martes, 28 de mayo de 2019

Al lado izquierdo, esa pintura




Sin sentirlo apenas ha llegado
este desconsuelo, algo con plumas, leve, 
dando saltos cortos e inconstantes como gorrión 
pero en un sitio que no le corresponde,

piensas: cómo dejar atrás esa presencia
sin desgarrar la seda arcana
de todo encuentro,

vives una emoción sin puertas y prefieres
que el viento pase sin llamar, que nadie
se quede demasiado tiempo
en tu tebaida marginal,

tú en tu cueva igual que un san onofre
que mira temeroso la llamarada oscura
de unas alas de cuervo
trayendo la noticia del final del mundo
en la miga mohosa de un trozo de pan.

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