Sensaciones que hacen salivar
Teníamos un huerto en las afueras
donde sonaba el río, su delgadez subida
a las mimbreras de salguera albar,
tiempo después sigo escuchando
su rumor traducido, fruto
de iluminaciones aportadas
por la luz del carburo,
éramos tan sólo sombras y subíamos
con el sol a los muros blancos,
liberadas de peso y ya sin calendario
al que arrancar las hojas verdes
con que preparar una ensalada.
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