A Jesús Carrasco
No sé hacerlo
y sin embargo lo hago,
esa viruta redundante,
el desperdicio del material con que trabajo
van formando pirámide, me alfombran el cansancio
y hacen más aromático el café,
leo en las entrañas del objeto sometido
a cirugía reformista, intento administrar la medicina
sobre el tejido enfermo igual que hacen los médicos
con el revés sobrevenido, algún dolor de la pared con humedades,
una baldosa desprendida o la gota de lluvia
que busca alojamiento en la decrepitud de mi tejado,
mis manos pactan en complicidad con la herramienta
una prórroga amable de la vida
de todo aquello que envejece.
En lo más pequeño de la timidez, ahí está el descaso.
Zona B:
En Gaza apenas queda infancia, dentro de poco no habrá vejez y si miras más lejos no habrá rastro de vida. Israel se ha construido sobre un montón de escombros y de huesos.
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