martes, 21 de mayo de 2019

Nunca en la calle principal





Bendita sea la rosa elemental
que atrae la plaga del pulgón
que atrae a la esforzada mariquita
que atrae al tiempo fértil 
en colores festivos, que abre
las páginas del día laborable
con olor a café y tinta de imprenta

bendito ese registro de lectura
que interrumpió la taquicardia
de la avalancha de caballos,
la letra capital de la mañana
entre zarzas y escobas,
la seda de la brisa desgarrada
por el piar de los gorriones,

bendito sea el chirrido
de los vencejos y la invasión de las hormigas,
y el latido del cuco y la insistencia
del claxon del frutero pregonando
semillas de un lejano paraíso.

Luego, dar al play.





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