Completo el recorrido,
el curvado espacio giratorio que me rodea,
él me lleva de la mano y me convierte en círculo,
mis asombrados ojos lo atestiguan, lo reitera
mi redoblada admiración que vuelve
una y otra vez, dando la vuelta a la espiral del infinito,
yo mismo me regreso de esa ilusión, me obligo
a desertar, echo pie a tierra y me convenzo
de que hay suelo debajo,
y acabo preguntándome
en qué se quedaría tanta andanza
sin la convicción de que algo propio
es lo que empuja y acompaña con amistad de perro
este periplo de suposiciones y añoranzas.
Zona B:
Escribe Szynborska en el poema 'La mujer de Lot': "Dicen que miré hacia atrás por curiosidad, pero, además de curiosidad, pude tener otros motivos... para dejar de ver la nuca justiciera de mi esposo Lot... por desobediencia propia de mansos... intrigada por el silencio, con la esperanza de que Dios hubiera cambiado de idea... miré hacia atrás por desamparo... por deseo de gritar...miré hacia atrás por cólera... tuve la sensación de ser observada desde las murallas de Sodoma y de ser blanco de burlas y de sonoras carcajadas..." (Paisaje con grano de arena. Ed Lumen).
Los ojos se vuelven a mirar a Gaza y en paralelo ese "dios" sediento de sangre sigue burlándose del mundo.
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