sábado, 11 de mayo de 2019

En la corteza la raya de la vida





El que pinta el mundo
no ve el mundo

el que escucha su voz
no oye su voz

el que lo palpa sólo nota
una muda aspereza

por eso
cuando hablamos del mundo
hablamos siempre
de algo desconocido

a pesar de todo
nunca debemos olvidar su nombre.



Zona B

A propósito de la última entrada en el blog de Alvaro Valverde:
Siempre tuve en mente una queja similar, huir de toda loa innecesaria, sea porque lo excelente no precisa de alabanza o porque lo malo no se la merece. La dinámica de los premios, una vez puesta en marcha, genera una fanfarria tan mentirosa que sólo la honradez lectora es capaz de detener.
Sin embargo noto cierta indecisión, retórica lo llama, a la hora de denunciar. Los vicios deben ponerse de manifiesto con claridad, sin recurrir a irónicas maneras que pudieran hacer entender otra cosa a los lectores menos avisados.
Ya sé que quien se mueve en este río de las letras corre el riesgo de ser arrastrado por la corriente más sonora. De ahí ese recurso a agarrarse a los hierbajos de la orilla hasta que se apacigüe la tumultuosa crecida. 
Qué bueno sería llegar a la poesía anónima. Al fin y al cabo el poema es una brisa que pasa y el poeta sólo el que acierta a respirarla.




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