viernes, 31 de mayo de 2019
El vaho silencioso
¿Es la memoria un escondite?
tantas cosas guardadas
en un lugar que no recuerdas
mientras el hueco resplandece
en tu pasado como
una nube repujada de sol en las orillas,
qué amapolo mundo el corazón
tan aupado en el fuego, riguroso
con la temperatura y siempre
marcando el ritmo del lugar,
allí por donde pases deja
memoria aunque sin firma, ella
te rescatará cuando se pierda
en recovecos la mirada, ella
traducirá los signos extranjeros
para que no se pierda nada.
jueves, 30 de mayo de 2019
Sensaciones que hacen salivar
Teníamos un huerto en las afueras
donde sonaba el río, su delgadez subida
a las mimbreras de salguera albar,
tiempo después sigo escuchando
su rumor traducido, fruto
de iluminaciones aportadas
por la luz del carburo,
éramos tan sólo sombras y subíamos
con el sol a los muros blancos,
liberadas de peso y ya sin calendario
al que arrancar las hojas verdes
con que preparar una ensalada.
miércoles, 29 de mayo de 2019
En la sala de espera
Sigue latiendo
ese segundo corazón infecto de la herida,
las cosas pasan
con fatiga y dolor
por su observador ojo de aguja,
te duele el aire que respiras,
los pensamientos que coronan
de espinas tu cabeza,
y el médico te dice
que digas treintaytres como si fuera
una apuesta a la baja frente al número
real de tus problemas.
martes, 28 de mayo de 2019
Al lado izquierdo, esa pintura
Sin sentirlo apenas ha llegado
este desconsuelo, algo con plumas, leve,
dando saltos cortos e inconstantes como gorrión
pero en un sitio que no le corresponde,
piensas: cómo dejar atrás esa presencia
sin desgarrar la seda arcana
de todo encuentro,
vives una emoción sin puertas y prefieres
que el viento pase sin llamar, que nadie
se quede demasiado tiempo
en tu tebaida marginal,
tú en tu cueva igual que un san onofre
que mira temeroso la llamarada oscura
de unas alas de cuervo
trayendo la noticia del final del mundo
en la miga mohosa de un trozo de pan.
lunes, 27 de mayo de 2019
Un país rodeado de tapial
Imagino los puños chamuscados de la camisa de Alonso Quijano tras intentar rescatar de las llamas alguno de los libros que sus deudos arrojaron a la hoguera.
El sucio sufrimiento del hidalgo castigado en su dignidad por un amor tan torpe que confunde sensatez con sometimiento.
Qué decir de tal inquisición y de ese olor a pelo quemado que siempre flota sobre nuestras conciencias y que algunos visitantes extranjeros del pasado creyeron ver como una de nuestras señas de identidad.
Lo malo es que hemos aprendido poca cosa desde entonces.
domingo, 26 de mayo de 2019
Bajar con precaución
Cuando vuelves atrás
a veces falta un escalón,
el aire tenso
en el teclado de la balaustrada,
bajas con precaución, escuchas
la leñosa advertencia de la escalera,
oscuridad y telarañas sobre la piel,
tu agrario espíritu arranca hierbas amargas
y la memoria musical
estremecida de repente
hace regresar las notas agrias
de una envejecida copla
como una tabla
de multiplicar que suelta
avispas retenidas desde entonces
o números que nadie supo deletrear
y restan algo
de fidelidad a los recuerdos.
sábado, 25 de mayo de 2019
Maquillar el cansancio
Como siempre, al regreso,
encontramos enfrente
ese silencio tan pesado, la ignorancia
practicada con aplicación
sobre cualquier mensaje
que se atreva a envolverse
en los algodones de la duda,
pero iremos tan lejos
como alcance la palabra
no silenciada aún,
que no hay meta
ni voluntad de coronarla.
viernes, 24 de mayo de 2019
No le sobran boyas a la red
Sigo pensando
que lo blanco y lo negro
se dan la mano.
El lomo enseña
lo que el libro no cree
letra pequeña.
Cada semana
recorre siete días
y no se cansa.
Qué coincidencia,
lo obvio rima siempre
con evidencia.
Vivir la vida:
dar pan a los gorriones
todos los días.
Boca cerrada,
pero que incluso abierta
no diga nada.
Negro horizonte
con el toro de Osborne
echado al monte.
Pobre Quevedo,
él señalaba a España,
vimos el dedo.
jueves, 23 de mayo de 2019
Interpretación del sufrimiento
Cogido por las puntas
como un rectangular lienzo verónico,
en él apenas
se pregona el perfil apócrifo y ensangrentado
de un rápido sudor a consecuencia de la prisa
ingobernable de la imaginación,
su no reconocible miedo o el torpe gesto
de quien le grita al aire:
ese no soy yo o no bastante
para confiar en la mirada,
sin embargo algo de cierto había,
una bufanda de piedad alzando el frío
hasta los alcores de un paisaje
trágico o proclive a la tristeza,
nadie de los amigos ha ayudado
a coronar el promontorio
donde la soledad se emplaza
entre maderos candorosos
que harán más tarde de picota.
miércoles, 22 de mayo de 2019
La voz en plaza porticada
Los soportales de la plaza
enfrentando permanencia a derrumbe,
sólo pensar en esa
congregación de piedras bien labradas
dando pie a la madera, reforzando
su naturaleza vertical o su tendencia
a dar sombra y cobijo
alza el ánimo,
y esa investidura
hasta columna familiar lustrada
de conversación y ceremonia pone
el grito en el techo, circundado
por la polilla que transmite
ciega antigüedad hasta quemarse
en ordalía silenciosa
para que la historia permanezca,
y no es arquitectura, no, es arte
vegetativo y coloquial nacido
de la voluntad de conocerse.
martes, 21 de mayo de 2019
Nunca en la calle principal
Bendita sea la rosa elemental
que atrae la plaga del pulgón
que atrae a la esforzada mariquita
que atrae al tiempo fértil
en colores festivos, que abre
las páginas del día laborable
con olor a café y tinta de imprenta
bendito ese registro de lectura
que interrumpió la taquicardia
de la avalancha de caballos,
la letra capital de la mañana
entre zarzas y escobas,
la seda de la brisa desgarrada
por el piar de los gorriones,
bendito sea el chirrido
de los vencejos y la invasión de las hormigas,
y el latido del cuco y la insistencia
del claxon del frutero pregonando
semillas de un lejano paraíso.
Luego, dar al play.
lunes, 20 de mayo de 2019
Un recuento superficial de hierbas
Ya sólo tú me quedas, verde,
ni amapola ni malva suben
por el ribazo, quieta
la alondra que dictaba
unos versículos cogidos
a voleo en la escuela,
ahora es tiempo de cerezas
y ni siquiera el vino
con su rubí nacido en la solapa
puede competir con la crecida
del verde muro,
se te ahoga el pensar
de tanto estanque en la mirada,
abajo queda
la indumentaria gris de los inviernos,
que te has hecho mayor y llamas verde
a todo lo que brilla
como cristal en la memoria.
domingo, 19 de mayo de 2019
En láminas de acero y sol
Es el momento sacro de las doce
con el fanal de las campanas
derrochando la luz a pleno día
unos vencejos invencibles
tensan el tirabuzón de la liturgia
en el cielo sin nubes
así es el tiempo florecido, como un hongo
verdoso o blanquecino que quisiera
embalsamar la muerte de las horas
y ella sola se libra, mientras flota
partida en dos por esa crencha divisoria
del mediodía con vermú y azules,
con su lentitud tan animal
con una poderosa zoología
capaz de humanizar el tiempo.
sábado, 18 de mayo de 2019
Sorprendente la vejez del fuego
Este es el recado de la memoria
sobre lo que dijo la pasión cuando empezaban
sus ardores de antesala: el mundo no está ahí
no hay nada fuera
del alma dúctil de esta carne, de esta
feroz licantropía que confunde
cualquier lenguaje con balido
-la eternidad es un instante
de hipnótica vigencia
fijado a la pared con clavos vivos-
va haciéndose más lento, las llamas
queman sarmientos de facundia fácil
o le copian al sol sus fervorines
de crepúsculo enfermo
y la percha
de la costumbre vuelve
a lucir con sus mejores galas.
viernes, 17 de mayo de 2019
Un lunar
Ese lugar
que no es siquiera un sitio
que va a la contra de lo que luna es y de ella nace
arraigo de colores inicuamente silenciados
también ellos en silencio
como la sombra de una nube
sobre el soleado páramo de una estirpe dudosa
que es blasfemia impropia contra
la ortodoxia tópica del blanco
radiografiado del revés
-y qué decir de la animal afrenta
del hirsutismo hereje,
que llanto
y sólo llanto ha de traer-
dejemos
en el aire siquiera ese color
como asechanza de mestizaje no violento
o como subversiva recurrencia
a dioses y alimañas salpicados de color oscuro.
jueves, 16 de mayo de 2019
Claras muescas en las cachas
Lo mismo que hace una navaja ociosa
en la rama verde,
cualquier adorno tiembla
frente al filo, luego
la servidumbre del tatuaje
ciega la vida de la piel que toma
aspecto de costurón y herida
para acogerse a la anestesia.
No intentes
dar sentido al mundo
poniéndolo al trasluz
de cristales gastados,
los ojos nunca lo verán
pero darán un tono rojo al escenario
donde se desarrolla una comedia
tan ingenua como catastrófica.
miércoles, 15 de mayo de 2019
Esa madera del final
Esa madera
que junto a ti respira,
que a veces tiene hojas y murmura disconformidad
y deja anidar a la música en sus ramas
y hacia el otoño sufre
una alopecia triste que la deja
desnuda a la intemperie,
esa madera que cae al agua y flota
y es vendida en el circo de la esclavitud
y puede convertirse en hoguera o potro
de tortura mercenaria,
esa que poco a poco enmudece y se hace piedra,
se duerme y fosiliza en la costumbre
y de repente te hace ver
que ya no ama la parte blanda de la vida
y cae y se deshace
como una ceniza anticipada.
Esa madera del final.
martes, 14 de mayo de 2019
Espacios que parecen alargarse
Abusa del fragor
ahora que dominas el aullido
lejano de los lobos,
emplea la mentira
del metal percutido, la bonanza
del eco por el valle, la eficacia
desgarradora del disparo
para llegar hasta la cumbre,
pero cuando te detengas
a descansar no dejes
de escuchar ese sonido
que convoca a concejo
a una desunida vecindad.
lunes, 13 de mayo de 2019
Medallón de piedra con estrías
Las almas circulares
de los laberintos tienen
un color enfermo, acaso producido
por la perplejidad eterna
de quien mira a su interior como a un ombligo
o por el vértigo acumulado
en la permanente búsqueda
de una mínima quiebra cenital
siempre el albero conservó las huellas
de mitologías familiares
las de unos pies descalzos
que quisieron volar como las aves
y dejaron en láminas de cera
el rudimento de la navegación,
nos hablan
de altura insuficiente, de unas plumas
que no escribieron epopeyas pero dieron
a la leyenda algún motivo
para homenajear tanto fracaso.
domingo, 12 de mayo de 2019
No sólo es emitir sonidos
Nos vemos,
esa es la manera
de despedirse de quienes fabrican
barcos de papel,
no se permite
al intrépido náufrago colgarse
de la borda escorada
peligrosamente hacia el vacío,
y tú
¿qué tope le pones a la carga
antes de dejar que se hunda
por rigor esa piedra
que sólo en apariencia flota?
sábado, 11 de mayo de 2019
En la corteza la raya de la vida
El que pinta el mundo
no ve el mundo
el que escucha su voz
no oye su voz
el que lo palpa sólo nota
una muda aspereza
por eso
cuando hablamos del mundo
hablamos siempre
de algo desconocido
a pesar de todo
nunca debemos olvidar su nombre.
Zona B
A propósito de la última entrada en el blog de Alvaro Valverde:
Siempre tuve en mente una queja similar, huir de toda loa innecesaria, sea porque lo excelente no precisa de alabanza o porque lo malo no se la merece. La dinámica de los premios, una vez puesta en marcha, genera una fanfarria tan mentirosa que sólo la honradez lectora es capaz de detener.
Sin embargo noto cierta indecisión, retórica lo llama, a la hora de denunciar. Los vicios deben ponerse de manifiesto con claridad, sin recurrir a irónicas maneras que pudieran hacer entender otra cosa a los lectores menos avisados.
Ya sé que quien se mueve en este río de las letras corre el riesgo de ser arrastrado por la corriente más sonora. De ahí ese recurso a agarrarse a los hierbajos de la orilla hasta que se apacigüe la tumultuosa crecida.
Qué bueno sería llegar a la poesía anónima. Al fin y al cabo el poema es una brisa que pasa y el poeta sólo el que acierta a respirarla.
viernes, 10 de mayo de 2019
Que el caballo nunca note el freno
Para asomarse al mundo
una ventana lúcida
asomarse a mirar, cerrar los ojos
a lo evidente: eso
no necesita ojos abiertos
para comprender al mundo
hay que dividirlo
en golpes de mirada
las motas de polvo
no hablan el mismo idioma que la tierra
pero entre si se entienden
para gozar del mundo
leer en sus entrañas
como en los posos del café
el azar es el alma
de lo que permanece.
jueves, 9 de mayo de 2019
El ámbar flotante de caribdis
Cuando una música color marfil
creada para algún regreso
coge altura y rellena huecos
como la mejor miga de pan y toda
la pared se vuelve lisa,
algo perfumada de leyenda,
plena de simétrica armonía
y, aunque engañosa, lista
para transportarnos al sobrado
sin peligro de desfallecer
esa, esa es la música
calafateada de betunes de olor acre
escuchada al azar en arrecifes
de coliflor flotante entre reflejos
de plata y cobre como dicen
los galeotes que sonaba
en rítmico latir del latigazo,
esa sólo
un paralizado ulises la escuchó.
miércoles, 8 de mayo de 2019
Ciencias de encerado musical
De la figuras geométricas
amo sobre todo el hermetismo
del icosaedro regular, tan trinitario y puro
como el pensamiento de los ángulos
que aún no van a la escuela
su faz se cierra con todas las preguntas dentro
sin dar opciones a la ciencia
de atacar el desnudo de la certeza melindrosa,
a eso llaman
curarse en salud, le ponen
contra la pared y dictan
su proyección con tiza en la pizarra
sin someterse al freno de la perspectiva
Pero me queda la sospecha
de que ecuaciones de esta laya
podrían dejar en entredicho la inocencia
de esas uniones morganáticas
entre líneas ociosas, con los ángulos
llenos de pelusilla sin barrer
y el rey sin nadie que le sirva.
martes, 7 de mayo de 2019
Licencia temporal a los relojes
Con el sol de junio vuelve
a adquirir su peso el día, nada
de indecisión o floritura
en la curva acechante de las doce
pese a la exactitud de la cigüeña
siempre puede haber unos minutos
de desconexión buscando
similitud entre sonidos
que ocurren a la vez
brilla una costra dura sobre el alma
vermicular de algunas horas y amanece
por segunda vez cuando terminan
de sonar las campanas del reloj
el rito se repite y los colores
se extienden por un mapa vacío
las veinticuatro
ventanas circulares del palomar ardiendo
sin percibir apenas esa merma
progresiva de luz tras el parón del equinoccio.
lunes, 6 de mayo de 2019
Blog de Álvaro Valverde: Próxima parada: el Reino de León
Blog de Álvaro Valverde: Próxima parada: el Reino de León: Sí, lo reitero: he tenido mucha suerte con el "siroco". Por sus lectores. Los conocidos y los que n...
Siglos y siglos repitiéndolo
En su mirada una cuestión inagotable,
la arrugada tensión del entrecejo
pensando en algo incómodo, cuello
de la camisa abotonado y la chaqueta
abierta como interrogando
los llamaron tiempos difíciles
y el escurrido calendario
colgaba la dificultad en cada hoja
para que nadie se perdiera
en el laberinto de la ensoñación
rebaños cíclicos volvían
a los corrales del invierno ciegos
de resplandor y nieve, el hambre intacta
aunque amansada
por la esperanza de calor
subía
por el terreno esa primavera
de lobo y flor, sonaba
en el aire la canción políglota del cuerno
y volvía a encenderse por el este
una promesa malva.
domingo, 5 de mayo de 2019
"A la vez quieto y en marcha"
(Homenaje a Ringo, casi tan antiguo como Argos,
pero más sabio, porque intuye que su dueño
nunca regresará a Ítaca.)
Cuando el perro llega al borde
fabulador del río bebe y corre
desoyendo
al cocodrilo de la realidad,
él sabe rescatar de la basura
una de esas instantáneas
naturalezas muertas de morandi
o un recosido desgarrón del alma
fogosa de millares,
más allá de esos límites
no hay valor que resista
a las distintas formas de su sed,
ha aprendido
de los ojos del puente
a mirar sin ansia el aluvión,
la opulenta matriz de la indigencia.
sábado, 4 de mayo de 2019
En la vieja piel de un pergamino
Tan largo fue el vagabundeo
por la escalera mística
que dí con la raíz alta del muérdago,
su veneno colgante y silbador
venido de serpiente
con un adorno de leyenda y una
venganza prisionera de las ramas
a las que se abrazaba
nadie pudo
sustraerse a su magia, ni los frutos
a medio colorear ni los lacayos
angélicos de espada balbuciente
ni el grifo alado que comprueba
la lista de invitados,
-todos sufriendo la metamorfosis
de los nacidos huérfanos-
así lo manifiestan
los etílicos versos de un aéreo
juan de yepes enhebrado
al prodigio invisible del sedal
donde duermen las perlas.
viernes, 3 de mayo de 2019
Se intuye en la pintura de Cezanne
No es la luz lo que pretendo
en esta tibia madrugada
de junio, vuela
como una pájaro libre
la brisa indefinida
que ni se ve ni se calibra, tiene
la finura de piel de las cerezas
y su dulzor oscuro, hijo
de una sangre que no nace de herida,
vuela
a cortos tramos el gorrión y el aire
se entrecorta o se curva
entre el tendal de las acacias,
algo
muy secreto y menudo se estremece
en la columna vertebral
y en el ojo de pez del horizonte
el vuelo militar de los vencejos
simula un alocado cataclismo.
Todo entre el azul y el malva.
jueves, 2 de mayo de 2019
El invierno mana de esa tinta
Un paquete de folios
da para empapelar de blanco
todo el paisaje del invierno,
conviene que los cuervos,
pluma en ristre,
acudan con disfraz al festival,
-la larva de lo blanco nunca debe
trasponerse del todo-
serán la nota falsa
que convertirá la sinfonía
en una chirigota donde todo
apunte a la nariz de zanahoria
del muñeco de nieve,
no habrá mejor resumen
para este carnaval
que los colores enfrentados
al rigor académico
de la uniformidad.
miércoles, 1 de mayo de 2019
Acaso dios siga cabreado
El carboncillo
jugó con tu perfil, se puso serio
y te sacó una lánguida sonrisa,
luego un color
complementario y decidido
a tomar las riendas hizo
chiribitas burlonas, emprendiendo
la blasfema aventura del boceto
que roba a dios la iniciativa
y crea un gesto irreverente,
qué pena,
en este punto de la historia
siempre acaba rompiéndose la punta
del lápiz,
cae el ángel
y todo queda a oscuras.
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