viernes, 22 de marzo de 2024

Dejó abierta la ventana, se fue cantando con los últimos días de este mes, aún se oyen sus pisadas mezcladas con el tarareo nasal de un yesterday anfibio; poned la mano aquí, sobre la piel poblada de pequeños volcanes en erupción y escuchad a Judas iniciando la anábasis de la mano de Rice y Lloyd Weber

 




Pudiera haber nacido como flor unida a tallo, 

como piedra desalojada de cantera, como chorro de agua

asomándose al musgo de la fuente,

se oyó decir escuetamente: nacerá, y el aire

lo trasmitió como profecía.

una primavera gris desalentada por la niebla

buscaba un nombre para ella, para él, 

será un grumo de lanilla color canela

aupado sobre el altar de unas patas altas,

ha de seguir el aroma de su madre con ojos asombrados,

no confundir otros olores con el de la quietud, 

no ser por un momento, abandonarse al abandono, 

sobrevolar el mimetismo de una fotografía 

y despistar al rondador que llega con el viento de cola, 

muy preocupado por interpretar huellas dormidas.



Zona B:

Ahora viene alguien a decir con voz artificial: recordad, son los niños de Winton, pasan hambre y frío, debemos evitarles el infierno. Pues bien, sus herederos han cambiado su papel por el de verdugos con los niños de Gaza.

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