Un picado turbulento,
acaso sea el embudo de la gravedad
o la succión del suelo que se acerca vertiginosamente,
un sonido helicoidal muy parecido al rizado
que luce la espiral del adn, igualando el final con el principio,
también el aire puede enfermar, se oxida
contra la chapa de aluminio y tiembla igual que alguien con miedo,
no sólo el águila prescribe unos principios de navegación,
normas de vuelo incompatibles con el exceso de velocidad,
y esta hará que nuestros ojos
no puedan evaluar la redondez de algo tan plano
como un mapa escolar a dos colores.
Zona B:
ISARAELÍES: ¿os habéis parado a pensar en qué entretendrá sus pulsiones asesinas el gran verdugo cuando ya no queden palestinos que masacrar?
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