lunes, 5 de febrero de 2024

En aquella edad estuve en guerra con ejércitos dudosos que rodeaban sin apenas moverse mis defensas, secuencias numerales, abrevaderos matemáticos a los que la sed nunca guiaba, álgebras agudas defendidas por la circunferencia inexpugnable de una realidad que yo era incapaz de percibir, pero que según todos los indicios estaba en todas partes con la pegajosa omnipresencia de la divinidad

 




Completo el recorrido,

el curvado espacio giratorio que me rodea,

él me lleva de la mano y me convierte en círculo,

mis asombrados ojos lo atestiguan, lo reitera

mi redoblada admiración que vuelve

una y otra vez, dando la vuelta a la espiral del infinito,

yo mismo me regreso de esa ilusión, me obligo

a desertar, echo pie a tierra y me convenzo

de que hay suelo debajo,

y acabo preguntándome

en qué se quedaría tanta andanza

sin la convicción de que algo propio

es lo que empuja y acompaña con amistad de perro

este periplo de suposiciones y añoranzas.



Zona B:

Escribe Szynborska en el poema 'La mujer de Lot': "Dicen que miré hacia atrás por curiosidad, pero, además de curiosidad, pude tener otros motivos... para dejar de ver la nuca justiciera de mi esposo Lot... por desobediencia propia de mansos... intrigada por el silencio, con la esperanza de que Dios hubiera cambiado de idea... miré hacia atrás por desamparo... por deseo de gritar...miré hacia atrás por cólera... tuve la sensación de ser observada desde las murallas de Sodoma y de ser blanco de burlas y de sonoras carcajadas..." (Paisaje con grano de arena. Ed Lumen).

Los ojos se vuelven a mirar a Gaza y en paralelo ese "dios" sediento de sangre sigue burlándose del mundo.





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