viernes, 10 de mayo de 2019

Que el caballo nunca note el freno






Para asomarse al mundo
una ventana lúcida

asomarse a mirar, cerrar los ojos
a lo evidente: eso
no necesita ojos abiertos

para comprender al mundo
hay que dividirlo
en golpes de mirada

las motas de polvo 
no hablan el mismo idioma que la tierra
pero entre si se entienden

para gozar del mundo
leer en sus entrañas
como en los posos del café

el azar es el alma
de lo que permanece. 

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