lunes, 11 de marzo de 2024

Todo eso llega al supermercado y se unifica al alza sin atender a calidad u origen, una voz ordena con su despótico silencio a cuánto ascienden hoy los beneficios de un tomate artificial, de una fruta insípida que no ha llegado a madurar; nadie se acuerda ya de que el pecado original tuvo que ver con las manzanas, y que la desnudez se hizo patente cuando Eva quiso hacerse con la fruta por sí misma, accediendo al árbol sin intermediarios

 




Se supone que el agricultor

no repara en la música que ha de aparecer tras él

a la manera de los pájaros caídos como notas

sobre el pentagrama de los surcos,

hay un adagio conducido

por la somnolencia de los bueyes hacia un futuro germinal,

una escritura hipnótica paralela a sí misma y repetida

una y otra vez como un eterno gregoriano,

sueña él o acaso el sueño sea sólo exterior y nada

de lo que ocurre en las pasadas del arado sobre la tierra yerma

sea algo musical y nosotros debamos conformarnos

con repetir eternamente la cantinela del pasado

que habla de sudor, de pan, de campesinos encorvados

sobre el silencio adusto de la tierra. 



Zona B:

"...llegan colonos armados como perros de la guerra, me golpean, me roban las ovejas y asesinan a mis cabras, dejándome sin voz, apenas con aliento para huir de lo que fue mi tierra y la de mis antepasados desde donde nace la memoria".  (Ocurre en Cisjordania, un día y otro día).


domingo, 10 de marzo de 2024

Lobos en duda por su hábitat; una multitud de campesinos con herramientas de labranza amenazando a dios, al aire y hasta al círculo negro de los antidisturbios; una larguísima crónica en la prensa diciendo no sé qué, que si el clima, que si las ganaderías, que si la relación de fuerzas; al final todo coincide en esos monolitos de humo a los que queda reducido el monte tras el paso del incendio






Se reúnen de día y planifican una enseñanza musical 

que ocultan hasta que la oscuridad la hace posible,

dudan si la sangre puede ser un argumento

que incumba a los pastores,

pero ellos no la beben, la bendicen en sus reuniones vesperales 

y la dejan secarse en el altar, al aire,

hasta que regrese el día de la licuación,

y entonces, franciscanamente, todos puedan decir a coro:

loor por esa yugular, la hermana sangre 

que fluye desde dentro y da calor

y es densa y maternal y oscura,

como nuestra túnica bermeja, de tan vieja ya gris,

que ella sea la vexilla regis que nos guie hasta el nuevo cazadero,

por encima del verde que sugiere

la línea cartográfica del río.



Zona B:

Israelíes: ¿En algún lugar vuestras escrituras dicen que Yahvé ordenara al Josué de turno que no dejara vida en el entorno del nuevo Jericó, humanos, animales y hasta objetos han de ser aniquilados, es decir, reducidos a la nada?   (Nuevos textos sangrados)

sábado, 9 de marzo de 2024

Qué dirías tú si un día te llegase una invitación formal con el sobre y la tarjeta de borde troquelado -además de un frasquito de veneno nº 5-, para asistir a eso que llaman enlace entre avispón y abeja, y te recomiendan acudir con un disfraz de guardia suizo o de mameluco con rayas negras y amarillas?

 



Asistí por casualidad

a un encuentro social de flor y abeja,

sin música, tan sólo el fervor dominical

del bronce de las campanillas tiritando en la hierba de los prados,

el palacio civil de una colmena, un entoldado de manzanos en flor 

y la constancia sonora del arroyo,

hasta allí llegó el amor como un extraño antecedente,

se acomodó en el hueco y trajo miel, produjo benignas sensaciones,

pero luego fue destemplándose su primitivo ardor, sufrió el acoso

de extraños visitantes con aspecto y aroma de interior

aunque de fuera,

y como llegó se fue, con un zumbido redundante,

no sé si alegre aunque sí acordado entre dos diferentes armonías,

de la corola de la flor se desprendieron algunos pétalos, 

yo duro poco, sabes, mi corazón es de ceniza.



Zona B:

Abraham expulsó a Agar, condenándola a errar por el desierto y a pesar de todo su descendencia fue numerosa; hoy esa descendencia vuelve a ser expulsada de su tierra por la violencia de un ejército y la codicia de colonos sin escrúpulos.


viernes, 8 de marzo de 2024

Le hicieron socio de un club que no existía, sólo se necesitaba aquel reloj sin manecillas, sin acostumbres horarias ni deber tributario con el tiempo; lo ocupaba todo sin estar, codificaba su conciencia con sus consignas catequísticas, no debes hacer, procura, muévete, regresa; hasta que un día lo dejó olvidado o lo desahució como a un predicador y todo volvió a estar quieto, al natural, como la costra en las heridas

 




Repite: todo va bien, 

no se prevén alteraciones, 

el pulso nos permite detenernos

y mirar el valle a nuestros pies, evita

la cara austera del reloj, la vida queda fuera 

de ese azabache artificial que toma nota de cada inspiración,

de cada duda o parpadeo,

todo va a ir bien en adelante y si miras al fondo

en el oro del cielo se dibuja el paso de la migración,

regresa el alma que traspasó las alambradas del invierno,

un electro más y el horizonte 

abrirá la exposición de tus temores, será evaluada

tu desavenencia vascular y sobre el hierro

quedará el rescoldo de una llama fría

latiendo alegremente aunque con ritmo desigual.



Zona B:

Cuándo aprenderemos que del cielo sólo ha de venir la luz, la lluvia; todo lo demás son añadidos torpes, ya sean consignas encriptadas, aire sucio, bombas o ese maná culpable que primero crea el hambre y luego la administra a voluntad.

jueves, 7 de marzo de 2024

Rebasó el murete del noventa y tres y volvió la vista, la luz llenaba los espacios que fue dejando atrás, se diluían en la claridad lechosa de sus ojos fatigados; si por detrás no queda nada ¿para qué mirar?; la luz era el oxígeno que alentaba la vida de las cosas, ahora se ha convertido en pura asfixia, la indiferencia de la claridad

 




Cualquier historia es comparable

al aire retenido en las entrañas helicoidales de una caracola,

si acercas al oído su cavidad de nácar

podrás oír el mar, imaginar la música del agua, 

su roce con la arena arrastrando naufragios, 

podrás hacer comparaciones desde el tono menor

de quien espera el regreso de un barco

hasta el mayor de las sirenas 

que anuncia la partida de esos grandes cargueros

bautizados con siglas o con números,

podrás rivalizar con los periplos de los héroes de Homero

o escuchar el llanto de Medea abandonada por Jasón,

y al atardecer, ya solo y urgido por el sueño

acaso puedas conseguir que se fusionen realidad y deseo 

imaginado que alguien te llama por teléfono.



Zona B:

Pronto llegará el calor a esa región de oriente; de los escombros de Gaza irá saliendo el hedor de la muerte acumulada y hará difícil la respiración a los vecinos de Israel. 

miércoles, 6 de marzo de 2024

Así se desdoblaba el vendaval soriano de la Madre Agreda para rellenar los desvelos del rey, estando aquí y allá a la vez, deshojando la margarita del amor para curar el miedo, sin perder la inmovilidad de las estatuas, aunque dejando un panorama de aniquilación humana para que también brillara el oro falso de un reino sin remedio

 




Detrás de ti sólo el tornado

de las hojas doradas del otoño,

se ve en el aire tu oxidado perfil de polvo y fango,

el remolino vertical de un alma que no encuentra

                                               cobijo para su estupor,

es sólo una voluntad erguida

que aspira a perforar los techos azulados de la noche

                                        para que asomen las estrellas, 

que no falte esa elemental coreografía,

luego, sí, 

todos sabemos en qué termina todo, los anuncios

en el televisor, las horas ciegas de una realidad

sobrevolada por el tornado de oro y una música

de tan elevada toxicidad que puede

dejar en coma lo que queda sin contaminar de tu cerebro,

tú procura volar alto, más alto incluso que el tornado

y cuanto todo pase

párate a mirar la destrucción, el místico arrebato

que te hace avanzar sin que los pies apenas

lleguen a rozar el suelo.



Zona B:

Que el gran verdugo se haga leer una reciente historia y considere que podría repetirse el él lo que en ella se narra: otro verdugo disfrazado al que unos ángeles de hierro secuestraron de su refugio austral para juzgarlo a plena luz y con su nombre.

martes, 5 de marzo de 2024

En toda historia triste hay un acantilado para que los suicidas puedan mirar abajo y reconsiderar el riesgo de quedar flotando eternamente lo mismo que esos pájaros de mar que se comportan como si fuesen inmortales; en toda historia triste hay siempre niebla para que la altura del abismo no disuada a nadie del ansia imperiosa de volar; aunque cualquier historia vale porque al final la tristeza acaba apareciendo

 




Se bienvenido a este lugar,

llama a la puerta y te saludarán los perros

sin amenaza, sin ladridos, su lenguaje es de musgo,

tan sólo un gozne antiguo es capaz de saludar así,

si nadie sale a abrir empuja suavemente, 

no encontrarás ningún cerrojo 

ni habrás de recurrir a contraseñas de seguridad,

habrá fuego en la cocina, un delantal sobre el respaldo de una silla,

el aroma reciente del café y un libro

abierto en el regazo de un sillón, como una herida

que no ha cicatrizado,

este es el lugar que abandonó la guerra 

obligándolo a errar fuera del tiempo, 

ahí sigue todavía, ingrávido, sin voz, sin auditorio

pero con muchas cosas que contar,

posiblemente esté esperando al desertor de otras lecturas,

algún viajero convencido de que en otra parte

podrá encontrar algo mejor.



Zona B:

Si cuando todo esto acabe aún queda vivo algún niño palestino ¿con qué ojos mirará la nada a que han dejado reducido su pequeño mundo? ¿seguirá temblando ante esos cactus vestidos de soldado con mirada de fuego? ¿querrá vivir rodeado de figuras o preferirá la soledad?

lunes, 4 de marzo de 2024

También pregunta al ángel por el progreso del color en su plumaje, porque de verdad son plumas, ¿no es así?, no esos élitros negros de los escarabajos tipo Kafka que tanto asustan; pero tampoco el ángel puede resolver la duda, hasta nosotros sólo llegan los ecos fatigados de la respiración del creador y eso con sordina, de modo que no sabemos nada más que lo que todo el mundo sabe

 




G tiene ahora mucho sueño,

lleva demasiadas horas vigilando la nieve,

mira cómo cae y lo hace con dedicación escrupulosa,

se pregunta: no habrá un copo negro? en los libros 

se dice que el color depende de la luz, 

cuando los objetos no reflejan puede aparecer lo negro,

G sube la apuesta y cada día prolonga un poco más esa vigilia,

por eso está cansado, se le quedan los párpados a medias

y su atención resbala como una gota por la superficie del cristal, 

su fe se desorienta, no existen los colores, lo atestigua

Elizabeht Bishop como embajadora de la física,

-como poeta no está tan segura-,

y qué hará G, 

renunciará a seguir tras el cristal?

está ya muy mayor para esta disciplina y al igual que Elizabeht

no piensa defender esa teoría singular

por los paraninfos de esas fundaciones culturales

que dan mal de comer y te despiertan

en plena siesta para proponerte nuevas giras,

G tiene delante 

un informe clínico muy breve: un glaucoma

intenta remontar las cataratas del gran río 

como el viejo salmón que ha regresado a desovar

en el frezal de la diabetes de sus antepasados.



Zona B:

Para qué esas vallas coronadas de púas y cuchillas de tantas y tantas religiones si no nos hacen más humanos y felices; o acaso ser humano significa eliminar al semejante para instaurar un monohumanismo de pantufla? Los primates nunca han sufrido de este mal.

domingo, 3 de marzo de 2024

Siempre regresamos a la fuente de la primera sed, incluso cuando ya se sabe que la sequía ha derrotado el manantial; buscamos algo más o tal vez esperamos que la fe sea capaz de rescatar lo que solía estar allí; no hay agua ni la habrá y hasta podría desaparecer la sed para privarnos del placer venial de satisfacerla

 




Fui fiel a ti, pecado original 

cuando las notas de una música hipnótica danzaban

tras los arbustos falsos de la fábula,

me arrodillé con cara de consumación 

como si hubiera concluido la función inaugural del mundo,

ahora vuelves conmigo, nos invita un anfitrión irreverente 

que se ríe de todo entre bambalinas,

la orquesta brindará vestida de cristal,

los timbales disfrutarán haciendo añicos 

la tersura jaspeada del scherzo

y en el pequeño lago de la copa

veremos suicidarse a una aceituna

hundiéndose en el oro de un Martini.



Zona B:

Acude, corre, vuela, traspasa la frontera, ocupara el llano, no hagas distinción entre hebreo musulmán o cristiano, no dejes que el verdugo acabe con la vida de tu hermano.

sábado, 2 de marzo de 2024

Un maestro que tuve me contaba historias apócrifas de Homero; las iba hilando en sus largas noches de vigilia, tirando de los hilos de un telar que él mismo se había fabricado siguiendo indicios de lo que Penélope tuvo que hacer para tejer aquel sudario interminable a la memoria; hoy sigo recordando los detalles, pero he olvidado el corazón de las historias

 



Cazaba mariposas con una espumadera, 

les daba de beber los agujeros

perfumados con una simulación de miel,

ellas desplegaban su lengua de reloj

y se quedaban atrapadas en el tiempo, 

disecadas, hermosas, infelices

lo mismo que las gotas de lluvia en un cristal,

él las colocaba en su lugar entre brillantes

objetos de metal y la cocina

se convertía en el meandro de un río silencioso 

con islitas de barro donde tomar el sol.



Zona B:

Ciudadanos de Israel, si alguna vez os aburrís del cabeceo contra el muro de las lamentaciones, podéis pedirle a vuestro ministro de la guerra  que os deje ir a practicar el tiro al blanco contra los molestos palestinos que tanto incomodan al ejército con su acuciante búsqueda de alimentos.

viernes, 1 de marzo de 2024

La adoración sigue colgada de un olivo viejo, las manos juntas aunque atadas atrás, como las de los asustados por la acción de la justicia; nada tuvo ella que ver en el asunto, ni miró ni vio, se limitó a adorar como los ángeles, como aprendió desde la escuela en los libros miniados que nunca le dejaban ver; ella de lejos adoraba con la febril ensoñación de los que tienen hambre y sed y necesidad de una justicia que sin saber leer traduce el canto de los pájaros

 




Conocí unos pájaros 

que buscaban a dios en los excrementos de los elefantes, 

una simple semilla protegida por la bendición de la quitina

podía soportar una agresiva digestión 

y tras superar el tránsito por la oscuridad penitencial

salir al sol como arrancada de la muerte, -igual que Lázaro-,

dejarse entrevistar para la catequesis de los telediarios,

decir calígine en pleno mediodía sin parpadear, 

como tocada por la gracia y aplicarse de nuevo 

a su antiguo oficio de crecer, multiplicarse y llenarlo todo

sin que ello supusiese modificar en nada su tamaño.

Los pájaros habrían de buscarse el alimento

en los campos de Job, el providente, que entró y salió

desde lo oscuro, dejando un diezmo para aquellos 

que ni siembran ni siegan pero cantan 

en la intemperie hospitalaria de los estercoleros.



Zona B:

Se mueren de hambre, en Gaza los niños mueren de hambre, el cinismo del gobierno nazi de Israel no deja que lleguen alimentos; luego irán a Eurovisión y cantarán un salmo para que la conciencia de occidente pueda conciliar el sueño.

jueves, 29 de febrero de 2024

Mirad aquí, las ruedas suplen a los pies, diría incluso que parecen alas de ofidio fabuloso, algo así como un dragón menudo custodiando los humores cambiantes de una princesa medieval traspapelada en nuestro siglo; dispongo incluso de motor, control de giro, desmemoria u olvido a voluntad de todo aquello que de alguna forma me incomoda, ¿no es genial?

 




Todo va bien,

todo apunta a que el dolor acaso espere un poco más,

llegará en su lugar la caricia analgésica del aire,

-tened en cuenta la respiración, 

sus devaneos quirúrgicos con esos enemigos

que viven de alquiler en la penumbra sin ventilar de vuestras almas-,

no es necesario que alteréis la rutina de vuestros paseos

por el corazón de la ciudad, pero evitad mirar las tentaciones

que se exhiben en los escaparates, la calvicie de los maniquíes

esclavos de la quimio o las novelas que recurren

desvergonzadamente a los milagros de vidas rescatadas

en el último instante,

todo va a ir bien, 

miremos a las puntas de flecha de las grullas que regresan,

-ellas sabrán por qué-, a estos lugares

donde la leyenda dice que manaba

continuamente leche y miel.



Zona B:

Seguid hablando de eso, no hay que rendirse ni dejar que descanse el asesino de niños que aún no saben lo que es jugar; sólo conocen el horror, en su piel viene tatuada ya la calavera.


miércoles, 28 de febrero de 2024

El libro de recetas lo firmaba un sabio profanador de tumbas prehistóricas; aconsejaba seguir las trochas frecuentadas por los neandertales y los sapiens cuando salían a recolectar; te permitía incluso completar los ingredientes para un guiso antecesor y luego hacer la sobremesa tallando sílex y eructando en aquel idioma insuperable de gestos y miradas

 



Hasta aquí ha llegado,

aún se puede ver la marca de barro y desencanto

que la inundación dejó, las cifras, los diagramas

y las opiniones enfundadas en terciopelo lo atestiguan,

pero la guerra no termina, sigue ardiendo

con su calor de hielo, nos envuelve 

en una nube de apática anestesia

para que aceptemos la derrota con resignada educación,

el gris está de moda, y el azul ha disfrazado

con elegante frac al saurio verde del dinero,

se permite la armoniosa excepción de una maceta

de flores rojas asomada al alféizar

para que los locos y los enamorados del dolor

puedan seguir soltando serenatas

a no se sabe quién.



Zona B:

¿Quién va a decirle ahora al lacayo venido a más que respete las normas, que acerque el estribo a su señor cuando se baje del caballo y quiera caminar civilizadamente por un mundo que ha dejado reducido a escombros?


martes, 27 de febrero de 2024

De un viaje ya lejano me quedó el recuerdo de una isla que se adivinaba en lontananza, borrada casi por la luz algodonosa de la niebla; Isla de las xanas, donde sólo había cabras y un pastor de piedra que con el progreso de la luz parecía moverse y manejar su sombra a voluntad; se decía que nadie arribaba allí, que era mejor mirarla desde lejos y dar por buenas las primeras impresiones

 



Siempre renuncio a ver,

con la imaginación se abrevia y se puede llegar mucho más lejos,

necesito poco, unas monedas

para el pasaje en barco al otro lado,

el impermeable azul que se confunde con el cielo

para que nadie pueda verme allí,

y la pluma caudal de gavilán, por si hubiera algún mensaje

que fuera necesario transcribir con propiedad,

lo intento año tras año, lo repito con devoción

siguiendo paso a paso el protocolo,

hasta llevo al cuello el corazón de gato

ya fosilizado de tanto ir y venir,

nunca ha llegado a suceder la epifanía

pero puedo afirmar que he conseguido

convertir en placer esa costumbre.



Zona B:

En Palestina llueve poco, sólo bombas y crueldad; ay, si fuera fácil reducirlo todo a un juego de ordenador: Ctrl y alguna letra más.

lunes, 26 de febrero de 2024

Cuando empieza a sentirse mal él se refugia en el brocal del pensamiento, deja que su cuerpo se hunda poco a poco en las olitas del endecasílabo y si el mal no remite se refugia en los refajos del soneto hasta que el sueño se hace piedra y todo le da igual; se pondrá el camisón de don Quijote e irá en busca del pelo amarillo de una Dulcinea de maíz, que luego la alquitara transformará en oro bebible

 





Ahora todo es verde,

todo empuja al envoltorio de la corrección,

un pañito de croché planchado a la manera antigua

para tapar miserias,

la botella verde ha regresado 

tras el empuje vertical de una estrategia 

que todo lo convierte en oro, -hasta el oro viste ya de verde-,

llega él con la botella disimulada en una bolsa de papel

en la que incluso cabe el sol y todo el sueño

de los anocheceres solitarios,

en esta casa de cartón hay hornacinas

para que brille el fuego de Dioniso y un bote con narcisos

rescatados del muladar de la inocencia,

se ha apagado la luz y Pepe Hierro

se toma su segundo burbon y empieza a tiritar pensando

en el verdor enfermo de Cantabria.



Zona B:

Palestinos: un latido y enseguida estoy con vosotros, aunque me doy cuanta de que sigo estando lejos, mucho más lejos de lo que creía; ponen muy difícil llegar hasta vosotros y a vosotros no os dejan ni asomar.


domingo, 25 de febrero de 2024

Vive en el borde de la marisma, cada mañana deja su cabaña y avanza sobre el muro de contención para tomar un baño; brazos en cruz, flexiones, algún gesto de coquetería sobre el agua quieta, la gaviotas asisten en silencio al ejercicio, luego el chapuzón y un rostro con el rictus de la infancia que ya apenas recuerda y el mismo ruido de la nana que las olas repiten como si el tiempo no existiera





Conozco un ser que cada día

sube la escalera de caracol para dar cuerda al reloj de las estrellas,

pero no es feliz,

camina por la soledad de un bosque donde el olor de las esporas llena el aire,

disfruta con el libro circular de las arañas que lee en dirección opuesta 

                                                                                       al progreso del sol,

y no es feliz,

escucha el regocijo de los pájaros como el primer anuncio del amanecer

y despierta con el odre del sueño ya vacío,

conoce las entrañas de bronce del latín, la cerámica roja de los griegos

y el sabor resinoso de su vino,

saluda a Horacio y acompaña a Homero como un agradecido lazarillo 

y sin embargo no es feliz.



Zona B:

Que paren de una vez, no son humanos esos soldados articulados con engranajes de robot, si caen heridos sólo sangran el óxido podrido de su odio; además su risa es el ladrido que la inteligencia artificial creó para las hienas.

sábado, 24 de febrero de 2024

Todo lo que allí se muestra es paraíso, lo fugaz, lo eterno, lo que se retarda y parece no querer llegar, lo que se cuela precipitadamente, lo que ni sabe que ha llegado y lo pregunta ¿es aquí? y se queda en el rincón esperando a que el acomodador le asigne sitio, lo que trasmite el altavoz y el hilo musical y el tufo a incienso que hace gotear abiertamente la nariz de los viejos aquejados de alergia hacia sí mismos

 




Apenas ese vaho del olvido,

unas gotas de aerosol en el cristal de la memoria

cuando el poderoso barco revestido de frac y oro discreto

dejó escapar su bramido de cetáceo

y un chirriar de cadenas dejó el ancla arrizada,

los abanicos se alejaron aleteando con un flap flap de terciopelo

y el cielo se rasgó las vestiduras

para dejar al sol un hueco por el que mirar,

ni las gaviotas quisieron despedirse,

todo se quedó con el desorden apacible del alzhéimer

mirando desde el puerto cómo las olas acosaban

con suaves lengüeteos el lado de babor donde se dice

suele alojarse el corazón.



Zona B:

Al final Israel ha decidido proclamarlo en alto: la tierra es nuestra, el aire, el agua y hasta los huesos que reposan bajo siglos de olvido, nos quedamos con todo, pero os dejaremos trabajar para nosotros, con derecho a pan y sal.

viernes, 23 de febrero de 2024

Al parecer a Plinio el viejo le sorprendió el volcán cuando despertaba de su siesta, su cuaderno de notas quedó debajo de él convertido en una indiferente piedra pómez que nada reveló de lo anotado a toda prisa antes de la iluminación final, esa que suele burlarse de nosotros dejando al descubierto el inconfesable objeto de nuestras obsesiones

 



A proyecta su sombra en la pared,

el alma negra de su inocencia maliciosa,

B es una llama que combate esa sombra con su luz,

las dos son ráfagas de tiza, grafiti de muy corta duración

que colonizan tapias y murallas en los arrabales de la historia,

y sin embargo duran, las semillas

de su tenacidad se reproducen como flores 

de una estación perpetua que no atiende

al canon rotativo de la primavera,

obtienen su alimento de la reserva de Perséfone, 

ese nivel freático intermedio entre la trasparencia

del agua subterránea y el rojo sangre de las amapolas.



Zona B:

Paraos a pensar, vecinos de Palestina e Israel, pensemos todos juntos: ¿quién escribirá la historia de ese enfrentamiento?, ¿servirá de algo el escribirla?, ¿habrá un final pacífico que nos permita compartir el sol y el aire? Si no fuera así ¿para qué sirve la guerra y quién saca de ella beneficio?





jueves, 22 de febrero de 2024

Fue inventado el mito para consolación de los mortales; el jazmín y la buganvilla enredaron sus zarcillos en las paredes encaladas de las casas del sur; en las del norte se vio crecer el musgo y en el páramo donde la lluvia era un relato forastero se obligó a la niebla a prolongar jornada hasta casi el mediodía en que el sol venía a dispersarla

 




Me asomo al pozo, 

-como el sol-,

me contemplo en el agua, 

-lo mismo que Narciso-,

enfilo ese prismático alargado de la profundidad

y sólo obtengo imágenes temblonas, o acaso sean ecos 

de lo que la imaginación quisiera ver,

el mundo se dispone en varias capas de espesura,

hasta qué nivel vas a llegar, será bastante

con sentirse rozado por el agua y dejar que muera

esa ficción de amor y de armonía 

de que enfermó Narciso?

hasta aquí desciende la energía de la juventud 

y de aquí sube el vaho resonante de la edad madura

para condensarse tembloroso

como la gota de un vulgar catarro

en la punta enrojecida de la nariz.



Zona B:

Palestinos: Alguien pintó un cero sobre vuestras cabezas, señalándoos para el sacrificio, pero el humo y el polvo no dejaban ver el objetivo y la muerte cayó sobre vosotros con la imprevisión de un aguacero.

miércoles, 21 de febrero de 2024

El portal recién fregado mojó las ruedas del carro de la compra; al salir a la calle fue marcando huella mientras duraba la humedad; un perro me siguió, luego otro y otro, alegres porque alguien les marcaba un camino, pero cuando las ruedas se secaron desapareció el camino y los perros se quedaron quietos como esas viejas porcelanas que llenan de tristeza el zaguán de las casas

 




Eso que hace la carne

cuando decide emanciparse

y se agrupa o se expande y sube

como la espuma o el fermento del pan

abriendo un paréntesis breve en eso

que unos llaman biología y otros

magia cotidiana para pobres, 

consiste en levantar seres tan dúctiles 

como un metal, maleables como el viento

que cabe en cualquier parte,

eso tan natural o milagroso ocurre

y nosotros lo disfrutamos y a veces

lo soportamos con dolor.



Zona B:

Tras varias analíticas sólo es posible una dura conclusión: tu cáncer no es curable, Gaza, salvo que sea corregida la degradación genética que altera tu ADN. Tratemos de evitar una metástasis.


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martes, 20 de febrero de 2024

Esto que veis aquí pintado en la pared parece que tuviera vida, pero no es así, la vida nunca adopta a pleno modo ese vergonzante color sepia, ni se muestra abatida bajo el insuperable peso de la culpa; no es así, la culpa es posterior y es resultado de una herencia dolorosa que dejó una cicatriz escarificada en nuestra frente y nos hace pensar de esta manera tan oscura; la vida no se exhibe en los museos

 




Egon Schiele resumió

y entregó a dios resuelto el acertijo de las tentaciones,

unas tablas de mármol decoradas

con la oscura obscenidad de su perplejo imaginario,

y acertó, por lo visto, componiendo

una apretada fórmula de miedos y de asombros

mirándose al espejo, el hambre,

la desnudez y la miseria natural del ser humano,

todo junto a los pies del fatigado creador,

el modelo no ha sido mejorado, tal vez porque el ingenio

del diletante muñidor de cosas quedó yermo

ante aquella blasfemia pronunciada

en el modo menor de la armonía.



Zona B:

Palestinos: si aún tenéis acceso a Google maps buscad la ubicación exacta de la pentápolis citada por la biblia hebrea y huid en esa dirección; tal vez el daño que encontréis allí sea menor que el que os causa el asesino de Israel.

lunes, 19 de febrero de 2024

Qué fue lo que dijo o intentó decir, dando por cierto que de verdad quisiera decir algo; discrepan favorables y contrarios al ponderar vestigios, pero los traductores se pelean entre sí tirando de hilos que podrían ser tan sólo restos del sudario con que le dieron tierra en "los poblados", un lugar fronterizo con la nada donde ni los zorros se avenían a cazar.

 



Él estuvo allí,

algunos le recuerdan flotando sobre el agua

lo mismo que un nenúfar, 

muy rara vez un remolino de fiebre y sobresalto

le hacía desaparecer, se hundía entre los limos

o se alzaba en forma de vapor y se perdía entre las nubes,

por las mañanas adoptaba esa quietud aérea del granito

para servir de pedestal al canto de los pájaros,

con los arrendajos recordaba 

el chirrido de la madera del telar, 

cuando su madre entrecruzaba el lino de su sufrimiento

con la urdimbre gris del porvenir nublado,

pero con los años la charca se secó

y todo volvió al silencio del principio.



Zona B:

Produce cierta indignación que las epopeyas sólo ofrezcan reposo al desterrado tras un periplo agotador por las afueras de lo que se llama espacio humanizable. A los palestinos sólo les queda el mar o el aire o refugiarse en la caverna de Platón, tan alejada de ellos.


domingo, 18 de febrero de 2024

Una sola voz para un solo mensaje, que nadie quiera repetir con ecos turbios lo que sonó una vez entre las piedras, pulimentado por el viento y libre de adherencias; basta ya de sagradas escrituras si la salud de nuestras almas de metal ha de cubrirse de óxido entre vapores de respiraciones ácidas, y olor a col recalentada en alquitaras de dudosa alquimia





Sencillamente muerto

o hecho de fragmentos aburridos de vivir,

las epopeyas hablan de pináculos,

que se elevan al aire para desvelarnos

el origen del miedo, siempre

que un pueblo se decide a emprender camino 

suena arriba una voz o un cuerno de registro barítono  

subido al pedestal de un súbito poder,

anuncia que el dios nace y a su pueblo

le florecen las ganas de reír, aunque por dentro llore,

los profetas son eso, voceadores que invocan

los lodos del futuro, nunca se fían de los dioses

y suelen proclamar en el desierto

el proceso de su iluminación para que luego

la exégesis no altere la dirección de sus anuncios,

ellos saben de oídas cómo nacen los dioses, 

pero quieren verlos crecer, ser preceptores

de su quebrada voz adolescente.



Zona B:

Palestinos: si Putin os convoca en son de paz, salid corriendo en dirección al mar; mejor eso que un destino de humillación y servidumbre. Ya tenéis verdugo suficiente en Israel.

sábado, 17 de febrero de 2024

Los pasos en el bosque de las hayas suenan con ecos de catedral, se ven las diagonales del incienso que las hojas levantan al pudrirse y un regocijo de gusanos se adivina debajo, muy muy cerca de los calores fermentados por la leyenda del infierno, pero vendrá algún druida con un manojo de mandrágora y aspergeará a los trasgos, ángeles y demonios para tener la fiesta en paz

 




Vuelvo aquí ramoneando

como las cabras dulces que costean

los acantilados de mi sueño, subo

a su nivel y observo entre las brumas bajas

que las flores de mayo han regresado

de la mano sutil de la memoria,

me acompaña también el sabio gesto

de un mastín de granito que atesora

siglos de vigilancia en torno al humo

que dejan los rebaños cuando el fuego

del lobo se reaviva con la brisa del hambre,

suena el caramillo de un pastor y el alma

se serena y viste esa zamarra

de rocío temprano y luz no usada

que dejara fray Luis en homenaje

al silencio sonoro de Salinas.



Zona B:

Ellos ponen la fuerza de las armas, Putin, Netanyahu y los demás; nosotros pondremos nuestra sangre, ya que nuestra voz se queda en nada ante el estruendo de las bombas.

viernes, 16 de febrero de 2024

El sordomudo cierra las ventanas en pleno agosto, no quiere saber de brisas o de aires exteriores que refresquen la cal de la pared, se mira las manos agrietadas, se da crema solar y se retira al interior oscuro a recrearse con el sonido oculto de la voz que sigue estando ahí, en el calor de sus entretelas; él nunca olvidará las playas donde los abecedarios se formaron en el roce continuo de las olas contra la realidad bravía de las cosas sin nombre conocido

                                                

                                               

                                          Si fuéramos capaces de frenar la patulea de anglicismos

                                          innecesarios tal vez nos entenderíamos al hablar




Dejo aquí mi apuesta

por las palabras, su sonido floral que sobrevuela

como los moscardones la penumbra, se entremezcla 

con la entonación nasal y sale

por la ventana, tembloroso, como contagiado

por la vibración de la armónica de Dylan,

fijaos, yo no he dicho window, 

ni he buscado en el diccionario la traducción esclava

de moscardón o de nasal o de penumbra,

si acaso imaginé catarro y cold sonó como una tos británica,

como campana amortiguada por la nieve,

mejor que el sol siga en su sitio, arriba, derramando

su don claudiorodríguez en este idioma

y que la moon se asome por el sur atravesada

por la silueta de un flamenco

sobre las marismas de Doñana.



Zona B:

De nada sirve comparar dolores, Níobe lloró la muerte de sus hijos, Casandra vertió lágrimas por los troyanos que se creían inmortales; nuestras lágrimas de hoy son sólo nuestras y el dolor sigue siendo el mismo: "atentite et videte si est dolor sicut dolor meus".



jueves, 15 de febrero de 2024

Estos son los vicios inocentes de un viejo cortador de flores que ahora se conforma con la memoria del olor y la contemplación del jarrón vacío; hace tiempo aceptó que el paisaje sigue estando fuera, aunque eso signifique convivir con la pequeña desolación de un cuarto sin adornos ni aromas

 




Todo está bien,

a gusto y en paz consigo mismo bajo la luz del día,

tú que miras y percibes la predilección de la costumbre 

por un desorden apaciguado de las cosas

acaso no comprendas esta quietud en la mirada

que ni siquiera aspira al grado cómico de euforia

y se conforma con la tranquila digestión del aire,

tal vez echas de menos algo más, añadido al dicho de Pessoa, 

sabio es aquel que, -procul, desde un discreto lateral-, 

se conforma con el espectáculo del mundo, 

pero nosotros hemos de seguir

el curso original del agua hasta más allá de Horacio

y después de beber a morro y refrescarnos 

aceptar que esta sed nunca se sacia.



Zona B:

Dante no pudo imaginar más círculos para darnos una idea codificada del infierno, tuvieron que venir los "herederos" de no se sabe qué a mostraron su particular infierno, una turística visita a la franja de Gaza, para hacernos ver que es algo más horroroso todavía.



miércoles, 14 de febrero de 2024

Quizá los ciervos y los zorros se sorprenderían si le vieran merodeando la fuente sin beber, sin acercarse a comprobar huellas y marcas de olor o vedijas de pelo en las horquillas del brezal; pero él ni quiere hacerse el invisible ni busca el contraluz del viento, sólo rememorar la sensación de dolor físico cuando la inmovilidad de las esperas se convierte en granito y no hace falta ni buscar refugio contra el sol

 




El viejo cazador señala en el cuaderno

la perdiz esbozada con tizón menudo,

sus dedos acarician con artrítica torpeza el ejercicio

de campo que en su día debió finalizar 

pero por algún motivo dejó a medias,

su mirada parece querer parar el tiempo

no para cazar de nuevo 

sino para rogarle a la perdiz una última pose, 

(le intriga la quietud de sus ojos de esfinge, 

la literalidad tan despeinada de su vuelo, 

y el no conocer nunca hacia dónde le impulsará la brisa, 

-y quisiera saberlo-,)

él sólo reconoce que olvidó completar algún detalle

cuando precipitadamente hubo de dejar papel y carboncillo

para apuntar con la escopeta al vuelo sorpresivo

que le entraba a contraluz por el oeste.



Zona B:

Hoy va de cacería y no estará de más que señalemos a quienes proporcionan armas y munición al cazador del animal humano -(¡hay que ver!)- y miran sin mirar hacia otro lado, silbando como niños, para espantar el miedo.


martes, 13 de febrero de 2024

Coincidió la gran protesta con la función menor de algunos cómicos instalados en la acera de la transidumbre; los textos de unos se confundieron con las consignas de los otros y el estupor se derramó como una tinta antigua por el asfalto virginal de la ciudad; hasta el alcalde, tan piadoso y comedido de por sí, hubo de arremangarse y contribuyó en lo suyo a adecentar el suelo mancillado por el decir sectario de unos pocos

 




Este es el signo agreste del tenorio

desempolvado aquí sobre las tablas

ingratas del teatro, duele

el zapateado involuntario de unos sueños

disfrazados de actor que no dejan oír las iras quietas

de quienes han sido agraviados por el instinto ciego,

en los tejados de la vecindad se escucha

el maullido en celo de los gatos, un entremés

que todavía se tolera sin rechistar 

como si fuera un débito arraigado en la costumbre,

alguien que tose

desde el fondo del patio de butacas viene al rescate,

se inclina reverente y suplica perdón al respetable,

cualquier cosa

se hace valer como argumento 

para equilibrar una función que se contempla

con asombro a sí misma,

pero nadie al terminar se ha dado cuenta

de que no ha habido aplausos

y que el telón aún sigue levantado.



Zona B:

Volad, palomas, con la rama de olivo como escudo, no os protegerá contra el furor del asesino, pero vuestras plumas enlodadas de sangre servirán al juez para dictar una sentencia tan tardía que ya de nada servirá, salvo para enturbiar aún más nuestra memoria.

lunes, 12 de febrero de 2024

"Emprendo la tarea (imposible, si es que hay algo imposible) de racionalizar, interpretar, reconstruir y desandar aquellas fábulas y hechizos que gracias a ti fueron realidad", pero te advierto que mi tenacidad ya no es la misma y que a veces me he quedado dormido cuando debiera vigilar, tomando cualquier cosa por auténtica sin llegar a morder la legalidad de su metal

                                                                      (") José Hierro. Cuaderno de Nueva York





He de admitir que hubo días mejores 

que estas albas de candil y escarcha,

yo soportaba el frío

porque tú  me anunciabas

el calor humedecido de tus termas,

quizá sólo un vapor de azufre coronando

mi estremecida incredulidad, -lo suficiente-,

ya sabes que la fe no ha sido ni será mi fuerte

y aunque acabe creyéndote será a los hechos

a los que me rinda, no a la promesa

de algo que está siempre a punto de llegar

pero que nunca llega.



Zona B:

ISRAELÍES: Aquellos acabarán enviándoos despojos, estos os despojarán y con la acción de unos y otros vuestra realidad será cada vez más pobre.  

domingo, 11 de febrero de 2024

Ya en los años secos hube de recurrir a la visión aérea para poder ponerle algún reparo al creador que presumía de ingeniero racional sobre un paisaje de latifundios caprichosos donde el color no siempre estaba bien dispuesto y las acequias se mostraban como heridas innecesarias cruzando el amarillo de los prados; tal vez su fantasía se agotó con el trabajo a medias

 





Un picado turbulento,

acaso sea el embudo de la gravedad

o la succión del suelo que se acerca vertiginosamente,

un sonido helicoidal muy parecido al rizado

que luce la espiral del adn, igualando el final con el principio,

también el aire puede enfermar, se oxida

contra la chapa de aluminio y tiembla igual que alguien con miedo,

no sólo el águila prescribe unos principios de navegación,

normas de vuelo incompatibles con el exceso de velocidad,

y esta hará que nuestros ojos

no puedan evaluar la redondez de algo tan plano

como un mapa escolar a dos colores.



Zona B:

ISARAELÍES: ¿os habéis parado a pensar en qué entretendrá sus pulsiones asesinas el gran verdugo cuando ya no queden palestinos que masacrar? 

 

sábado, 10 de febrero de 2024

Hay un agujero en la madera seca, delicadamente redondeado, fruto de la percusión artesanal de una lengua de pájaro, el carpintero de cabeza púrpura y plumaje oscuro, se posa con furor, apoya en diagonal la cola y en sus garras hay verdadera decisión, esculpe un ataúd para que la vida continúe y al menor peligro lanza su grito como el izado reidor de una cadena de ancla, pero el barco no se va

 




Ahora ya sólo me asomo a la ventana,

han lavado el cristal, entonces no llovía,

se posaban las palomas en el alféizar

y escribían blasfemias e impudicias, 

ahora no, ahora llueve y el temporal arrastra 

unas nubes de trapo, queda la alta torre, 

esa babel particular que me impide conversar con los pinos, 

suena bien el aire aquí pero hace frío, 

las mantas no lo tapan todo, dejan los pies al aire

como en los días de hospital,

ahora sólo miro, hay migas en la mesa, 

el pan duro del tiempo que se va secando,

podría conocer el veredicto sin leer pero me pregunto

cómo será ese día, el que alguien borró del calendario,

sin mí, sin la ventana, con las mantas 

puestas al sol a ventilar, con la terraza atestada de palomas,

tan llena de excrementos que me harán cagarme 

figuradamente en su linaje.



Zona B:

ISRAELÍES, no pongáis en manos del zagal que pastorea la honda del agravio, no repitáis en contra vuestra la leyenda del gigante abatido por una sola piedra.


viernes, 9 de febrero de 2024

Él siempre vuelve, su carcasa, su espesor, nunca regresará la savia de su primitiva luz, se cree que aún le vela una llamita de luciérnaga, el verdor de una clorofila sin objeto, su ideología agusanada, los quebrantos de un altar de estuco que siempre quiso parecerse al mármol pero no tenía venas de color ni sangre verdadera para que la gente lo tomara por un semejante; él, Ezra Pound, el apreciado botarate

 




Él se definió como un nativo

sin lugar de origen conocido,

en la Toscana descubrió el cadáver de la luz 

y lo veló como si fuera el de su propia madre,

su lengua estuvo en alquiler durante lustros,

traducida a tramos de silencio y vertida a moldes

de ceniza y arena, como el mortero 

de los frescos de un renacimiento marginal,

guardó prodigios naturales en cántaras de barro

y cuando el tiempo las desbarató

las almas prodigiosas regresaron con naturalidad

al seno de la tierra donde acabaron convirtiéndose 

en rabiosa arqueología aún por descubrir, 

bebió venenos, comulgó con fuegos y recibió en herencia

la espléndida halitosis de la contradicción, 

la gran blasfemia de sus cantos 

sacados del infierno teatral de Dante, 

y aunque dura, se irá muriendo poco a poco

de exquisito aburrimiento, 

el mismo que susurra a los suicidas.



Zona B:

ISRAELÍES: dejad sin voz a ese corrupto sanguinario que os gobierna  y volved la mirada hacia el dolor de un pueblo que ha heredado el sufrimiento que antes estuvo entre vosotros.